El molesto insomnio, creado después de estresante jornada,
puede ser modificado a través de unos sencillos ejercicios de respiración que
ayudarán a relajarse y tener un mejor descanso al dormir.
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Apoyar la punta de la lengua detrás de los
incisivos centrales superiores.
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Espirar todo el aire resoplando por la boca
abierta. Vaciar completamente los pulmones.
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Cerrar la boca e inhalar a través de la nariz
contando hasta cuatro o cinco.
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Sostener el aire ingresado contando hasta siete.
Este es un paso muy importante ya que relaja y oxigena.
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Exhalar lentamente y completamente a través de
la boca. Hacerlo resoplando, de manera que el aire zumbe al salir. Esta
espiración debe alargarse durante ocho segundos.
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Repetir tres veces más.
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Evitar ingerir líquidos, al menos 90 minutos
antes de acostarse. Una vejiga cargada interfiere con el sueño.
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Si es necesario levantarse durante la noche, no
exponerse a luces brillantes. Cuando son intensas, reajustan el reloj biológico
e impiden volver a conciliar el sueño.
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Retirar el reloj de la vista. La acción de
mirarlo agranda la obsesión por conciliar el sueño.
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Desterrar televisor, celular, aparatos
electrónicos y comida del dormitorio.
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Al momento de acostarse no resolver
problemáticas. Hacer un listado mental de las tareas para el día siguiente y
quitarlas de la mente. La almohada es para ayudar al descanso, no para consulta
de soluciones.
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Levantarse con el sol. Ayuda a reajustar el
reloj biológico. Exponerse a la calidez del sol es muy efectivo para la salud.-
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