¿Puede la risa ayudar a vivir?

"El reír es celebrar con risa alguna cosa" dice el doctor Patch Adams como muestra de su filosofía del arte de cuidar, curar, acompañar.

La periodista Ary Kaplan Nakamura, acompañó con su cámara al Dr. Patch Adams en su visita al pueblo de Belén, Iquitos en la selva amazónica de Perú.



Hunter "Patch" Adams
(Washington, DC, 29 de diciembre de 1943), médico estadounidense. Fundó el instituto Gesundheit! en 1971. Su vida fue la base en la cual se inspiró la película Patch Adams (Dr. de la Risa) con el actor Robin Williams interpretando el papel de Hunter.

Adams actualmente vive en Arlington, Virginia, donde promueve medios alternativos de sanación para enfermos en colaboración con el instituto. Es el inventor de la risoterapia con fines médicos y terapéuticos, y el responsable de la inclusión de ésta en la medicina moderna.

Patch Adams es también un activista social, diplomático, payaso profesional, actor y tambien autor. Cada año organiza un grupo de voluntarios, de alrededor de todo el mundo, para viajar a Rusia como payasos, para traer esperanza y diversión a los huérfanos, pacientes y la gente en general. En 1998 también visitó Bosnia-Herzegovina, uno de los países de los Balcanes envuelto en un conflicto bélico. En 2005 visitó el Hospital Garrahan de Buenos Aires, Argentina, varios hogares infantiles del partido de San Martín (Buenos Aires) y el Pereira Rossell de Montevideo, Uruguay, en 2007 también se presentó en Ecuador: Quito y Cuenca en donde asistió al Instituto del cáncer SOLCA; visitó Perú con el Dr. Joe Pérez y la Dra. Evelyn Gamarra, Chile, donde ha dado conferencias en algunas universidades y Guatemala donde ofreció una conferencia para jóvenes universitarios y público en general.

Algunas de sus frases:

"Parece que no hay medios de comunicación inteligentes; más que las ideas, les interesa que yo u otra persona diga un par de chistes o se desnude para poder anunciar después una Coca-Cola. Esto es un reflejo de la corrupción que el amor por el dinero y el poder ha provocado en la medicina, el arte, las leyes y la ciencia".

"Hay dos paradojas que le intrigan de este País: el hecho de que sea una de las naciones con mayor número de millonarios y que, a la vez, tenga niños que mueren de desnutrición; y, por otro lado, que siendo un país supuestamente católico tenga una actitud de tanto desdén hacia la gente más pobre".

"La peor ofensa para el mundo son los medios de comunicación, les encanta el dolor y el miedo, nunca dan buenas noticias".

El reír es celebrar con risa alguna cosa. Hay muchas personas que dicen que la risa lo cura todo, una de estas personas lo es Patch Adams.

Nunca quiero dar autógrafos, lo más cercano a un autógrafo sería mi firma en una prescripción médica, la cual diría: Contagia la alegría o lucha por alcanzar tus metas. . A las personas que me fueran a pedir un autógrafo, les diré: 'Por favor acompáñame y ayúdame a trabajar por la paz, justicia y por el cuidado de TODAS las personas alrededor del mundo. Te daré mi tarjeta personal.' Luego le daría una lista para que se motiven a anotarse en una lista de voluntarios que me ayudan a promover mi estrategia".

Sitio web oficial Patch Adams

¿Usted cómo toma decisiones?: La intuición no es irracional

Gerd Gigerenzer, autor del libro “Decisiones instintivas” y director del Centro para la Conducta Adaptativa y la Cognición del Instituto Max Plank, ha sido pionero en atribuir a la intuición un papel esencial en la toma de decisiones.

Los científicos están comenzando a demostrar que la intuición puede ser más efectiva que los modelos de elección racional. Ante cualquier decisión, se consideraba que lo más acertado era elaborar listas con los pros y los contras para tomar la mejor elección. Ahora, sabemos que las decisiones instintivas son eficaces. A veces mucho más que una elección racional.

Gerd Gigerenzer, autor del libro “Decisiones instintivas” y director del Centro para la Conducta Adaptativa y la Cognición del Instituto Max Plank, ha sido pionero en atribuir al inconsciente y a la intuición un papel esencial en la toma de decisiones. Según le explica a Eduard Punset, en sus experimentos sociales, Gigerenzer ha analizado la intuición y ha descubierto que tomamos mejores decisiones si tenemos en cuenta una buena razón que si tenemos en cuenta diez.

Como casi todo, el motivo de ello es evolutivo. El proceso de elección se basa en una serie de reglas generales que nuestro cerebro ha ido aprendiendo a lo largo de miles de años. Esas reglas forman parte de una especie de libro de instrucciones al que recurrimos ante cada situación y en el que hallamos respuestas rápidas y precisas.

Esto es lo que se llama “regla general” o “heurística”. Una heurística ignora información, y esto es lo que acelera la toma de decisión en la situación adecuada. En nuestra vida cotidiana, a menudo nos regimos más por reglas generales que por lo que solía llamarse racional.

¿Y si al interrogatorio le sumamos el “escuchatorio”?

por el Dr. Francisco "Paco" Maglio,
especialista en enfermedades infecciosas

Decía Lain Entralgo que la relación médico-paciente (RMP) es el encuentro entre dos menesterosos, dos necesitados, uno que quiere curar y otro que quiere que lo curen (1)

Enfocada esta relación solamente en la necesidad del “curar” obviando el “cuidar”“tekné” y el “medeos” respectivamente), resulta alienante tanto para el médico como para el paciente.La RMP se “tecnologiza” y se “despersonaliza”, por eso es alienante, desparece el “otro” como persona.Para el paciente, el médico es un técnico con guardapolvo que extiende recetas y para el médico, el enfermo es un “libro de texto”, con signos y síntomas que hay que interpretar y codificar
(socráticamente la

En este tipo de RMP desaparece la “otredad” humanizada, son dos “yoidades" despersonalizadas, un (des)encuentro. Desaparece aquel concepto de enfermo de Miguel de Unamuno(2): “un ser humano de carne y hueso que sufre, piensa, ama y sueña". Esta despersonalización lleva al desgaste, al desánimo y a la desesperanza, tríada característica del burnout.

Esta “medicina basada en la evidencia”(3) en la que el paciente es un dato estadístico y el médico un administrador, más allá de su eventual valor técnico-científico, la debemos “des-alienar” con una “medicina basada en la narrativa” (MBN) que no se opone a la visión médico-técnica sino que la enriquece con la visión desde el paciente(4).

La MBN consiste básicamente en las subjetividades dolientes ( más que en las objetividades medibles), esto es, lo que el enfermo siente qué es su enfermedad, la representación de su padecimiento, la experiencia social de lo vivido human como enfermo.

A un adolescente con granos en la cara le decimos: “vos tenés acné” pero él siente vergüenza.

Cuando le decimos a un paciente, “vos tenés sida”, el siente discriminación.

Para la medicina basada en la narrativa, más que en el interrogatorio se necesita un “escuchatorio”, más que un “dígame” y un oir es un “cuénteme” y escuchar.

Un aforismo hipocrático ya lo manifestaba hace 2500 años: “Muchos pacientes se curan con la satisfacción que le produce un médico que los escucha” (5)

Con la MBN podemos desentrañar el verdadero proyecto de vida del paciente y esto es trascendental porque constituye el “motor” para vivir tanto en la salud como en la enfermedad.

En palabras de Nietzsche: “cuando se tiene un por qué vivir, se tolera cualquier cómo vivir(5)

La narrativa en sí misma es terapéutica no sólo para el paciente sino también para el médico, porque al “re-personalizar” esa relación la “des-alieniza”, vuelven a ser dos personas, dos seres humanos en un encuentro de “inter-fecundadidad”.

Es la “yoidad” a través de la “otredad”. Como decía Levinas: “yo no soy el otro, pero necesito al otro para ser yo” (6)

Ya no serán “médico-robot” y “enfermo robot”, sino médico-persona y enfermo-persona. Renacerá el ánimo y la esperanza, desaparecerá el desgaste y en consecuencia también el burnout.Pacientes y médicos se sentirán útiles entre sí: RMP será una relación solidaria y “des-medicalizante”.Al sentirse kantianemente personas, tendrán dignidad y no precio, serán sujetos y no objetos, se convertirán en fines en sí mismos y no en medios.

“En los hospitales hay gente que se muere con hambre de piel”

Relataré algunas experiencias personales con la MBN:


“Me siento leproso”


Un paciente afectado de Estafilodermia Psoriasiforme (el enfermo tiene profusión de escamas en todo el cuerpo) era rechazado ( debido a su aspecto) por familiares y amigos. Al preguntarle cómo se siente, me dijo: “me siento leproso”. Esa era la experiencia social de su padecimiento, más allá de lo biológico.

Al conocer esa narrativa me expliqué por qué la cortisona (medicación electiva) que estaba tomando hacia un mes, no surtía efecto.Una persona desafectivizada, excluida es un inmuno deprimido (la psicoinmunología lo ha demostrado) y con la cortisona se estaba deprimiendo más.Hablé con la familia y los amigos y les expliqué que hasta que no volvieran a comportarse con él como antes, con afecto y respeto, sobreponiéndose a la impresión de su aspecto, no se iba a curar. Así lo entendieron y actuaron.

A los diez días se había curado, manteniendo la cortisona. A la eficacia biológica se había agregado la eficacia simbólica, que la psicoinmunología ha demostrado que actúa por los mismos intermediarios inmuno-cito-químicos; no es simplemente sugestión.


“Doctor, me toma el pulso”

En una oportunidad una viejita (el diminutivo es cariñoso) me pidió que le tomara el pulso. Miré el cardioscopio y sin acceder a su pedido, le dije: “tranquila abuela, tiene 80, está muy bien”. Pero me seguía pidiendo que le tomara el pulso y ante su insistencia le pregunto por qué, ya que la máquina era muy confiable y me contestó: “es que aquí nadie me toca”. La palpábamos pero no la tocábamos.

Razón tenía Benjamin cuando dijo: “en los hospitales hay gente que se muere con hambre de piel”. En nosotros está saciarla.

Los proyectos de vida son fundamentales, a tal punto, que podemos afirmar que más allá del comienzo biológico de la enfermedad (el día que aparecen los primeros síntomas), en sentido antropológico nos enfrentamos el día en que debido a esos síntomas, se ve interrumpido nuestro proyecto de vida. Por el contrario, empezamos a “sanarnos” el día en que a pesar de esos síntomas podamos reiniciar dicho proyecto.

“Doctor, ¿me puede abrazar?”

Relataré algunas experiencias que avalan estas posturas

“Eto non é vita”

Don Antonio (italiano, 75 años) era un hombre sano, pero a requerimiento de su familia le hago un “chequeo”. Dada su edad los valores de laboratorio estaban un poco por encima de los normales, nada significativo. Como médico recién recibido y con poca experiencia, le indiqué un estricto “régimen higiénico-dietético” dentro del cual estaba la prohibición absoluta del alcohol.

A la semana, la familia me llama porque Don Antonio estaba enfermo y al revisarlo, realmente no estaba bien: hipotenso, adinámico, asténico. Cuando le pregunto cómo se sentía, me dice en un enternecedor cocoliche: “eto non é vita”. Como no le encontraba explicación, le pregunto a la familia si en esa semana había pasado algo que lo pusiera mal. Me dicen que desde que le instalé ese régimen no salía, y a dónde salía? pregunté. Me explicaron que todos los días“vermutino” con los amigos era su proyecto de vida y al desconocerlo, mi prescripción se había convertido en una “proscripción”. Fue suficiente que volviera a esas salidas para que desaparecieran los antes mencionados síntomas. invariablemente iba al bar de la esquina a tomar un “vermutino” con unos amigos veteranos de la guerra en Abisinia.Entonces comprendí: ese


“Ese es mi proyecto de vida”

A veces los pryectos de vida no son tan obvios y se necesita profundizar en la narrativa. Una buena estrategia es pedirle al paciente que nos relate un día habitual de su vida cuando estaba sano.

Un pastor protestante estaba en una unidad coronaria por un infarto agudo de miocardio con un angor inestable, asociación de gravísimo pronóstico.

En el relato a que nos referimos manifiesta lo siguiente: “Me levanto muy temprano, rezo, estudio, ordeno el templo (hablaba muy nervioso y angustiado, lo que se reflejaba en el cardioscopio por su gran inestabilidad eléctrica), y por la tarde vienen unos feligreses con los que tenemos un grupo de reflexión (a esta altura del relato se va calmando, no estaba tan nervioso, lo que se refleja también en el trazado elctrocardiográfico), y si viera, doctor, qué bien nos hacemos, yo a ellos y ellos a mí, pero ahora vaya a saber dónde están y yo aquí rodeado de tubos y aparatos” (vuelve a ponerse nervioso y también su co-relato en el cardioscopio). Le pregunto si ese grupo de reflexión era muy importante para él y después de pensar un poco me dice: “ahora que no lo puedo hacer me doy cuenta que ese es mi proyecto de vida

Se localizó a ese grupo y dos veces por día, media hora, concurrían a la unidad coronaria y restablecieron aquel contacto. A los 3 días seguía el infarto pero había desparecido el angor inestable: Se había reintegrado a su proyecto de vida.


“No me dejen morir”

Teresita era una joven que a la mañana siguiente de su fiesta de 15 años amanece con una cuadriplejía por una poliomielitis. Estuvo once años en un pulmotor moviendo nada más que la cabeza. Nunca en mi vida profesional conocí a alguien tan aferrado a la vida. Había aprendido a dibujar con la boca y hacía tarjetas de Navidad que las mandaba al Hospital de Niños: era su proyecto de vida.

Un día se complicó con un cuadro abdominal agudo por una apendicitis. En esa época no existían los respiradores modernos que permiten que el paciente esté afuera del aparato; en el pulmotor estaba adentro y para revisar al enfermo se le ponía una campana con aire a presión cubriendo la cabeza. Este procedimiento permitía abrir el pulmotor pero por un lapso de no más de 15 á 20 minutos.

En esta situación la revisamos comprobando el abdomen agudo y ante la imposibilidad de la cirugía ( dado el escasísimo tiempo disponible) cruzamos nuestras miradas como diciendo: “Dios se apiadó de ella”. Cuando sacamos la campana y volvimos a poner a Teresita dentro del pulmotor me dijo (como adivinando nuestro pensamiento): “Paco, háganme todo, hasta lo imposible, pero no me dejen morir, mirá que los chicos del Hospital de Niños esperan mis tarjetas”.

Ante ese pedido, un cirujano, uno de los más brillantes que he conocido, se animó y la operó fuera del pulmotor (dentro era imposible) con la mencionada campana. La operación duró exactamente 12 minutos y Teresita vivió 7 años más, mandando sus tarjetas al Hospital de Niños.


“Doctor, ¿me puede abrazar?”

Tenía que dar la tristísima noticia a una mamá que su hijito de 7 años con un sida terminal (post-transfusional, al comienzo de la epidemia), se iba a morir. Dije la consabida frase “ya no hay nada que hacer” a lo que la mamá me contestó: “sí hay por hacer”. “Qué puedo hacer?” le pregunté y con lágrimas en los ojos me dijo: Doctor, ¿me puede abrazar?

Nunca volví a decir “no hay nada que hacer”, sino “ya no hay nada que tratar, como médico ya no puedo hacer nada, pero como persona, ¿puedo hacer algo por usted?” Y siempre se puede hacer algo. Cuando ya no hay “tekné”, siempre hay “medeos”.

Estamos (mal) acostumbrados a decidir por el paciente pensando que nuestras decisiones son las mejores, pero éstas pertenecen siempre al enfermo y no a nosotros, por mejor intencionados que estemos.

Ante un paciente terminal frecuentemente (y muchas veces a pedido de la familia) aumentamos la dosis de sedantes para que no sufra, para que “no se de cuenta”. Pero, ¿siempre es así?. En muchas ocasiones debemos tener el coraje (porque no es fácil) de avisarle al enfermo de sus últimos momentos.

En la Edad Media la gente elegía a un amigo que tenía la obligación de anunciarle su final. Le llamaban el “nuncius mortis”.

¿Por qué debemos proceder así?Porque la inminencia de la muerte es el momento reflexivo más trascendente de la vida, el momento de las grandes decisiones y no me refiero solamente a las testamentarias sino, más importante aún, las afectivas. En mi experiencia de años en terapia intensiva fueron muchos los pacientes que me decían: “cuando llegue el momento, no quiero sufrir pero quiero estar lúcido”

Relataré algunas de ellas:


“Llamen a un juez”

Un paciente en esas condiciones pidió: “llamen a un juez”. Vivía en concubinato hacía 10 años. Llegó el juez, llamó a su concubina y… se casó!!!! Me dijo: “recién ahora me atrevo”.

Falleció al día siguiente.


“Doctor, llame a este teléfono”

En similares circunstancias, un paciente me dio un nº de teléfono y me pidió que llamara y a la persona que atendiera le dijera que él estaba internado y quería verlo.

Cumplí su deseo y al rato llegó un señor corriendo preguntando dónde estaba el paciente. Fue a su cama, quedó inmóvil unos segundos y se entrelazaron en un estremecedor abrazo y lloraron un largo rato.. Cuando se fue, el paciente me llamó y me dijo: “Doctor, gracias por la gauchada de llamar por teléfono. El que se fue es mi hermano. Hace 15 años lo eché de mi casa, lo eché mal, yo tenía la culpa. Nunca tuve el coraje de pedirle perdón, ahora que sé que voy a morir, recién ahora me atreví a pedirle perdón y me perdonó”

Tuvo un gesto que nunca voy a olvidar. Me tomó las manos y me dijo: “Gracias por dejarme morir en paz”

Volví a la mañana siguiente, se había muerto la noche anterior.

Le pregunto a la enfermera de ese turno (para no inducirle la respuesta): “vos estuviste cuando se murió ese enfermo, notaste algo diferente?”. Me respondió: “Mira, Paco , en años de terapia intensiva nunca vi morir a alguien con tanta paz, aún muerto parecía que estaba sonriendo”

En conclusión y volviendo a las fuentes, uno de los aforismos de Hipócrates lo revela con claridad meridian: “muchos enfermos se curan solamente con la satisfacción de un médico que los escucha”, (se adelantó 2.500 años a Freud)

Dentro de una formación biologicista-positivista nos enseñan en la Facultad de Medicina a interrogar y no a escuchar.

Con el interrogatorio estamos al lado del enfermo pero con el “escuchatorio” estamos del lado del enfermo.

Ni más ni menos es la narrativa y lo más importante es que es terapéutica.

Referencias:
"La dignidad del otro", Francisco Maglio, editorial Libros del Zorzal 2009.

El saber sí ocupa lugar

El hipocampo debe resetear la información que contiene para poder almacenar más. Hacer ejercicio físico favorece el 'vaciado' de recuerdos en esta estructura. El constante recambio de neuronas en esta área está detrás de este fenómeno.

Para que se formen nuevos recuerdos, es preciso borrar los antiguos. No significa que para aprender a conducir haya que olvidar la tabla del dos, porque este fenómeno no es generalizado. Sólo ocurre en una pequeña estructura del cerebro, dónde el continuo recambio de neuronas es esencial para que las viejas memorias desaparezcan y dejen sitio a las nuevas.

En los primeros compases de la formación de ciertos recuerdos es crucial la función del hipocampo, una estructura del cerebro situada en el lóbulo temporal que interviene en los procesos de aprendizaje y memoria. Cuando, al poco tiempo de adquirir un miedo lo evocamos, su recuperación depende de la actividad de esta área del sistema nervioso central. Pero, con el paso del tiempo, su activación se reduce sin que, por el contrario, dicho miedo desaparezca.

¿Qué ha sucedido entonces con ese recuerdo? Numerosos estudios indican que nuestro cerebro desplaza la memoria de unos compartimentos a otros, y acaba almacenada en estructuras superiores como el neocórtex. Este reseteo de la información del hipocampo tiene lugar "para preservar su capacidad de aprendizaje", explica un trabajo publicado en la revista 'Cell'.

Junto a este fenómeno del decaimiento de la actividad hipocampal durante la recuperación de recuerdos, los científicos han constatado otro sorprendente hallazgo: la continua regeneración neuronal en esta estructura. Esta neurogénesis se ha relacionado con procesos antidepresivos, algunas enfermedades del sistema nervioso central, el aprendizaje y la memoria. Tal vez, se aventuraron los autores del citado trabajo, también fuera responsable de mantener el hipocampo como una hoja en blanco.

Cada nueva neurona, para ser funcional, debe establecer conexiones con los circuitos que la rodean. Esta integración constante de células nerviosas en las redes hipocampales "podría alterar la información preexistente en ellas", señala el estudio, lo que explicaría por qué los recuerdos desaparecen de esta área.
Correr para aprender

Los investigadores, procedentes de la Universidad de Toyama (Japón), diseñaron dos experimentos. Trabajando con ratas cuya capacidad de neurogénesis había sido drásticamente limitada –bien mediante radiación bien genéticamente- comprobaron que la activación del hipocampo al evocar un determinado recuerdo se mantenía en el tiempo sin que parecieran debilitarse los circuitos que lo contenían.

Al inhibir la formación de nuevas neuronas, el periodo en el que las memorias permanecen en el hipocampo se prolongó. Hecho que sugiere cierta conexión entre ambos fenómenos.

Después, sometieron a otro grupo de ratas a una rutina que estimula la neurogénesis: el ejercicio físico. Tras dos semanas corriendo en una rueda, "la proliferación celular en el hipocampo aumentó marcadamente", explica el estudio. Al contrario de lo observado antes, el debilitamiento de la actividad del hipocampo se había acelerado en estos roedores sin que, por ese motivo, hubieran desaparecido los recuerdos.

Estos datos sugieren "la existencia de un mecanismo que coordina la pérdida de memoria en el hipocampo y su traslado a otras estructuras", señalan los autores. En ese trasvase de información, la neurogénesis del hipocampo desempeñaría un papel central, al desplazar a las viejas neuronas y alterar los circuitos nerviosos.

"El aumento de la neurogénesis causado por el ejercicio aceleraría la pérdida de memoria en el hipocampo y, al mismo tiempo, facilitaría su transferencia al neocórtex", ha explicado Kaoru Inokuchi, quien ha dirigido el estudio. "La capacidad de almacenamiento de recuerdos del hipocampo es limitada, pero el ejercicio puede incrementar [de este modo] la capacidad [total del cerebro]", añade.


Prehistóricos sí, pero no tan primitivos

Los cazadores del Paleolítico no sólo fueron capaces de crear obras de arte aclamadas como Patrimonio de la Humanidad, sino que también sacaron provecho para sobrevivir de principios científicos que se enunciarían varios milenios más tarde y que hoy son la base de inventos como el avión o el motor diésel.t
El descubridor de Altamira, Marcelino Sanz de Sautuola, murió señalado como un farsante por los principales paleontólogos europeos de su época, porque la ciencia de finales del siglo XIX tenía tal concepto de la Prehistoria, que no podía admitir que unos seres primitivos pudieran crear arte y, mucho menos, pintar una maravilla de la talla de los bisontes polícromos de Santillana del Mar.

La afrenta de la ciencia al descubridor del primer testimonio del arte rupestre paleolítico quedó saldada en 1902 cuando uno de sus mayores detractores, el francés Émile Cartailhac, reconoció públicamente su error, pero en el imaginario colectivo todavía pervive una idea del hombre de las cavernas como un ser primitivo.

El Museo de Altamira lleva años luchando contra esa imagen, con actividades que revelan al visitante que sus antepasados de hace 20.000 años no eran menos inteligentes que él. Eran Homo sapiens. "No confundamos inteligencia con conocimiento o información. Las capacidades neurobiológicas de una persona de hace 20.000 años eran idénticas a las nuestras. Su capacidad de aprendizaje y análisis era la misma", explica el director del museo, José Antonio Lasheras.

La última de esas actividades tiene lugar estos días, con motivo de la Semana de la Ciencia, una cita que Altamira suele aprovechar cada año para lucir sus programas de arqueología experimental y mostrar a los visitantes cómo era la vida en la Prehistoria.

Este año cuenta con la colaboración del Aula de la Ciencia de la Universidad de Cantabria, cuyo director, el profesor de Termodinámica Julio Güeméz, no oculta su admiración por la brillantez que demostraron los hombres del Paleolítico para aplicar a base de observación y ensayo-error principios de la física que llevaron de cabeza a los matemáticos hasta los siglos XVIII y XIX.

Estos son algunos:

PRINCIPIO DE CONSERVACIÓN DE LA ENERGÍA, que podría traducirse así para los hombres del final de la última glaciación: "Cómo hacer fuego golpeando dos piedras o frotando un palo contra una madera".

La ciencia creyó hasta casi el siglo XIX que el calor era un fluido ingrávido, que se transmitía de objeto a objeto. De hecho, explica Güémez, esa teoría funcionó razonablemente bien hasta que un soldado metido a fabricante de armas, Benjamin Thompson, conde de Rumford, se preguntó en 1798 por qué se calentaban tanto sus cañones de bronce cuando perforaba el ánima con una broca roma.

Rumford dedujo que el calor no lo transmitía un objeto a otro, sino que era fruto del rozamiento. Era movimiento, energía mecánica. En el Paleolítico, el hombre aplicó ese mismo principio durante milenios, al golpear pedernal y pirita para obtener una chispa o al frotar dos maderas para obtener una brasa con la que hacer fuego. Con siglos de tecnología de diferencia, puso en práctica los mismos principios por los que funcionan un mechero o un motor diésel.

LA TEORIA DEL CALOR ESPECÍFICO, o cómo hacer hervir el agua utilizando piedras.

El químico escocés Joseph Black explicó en el siglo XVIII por qué unos materiales necesitan más energía para calentarse que otros e introdujo en la termodinámica el concepto de calor específico.

En la Prehistoria, el hombre tuvo que enfrentarse a la necesitad de hervir agua, una de las sustancias con mayor calor específico de la naturaleza, tanto, que elevar un grado la temperatura de un kilo de agua requiere la misma energía que levantar un metro un peso de 400 kilogramos. Y lo resolvió poniendo al fuego piedras, que se calientan con poca energía, y sumergiéndolas en el agua, con lo que lograba el mismo efecto que en la actualidad emplean en las saunas finlandesas.

EL TEOREMA DE BERNOULLI Y EL EFECTO VENTURI, o cómo pintar con aerógrafo hace 20.000 años. Esos dos complejos fenómenos físicos sobre el comportamiento de los fluidos, desentrañados en el siglo XVIII por los científicos que les dan nombre, son hoy la base del barómetro o incluso de la aerodinámica que explica la sustentación de los aviones.

Los hombres que habitaron la Cornisa Cantábrica en el Paleolítico los aplicaron para pintar con aerógrafos rudimentarios, de los que se han encontrado ejemplos en Altamira. Y lo consiguieron tras descubrir que si colocaban un hueso hueco de ave sobre un pigmento líquido y soplaban sobre su extremo con otro hueso, la pintura subía y se proyectaba de forma uniforme, pulverizada.

"No sé cómo a alguien se le pudo ocurrir esto. No es algo tan intuitivo. Tenían que ser muy ingeniosos para relacionar fenómenos que son muy poco frecuentes en la naturaleza", reflexiona Güémez.

- LA PALANCA, o cómo lanzar más lejos un venablo y cazar seguro. Durante generaciones, hasta la invención del arco, los cazadores del Paleolítico utilizaron un instrumento llamado propulsor prehistórico para lanzar venablos a más distancia, lo que permitía no ser descubierto por la presa y mantenerse a una distancia prudente de ésta. En realidad, se trata de un pequeño bastón que prolonga la longitud del brazo y potencia el efecto de la palanca que enunciaría siglos más tarde Arquímedes, en la Grecia clásica.

En América, recuerda Güémez, ese artilugio se siguió utilizando hasta la llegada de los conquistadores españoles, que sufrieron en sus propias carnes un arma, el atlatl, que lanzaba proyectiles con tal fuerza y velocidad que perforaban sus cotas de malla. Cristina Martos - El País - Madrid Atlatl

Próxima meta: tener 120 años, pero con la vitalidad de los 50

Para un envejecimiento saludable son fundamentales una buena nutrición, un sistema de salud sólido, no fumar, hacer actividad física y no ser obeso. La ciencia busca más claves en 7 frentes de combate.

Por: Valeria Román - Clarín

Que muchos más lleguen a cumplir 100 años, pero con un cuerpo de 50 años. ¿Sueño demasiado optimista? Al menos, ésa es la meta que tienen los científicos que se esfuerzan por estirar como nunca la cantidad de años de vida de la gente, pero conservando su calidad. "Nuestro trabajo está guiado por el concepto de '50 años más después de los 50'. Esto significa, hacer que nuestros segundos cincuenta años de vida sean tan sanos, confortables y activos como los primeros", explica el profesor John Fisher, de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, que recibió 11 millones de libras recientemente (casi 70 millones de pesos) para trabajar en regeneración de tejidos y articulaciones artificiales.

Este investigador es uno de los muchos que están probando herramientas potenciales para prolongar la vida humana. En su caso, apuesta a conseguir mejores prótesis de cadera, una parte del cuerpo que más se ve afectada con la edad. Y también trabaja con su equipo en "andamios" biológicos para los problemas de rodillas, manos y arterias. Esos "andamios" se construyen a partir de ciertos materiales y de células de los propios pacientes. También piensan en mejores válvulas para el corazón y arterias, con menor riesgo de infección y falla, y dientes fabricados a partir de la nanotecnología.

Otra opción son las terapias con células madre. "Hoy sólo son una promesa. Se están experimentando para tratar problemas del corazón, diabetes, enfermedades hereditarias y del sistema nervioso como el mal de Parkinson", dijo a Clarín el investigador del Conicet y del Instituto Leloir, Fernando Pitossi.

"Si alguna clínica u hospital hoy ofrece alguna terapia con células madre, la gente debería ser cautelosa antes de someterse a alguna práctica. Antes, debe averiguar si la institución tiene aprobación del Incucai y debe ser gratuita. La única terapia que ya está siendo usada desde hace años es la de células de la médula ósea para enfermedades de la sangre".

Para Pitossi, se necesitará más de una década para sortear las dificultades que hoy enfrenta el desarrollo de este tipo de terapias: "Todavía falta saber dónde van las células madre adultas cuando se inyectan y cómo interactúan con el organismo", mencionó.

Todos apuestan a que la gente viva más y mejor. Pero aún quedan las respuestas básicas por resolver. "Estamos haciendo una revolución sobre el envejecimiento. Ahora conocemos mecanismos moleculares que son comunes a varias especies -desde los gusanos, pasando por las moscas, hasta los seres humanos- que se encargan de la longevidad de los organismos", contó el argentino Javier Apfeld, científico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. Este científico se dedica a experimentar con el gusano Caenorhabditis elegans. Este organismo mide tan solo un milímetro de longitud y es uno de los favoritos para los que estudian el envejecimiento: es muy simple y de muy fácil mantenimiento en el laboratorio. Apfeld reconoce, sin embargo, que todavía no se sabe bien por qué se envejece.

"Hay varias hipótesis, y eso habla de lo poco que sabemos aún", sostuvo Apfeld. Hay dos grupos de hipótesis que intentan explicar el envejecimiento. Unas se basan en que el organismo sigue una especie de organigrama biológico con tiempo limitado. Otras hipótesis, llamadas del "error", postulan que ciertos "asaltos" ambientales (como los radicales libres) hacen que células y órganos se vayan dañando hasta frenar su funcionamiento y causar la muerte.

Con estas hipótesis por detrás, se llevan adelante los diferentes estudios: se testea la acción de los antioxidantes como un camino para evitar el daño que los radicales libres producen sobre las células (asociado a enfermedades como cáncer y mal de Alzheimer). Otra posibilidad en estudio es la enzima telomerasa, que podría llegar a usarse en fármacos rejuvenecedores. Se investiga, además, la restricción de calorías (consiste en una ingesta controlada de comida, que puede ser riesgosa y todavía está en experimentación) y la melatonina, una hormona que produce el mismo cuerpo, pero que podría darse como suplemento para desacelerar el envejecimiento.

Contra los males del cerebro en particular, se buscan varias alternativas. "Para combatir los daños de los ataques cerebrovasculares -cuenta el neurólogo Conrado Estol-, se están desarrollando dispositivos que funcionan como un sacacorcho que extrae los coágulos en el cerebro. También se buscan fármacos nuevos para dar a los pacientes durante las primeras horas de los ataques cerebrovasculares. En la actualidad, mueren 7 millones de personas en el mundo por esas enfermedades".

Aunque se esperan buenos resultados de las investigaciones en curso en diferentes laboratorios del mundo, el doctor Estol resaltó que "la gente debe apostar a la prevención: el 80 por ciento de los ataques cerebrovasculares se pueden prevenir si no se fuma, se hace actividad física y se sigue una alimentación saludable". Y agregó: "No nos engañemos pensando en el futuro. Hoy podemos hacer una inversión importante con simples acciones, como dejar el cigarrillo y tomarnos la presión arterial".

Hay mucho para hacer tanto a nivel individual como a nivel comunitario. La cuestión no es sólo agregar años a la vida sino también calidad, dijo a Clarín Richard Suzman, director de investigación social y comportamiento, del Instituto Nacional de Envejecimiento de los Estados Unidos. "Se necesita sumar años libres de discapacidad, más los ahorros y las finanzas para pagar la expectativa de vida aumentada", señaló.

Para este científico, las claves para estirar hoy la vida son: "Una buena nutrición materna e infantil, vacunaciones adecuadas, una educación extendida, un sistema de salud sólido, no fumar, hacer actividad física y evitar el sobrepeso y la obesidad".

"La innovación tecnológica en la medicina permitió que la gente viva más. Por ejemplo, más personas que sufren infartos sobreviven. Pero si queremos llegar a los 120 años, los países deberían tener programas específicos sobre envejecimiento, incluyendo la inversión en investigación y la salud mental", opinó Suzman. En este punto, los especialistas consultados resaltaron el rol de los tomadores de decisión política, desde los intendentes hasta los presidentes. Porque ya hay mucha evidencia sobre cambios urbanos que deberían realizarse hoy. "Las ciudades deberán adaptarse para alojar a más personas mayores y para prevenir un envejecimiento saludable. En Buenos Aires, casi no se puede correr por las calles. Ni se puede andar bien en bicicleta", dijo a Clarín Alberto Palloni, investigador en demografía de la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, y chileno de nacimiento, quien ha visitado la capital argentina en varias oportunidades. "Las autoridades deberían poner en marcha más acciones continuas para que la gente viva más saludablemente. No se trata sólo de tomar acciones individuales".

Aunque mucho se dice, poco se promueve la buena alimentación, basada en el consumo de más frutas y verduras y menos carnes rojas de manera sostenida. "Hay que sufrir menos estrés y alentar la meditación, que está comprobado que ayuda mucho para mejorar la calidad de vida", agregó Palloni. "El gran desafío es cómo hacer para que se adopten las recomendaciones que ya sabemos que son efectivas -reconoció Palloni-, si la gente tiene que ir a tres trabajos y viajar 3 horas por día. En esas condiciones económicas, se hace difícil seguir hábitos saludables".

Claves
Lo que se estudia: La posibilidad de superar la barrera de los 100 años en buen estado.

Dónde se investiga: En Estados Unidos y en Europa.

En Argentina: En el Instituto Leloir y otros institutos del Conicet.

Todo sea para preservar las habilidades
Destreza cognitiva

Ejercitar el cerebro ayuda a luchar contra el deterioro cognitivo. Una investigación sugiere que navegar por Internet también serviría para preservar habilidades mentales al envejecer. En la Universidad de California, en Estados Unidos, probaron que los adultos mayores que comienzan a usar la Web experimentan a los pocos días una mejor función cerebral. Hacer crucigramas también ayuda. Buscan más opciones beneficiosas.

Beneficios que mejoran la calidad de vida
Actividad física

El ejercicio físico activa zonas cerebrales y, en combinación con acciones musculares y reacciones fisiológicas, produce un aumento de flujo sanguíneo. También mejora la respiración, el ritmo cardíaco y ayuda a ejercer un control del sistema sensorial y propioceptivo para generar equilibrio. Sus beneficios son tan amplios que todavía se investigan para saber más detalles que ayuden a mejorar algunos síntomas de la vejez.

Los ritmos alterados, un grave riesgo
Hormonas

Con los años, se produce una alteración en el ritmo de producción de las hormonas. Su delicada armonía se ve afectada, por ejemplo, en el caso de la melatonina, que es vital para lograr un sueño reparador. Se sabe que, con el envejecimiento, la secreción de melatonina disminuye aproximadamente un 50 por ciento. Esas variaciones, en general, provocan un mayor riesgo de sufrir arritmias o infartos de miocardio.

En animales, las dietas estrictas alargan la vida
Restricción calórica

Hace 60 años, en la Universidad de Cornell, se sometió a ratas a una dieta muy baja en calorías, y se observó un aumento de un 33 por ciento en su límite de vida. Luego vieron que las ratas mantenidas con dietas hipocalóricas extendían su juventud y sufrían menos enfermedades. Desde entonces, y pese a que es un punto polémico, en varios lugares intentan averiguar los efectos que esas dietas restrictivas podrían tener en los humanos.

Hacer búsquedas en internet reactiva el cerebro adulto

Científicos proponen usarlo como terapia cognitiva para ejercitar, estimular y mejorar la función del cerebro.

Científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) han puesto a prueba a personas de mediana edad y de edad avanzada, con y sin conocimientos previos de internet, y han usado la resonancia magnética funcional para averiguar cómo se comportaban sus cerebros al hacer búsquedas en internet. Así han descubierto que usar los buscadores mantiene sus cerebros mucho más activos que otras actividades como la lectura. Además han visto que es capaz de estimular los cerebros de los no iniciados, en tan sólo una semana con una hora diaria de 'ejercicio', hasta los mismos niveles de activación de los más expertos. Este inesperado efecto, sobre todo en pacientes de edad avanzada, abre la puerta a su uso en terapia cognitiva.
Por Rubén Caro.

Resonancia magnética funcional de un cerebro leyendo (izquierda) y realizando búsquedas en internet (derecha). Foto: UCLA
Es habitual que en una conversación casual surja el tema de la proximidad de las nuevas generaciones con la tecnología. Nuestros niños y jóvenes crecen entre los omnipresentes teléfonos móviles, las indispensables consolas de videojuegos, y preguntan antes a los buscadores de internet que a sus padres o a sus amigos.

Entonces inevitablemente la conversación llega a un punto en el que se pone de manifiesto la presunta ineptitud de los adultos presentes a la hora de interactuar con esas cosas. En todas las familias existe la figura del manitas tecnológico que se encarga de conectar la videocámara a la televisión porque los demás se declaran no aptos. Y quien dice conectar la videocámara, dice descargar fotos del móvil, reproducir un vídeo desde un pendrive usando el reproductor de DVD, o buscar información en una enciclopedia de internet sobre aquello que dijo el médico en la última revisión.

Buscar en internet es beneficioso

Según el estudio, efectuado en dos etapas, llevado a cabo por científicos de la Universidad de California en Los Ángeles ( UCLA ), parece que no deberíamos dejar en manos de otros las tareas que impliquen hacer búsquedas en internet. De hecho resulta ser beneficioso llevar a cabo este tipo de actividad, sobre todo para aquellos menos habituados.

"Los resultados del estudio muestran que las tecnologías informáticas emergentes podrían tener efectos fisiológicos y potencialmente beneficios para sujetos de mediana edad y edad avanzada", dice el doctor Gary Small, profesor en el Instituto Semel de Neurociencia y Comportamiento Humano en UCLA, "Las búsquedas en internet ponen en marcha una compleja actividad cerebral, que puede ayudar a ejercitar y mejorar la función cerebral".

Leer libros y buscar en internet

Para el estudio inicial se usaron 24 voluntarios neurológicamente normales de entre 55 y 76 años de edad. La mitad tenían experiencia previa en búsquedas en internet. La otra mitad no. La edad, el nivel cultural y la distribución de sexos era similar entre las dos mitades. Los participantes fueron sometidos a la monitorización mediante resonancia magnética funcional, mientras realizaban actividades de lectura de libros y búsquedas en internet.

Mientras leían libros, todos los participantes mostraron gran actividad cerebral en las zonas de control del lenguaje, la lectura, la memoria y las habilidades visuales del cerebro. Cuando realizaban búsquedas en internet, los sujetos sin experiencia previa mostraron una actividad cerebral muy similar a la registrada mientras leían. Sin embargo, los voluntarios que tenían experiencia haciendo búsquedas en internet activaron otras regiones cerebrales además de las usadas para leer. Mostraron moderada actividad en las zonas de toma de decisiones y de razonamiento complejo del cerebro.

Imágenes de los cerebros de un sujeto con experiencia (abajo) y de uno sin experiencia previa (arriba) , mientras leen (derecha) y mientras buscan en internet (izquierda). Foto: UCLA
De hecho, en las imágenes tridimensionales de los cerebros de los inexpertos se podían contar un promedio de 8.646 voxels (pixels volumétricos, unidades de imagen tridimensional) activos, mientras que en los cerebros de los expertos había un promedio de 21.782 voxels activos. Más del doble.

Tras 7 días todos estaban al mismo nivel

Tras estos resultados, los participantes realizaron una hora diaria de búsquedas en internet durante siete días. Entonces se les volvió a someter al mismo procedimiento, obteniendo resultados bastante elocuentes.

Los sujetos sin experiencia en la etapa anterior, que ahora tenían una semana de experiencia, mostraron una activación cerebral muy similar a la de los que sí tenían experiencia antes. Es decir, que sólo con pequeños ejercicios de una hora durante siete días habían conseguido cablear y activar regiones del cerebro que antes permanecían inactivas.

El cerebro se mantiene receptivo con la edad

"Hemos visto que en personas de edad avanzada con experiencia mínima, hacer búsquedas en internet, incluso durante un periodo relativamente corto de tiempo, puede cambiar los patrones de actividad cerebral y mejorar el funcionamiento", sentencia Small.

Esto contradice la concepción erróneamente generalizada de que los cerebros adultos o envejecidos no mantienen la capacidad de aprender y reestructurarse para incorporar nuevas habilidades. El doctor afirma que "una tarea simple y rutinaria como buscar en internet parece mejorar las conexiones cerebrales en adultos mayores, demostrando que nuestros cerebros son sensibles y pueden seguir aprendiendo mientras nos hacemos viejos".

Uso terapéutico de internet

Su compañera de investigación, la doctora Teena D. Moody, va más allá diciendo que "los resultados sugieren que la búsqueda en internet puede constituir una forma simple de ejercicio cerebral que puede ser empleado para mejorar la cognición en adultos de edad avanzada". Esto deja la puerta abierta para el uso terapéutico de algo tan accesible como la búsqueda en internet.

A partir de ahora parece más beneficioso para toda la familia que sean los más mayores los que se encarguen de hacer las búsquedas en internet, en lugar de los jóvenes ya habituados. Y no hay excusas, cuanta menos sea la experiencia previa mejores serán los efectos.

Un derrame de iluminación

La Dra. Jill Bolte Taylor es una neuroanatomista estadounidense especializada en el estudio post mortem del cerebro. También es la vocera nacional en Estados Unidos del Centro de suministros de tejidos cerebrales de Harvard.
La Dra. Bolte sufrió un derrame cerebral en el hemisferio izquierdo de su cerebro en diciembre de 1996, experiencia de la cual tardó 8 años en recuperarse.
En febrero de 2008 ofreció la siguiente conferencia en el congreso TED, narrando su experiencia y los descubrimientos derivados de ella. El mismo año 2008, la revista TIME la nombró una de las 100 personas más influyentes del mundo.


Un derrame de iluminación - Parte 2

La Vida por Regina Brett

Escrito por Regina Brett, 90 años, de "The Plain Dealer", Cleveland, Ohio

Para celebrar la llegada a mi edad avanzada, una vez escribí las 45 lecciones que la vida me ha enseñado. Es la columna más solicitada que jamás había escrito. Mi odómetro llegó a los 90 en agosto, así que aquí les va la columna una vez más.


1. La vida no es justa, pero aún así es buena.
2. Cuando tengas duda, sólo toma el siguiente paso pequeño.
3. La vida es demasiada corta para perder el tiempo odiando a alguien.
4. Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos y familia sí. Mantente en contacto.
5. Liquida tus tarjetas de crédito cada mes.
6. No tienes que ganar cada discusión. Debes estar de acuerdo en no estar de acuerdo.
7. Llora con alguien. Alivia más que llorar solo.
8. Está bien si te enojas con Dios. El lo puede soportar.
9. Ahorra para el retiro comenzando con tu primer cheque de nómina.
10. Cuando se trata de chocolate, la resistencia es inútil.
11. Haz las paces con tu pasado para que no arruine el presente.
12. Está bien permitir que tus hijos te vean llorar.
13. No compares tu vida con otros. No tienes ni idea de lo que se trata su travesía.
14. Si una relación tiene que ser secreta, no debes estar en ella.
15. Todo puede cambiar en un parpadear de ojos. Pero no te preocupes, Dios nunca parpadea.
16. Respira profundamente. Esto calma la mente.
17. Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o gozoso.
18. Si algo no te mata, en realidad te hace más fuerte.
19. Nunca es demasiado tarde para tener una niñez feliz. Pero la segunda depende de ti y de nadie más.
20. Cuando se trata de perseguir aquello que amas en la vida, no aceptes un " no" por respuesta.
21. Enciende las velitas, utiliza las sábanas bonitas, ponte la lencería cara. No la guardes para una ocasión especial. Hoy es especial.
22. Prepárate de más, y después sigue la corriente.
23. Sé excéntrico ahora. No te esperes a ser viejo para usar el morado.
24. El órgano sexual más importante es el cerebro..
25. Nadie está a cargo de tu felicidad, más que tú.
26. Enmarca todo supuesto "desastre" con estas palabras: "En cinco años, ¿esto importará?"
27. Siempre elige vida.
28. Perdónales todo a todos.
29. Lo que las otras personas piensen de ti, no te incumbe.
30. El tiempo sana casi todo. Dale tiempo al tiempo.
31. Por más buena o mala que sea una situación, algún día cambiará.
32. No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.
33.. Cree en los milagros.
34. Dios te ama por lo que Dios es, no por lo que hayas hecho o dejado de hacer.
35. No audites la vida. Sólo llega y aprovéchala al máximo hoy.
36. Llegar a viejo es mejor que la alternativa--- morir joven.
37. Tus hijos sólo tienen una niñez.
38. Todo lo que verdaderamente importa al final es que hayas amado.
39. Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.
40. Si todos apiláramos nuestros problemas y viéramos los montones de los demás, rápido arrebataríamos de regreso los nuestros.
41. La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas.
42. Lo mejor está aún por llegar.
43. No importa cómo te sientas... párate, arréglate y preséntate.
44. Cede.
45. La vida no está envuelta con un moño, pero sigue siendo un regalo.

Hoy recibí uno de esos mails que se distribuyen por todo el mundo en segundos y que yo, a veces ni siquiera abro, pero por proceder de una buena amiga que conozco lo suficiente como para saber que no envía cadenas, le di una mirada. Era un listado de “45 Lecciones de Vida” escrito alguna vez por una señora que ya alcanzó los 90 años… Y como las 5 primeras me parecieron interesantes, ni corto ni perezoso me puse a buscar en Internet información sobre la señora, y lo que encontré me sorprendió.

La autora, Regina Brett es una columnista en activo del diario The Plane Dealer, de Ohio, USA, finalista por dos años consecutivos (2008 y 2009) para el Premio Pullitzer, y dista mucho de tener 90 años. Acaba de cumplir 53, pero su historia personal –que pasa por experiencias tan difíciles como el cáncer de mama- y su capacidad para poner en palabras la cotidianidad la llevaron a escribir esas “45 Lecciones de Vida” con mucho tino cuando cumplió los 50 en el 2006, que poco después completó con otras “5 Lecciones para crecer”.-


Regina Brett

Receta para llegar a los 100 años

Estudio África realizado sobre personas de entre 90 y 107 años de Edad.


Hay un tema que obsesiona al ser humano desde siempre y, aunque ahora no parezca, le produce más desvelos que la escalada del dólar y la inflación. Ese tema es el de la finitud humana, el estar arrojados a la vida sin saber jamás cuánto durará esa aventura.

Las estadísticas dicen que en los últimos años la cantidad de personas del planeta con más de 80 años aumentó casi un 240%. ¿Pero todos están en condiciones de ser longevos? Al compás de los tiempos, la ciencia moderna transformó la búsqueda de elixires o de pócimas máximas para la juventud eterna en algo más racional.

Así las cosas, hoy puede decirse que en buena parte la extensión de la vida de una persona puede medirse en virtud de cuántos factores de riesgo acumula. Y aquellos ligados con la salud cardíaca y vascular son fundamentales, dado que son éstas las afecciones que mayor número de muertes causan en el mundo.

El doctor Carlos Paterno, presidente de la Sociedad de Cardiología de Buenos Aires, diseñó un estudio que llamó "Asociación de factores de riesgo coronario en la ancianidad (Africa)", a través del que estudió 148 personas de más de 90 años.

"Trabajé con el doctor Juan Carlos Giménez, presidente del comité de prevención cardiovascular de la Sociedad de Cardiología de Buenos Aires -explicó Paterno-. Queríamos ver con qué factores de riesgo cardiovascular (colesterol alto, hipertensión arterial, sobrepeso, tabaquismo, sedentarismo) llegaban las personas a los 90 años o más y, sobre todo, qué asociación entre esos factores era tan perniciosa que hacía que no llegaran: es decir, si una mayoría de nonagenarios no tenía esa asociación significaba que la muerte se había producido antes."

El cardiólogo explicó que la condición para que los pacientes ingresaran en el estudio fue que estuvieran lúcidos y fueran autovalentes, es decir que hubieran llegado solos o en compañía de un familiar al consultorio (participaron centros públicos y privados), capaces de mantener una relación afectiva y racional con el médico, como para responder a sus preguntas.

"Todos eran residentes urbanos -agregó Paterno-, de Capital Federal, Córdoba, Chubut y Santa Fe; 104 mujeres y 44 hombres en total. Es sabido que la mujer vive más que el varón."

Corazones sanos

Entre los estudiados, tan sólo el 22% tenía alto colesterol. "Fue llamativo -dijo Paterno-. Porque en la población adulta al menos el 50% tiene perfil lipídico alterado." Los resultados confirman que el colesterol alto es el factor más importante para desencadenar la enfermedad aterosclerótica (acumulación de grasa en las arterias), asociada al riesgo de infarto y de otras patologías cardiovasculares.

En cuanto a la hipertensión arterial, los resultados preliminares del estudio Africa demostraron que la mitad de los mayores de 90 años eran hipertensos, pero todos ellos habían comenzado a serlo a partir de los 75.

"Es decir -explicó-, a consecuencia de la arteriosclerosis o endurecimiento de las arterias. No a partir de los 40 o 50 años, porque quienes fueron hipertensos desde esa edad no habían llegado a los 90."

El cardiólogo agregó que el estudio demuestra que la hipertensión anticipa la muerte, aunque aún no se sabe si ocurre igual cuando el problema, aunque surja en la cuarta o quinta década de la vida, recibe tratamiento.

"Recién en los últimos 30 años tuvimos fármacos antihipertensivos cada vez más más eficaces -dijo-. Dentro de 30 años se verá en aquellos tratados si llegaron a los 90 o no, de ser así debería haber una población más alta de pacientes mayores hipertensos."

Los investigadores buscaban especialmente qué asociación de factores de riesgo ponía más en peligro la longevidad. Y vieron que sumar hipercolesterolemia a hipertensión arterial era especialmente amenazante: sólo llegaron 9 mujeres. El cardiólogo indicó que los resultados de esta perniciosa asociación demuestran que conviene tratar los factores de riesgo aunque los pacientes sean añosos.

En materia femenina, el estudio Africa mostró que 53 de las 148 mujeres estudiadas habían tenido su menopausia entre los 45 y los 50 años, en tanto que 22 habían dejado de menstruar entre los 51 y los 60 años. Sólo 10 lo hicieron en forma prematura, es decir, entre los 36 y 44. Paterno mencionó que esto reconfirma el papel protector de los estrógenos -hormonas femeninas por excelencia- en la salud de la mujer. "Por eso la menopausia temprana no sería un buen predictor de longevidad", agregó.

En materia de diabéticos, Africa mostró que sólo un 5,4% de los nonagenarios (sólo 8 personas) padecía la enfermedad, en su tipo no insulinodependiente. "Es probable que no lleguen a esa edad muchos diabéticos -reflexionó Paterno-, seguramente porque no se manejaron bien sus complicaciones cardiovasculares."

La genética dio su nota: el 40% de los nonagenarios tenía algún familiar consanguíneo que había llegado también a esa edad. Por otra parte, se analizó la nacionalidad y origen de las personas. "El 70% eran argentinos y el 30% extranjeros. Pero al buscar entre los padres había sólo un 25% que era argentino descendiente de argentinos y, en cambio, un 40% de argentinos descendiente de europeos."

El secreto: la moderación

Claro, no todo es cuestión del ADN y sus misterios. "También influyen el medio ambiente y los hábitos -dijo el cardiólogo-, y en este sentido encontramos que el 70% de las personas estudiadas estaba en su peso. Esto es fácil de comprobar, no hace falta ser médico: ¿cuántos obesos de 90 años vemos caminar por las calles?"

Paterno habló duramente de la obesidad: "Es el factor común que desencadena los otros, como diabetes, colesterol, hipertensión arterial. Y el progenitor de la obesidad es el sedentarismo. Por eso hoy en día se considera que ser activo protege muchísimo, aunque se tenga sobrepeso."

En materia de bebidas alcohólicas, la mitad de los encuestados tomaba una copa de alcohol (vino tinto) con las comidas. "Atención con este dato -sonrió con picardía Paterno-. No se trata de que el vino sea un factor protector, sino que tomarlo dentro de un contexto de moderación no empeora las cosas. Porque quizá la clave de estas personas es que son controladas, disciplinadas, tienen hábitos de vida, casi todas son caminadoras, o realizan actividades organizadas semanalmente, como ir a la sociedad de fomento, jugar bochas, visitar a sus nietos. Todo parece indicar que llegan los metódicos."

Por Gabriela Navarra
De la Redacción de LA NACION

La dieta de la longevidad

  • A la hora de sentarse a la mesa, una proporción importante de los nonagenarios come a diario lácteos, verduras y frutas. "Y entre 1 y 3 días a la semana carnes blancas, rojas y huevo -dijo el doctor Carlos Paterno-, pero menos carne roja que blanca."

El cigarrillo prácticamente no figuró entre sus hábitos: 84 mujeres nunca habían fumado y 15 habían dejado de hacerlo, en tanto que 23 hombres nunca habían consumido tabaco y 19 lo habían abandonado. "Sólo fumaban 4 mujeres y 2 varones", dijo Paterno, y aclaró que muy poco.-

Mitad bebés nacidos en primer mundo vivirá hasta los 100 años

LONDRES (Reuters) - Más de la mitad de los bebés nacidos en las naciones ricas durante la actualidad vivirán hasta los 100 años si las actuales tendencias de esperanza de vida se mantienen, según investigadores daneses.

El creciente número de personas ancianas podría presentar mayores desafíos para los sistemas sociales y de salud, aunque la investigación mostró que está situación podría ser mitigada por el hecho de que la gente se mantiene más saludable que en años anteriores.

"Vidas muy largas no son el privilegio distante de remotas futuras generaciones, tener vidas muy largas es el destino probable de mucha gente viva actualmente en los países desarrollados", escribió Kaare Christensen del Centro de Investigación de Envejecimiento Danés, en un estudio publicado en la revista médica Lancet.

El estudio usó Alemania como un caso de estudio y mostró que para el 2050, su población será sustancialmente más vieja y pequeña que ahora, una situación que, según el documento, ahora es típica de las naciones ricas.

Esto significa que menor fuerza de trabajo en las naciones ricas tendrá que llevar una mayor carga de crecientes pensiones y requerimientos de salud de los más ancianos.

Muchos Gobiernos en las naciones desarrolladas ya están tomando medidas tendientes a elevar la edad de retiro para tratar de lidiar con las poblaciones envejecidas.

Los investigadores señalaron que ésta era una estrategia importante, y agregaron que si el trabajo a tiempo parcial era considerado para una mayor cantidad de la fuerza de trabajo, eso podría tener aún más beneficios.

"Si la gente en sus 60 e inicios de sus 70 años trabajaran mucho más de lo que hacen actualmente, la mayoría de la gente podría trabajar menos horas por semana", escribieron.

"Evidencia preliminar sugiere que semanas de trabajo acortadas sobre vidas de trabajo extendidas pueden por lejos contribuir a incrementar la salud y esperanza de vida", apuntó.

¿VIVIR MEJOR?

Christensen y sus colegas dijeron que en los países desarrollados se han visto grandes aumentos en la esperanza de vida, de más de 30 años, durante el siglo XX.

Y las tasas de mortalidad en las naciones con las mayores esperanzas de vida, como Japón, Suiza y España, sugieren que, incluso si la mitad de las condiciones no mejoran, tres cuartos de los bebés vivirán para celebrar su cumpleaños número 75.

"Pero las expectativas de vida deberían seguir mejorando al mismo ritmo, la mayoría de los bebés nacidos en las naciones ricas desde el año 2000 puede esperar vivir hasta 100 años", escribieron.- Kate Kelland

Día Internacional de las Personas de Edad

Mensaje del Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-moon, con ocasión del Día Internacional de las Personas de Edad. 1° de octubre de 2009.

«Décimo aniversario del Año Internacional de las Personas de Edad: hacia una sociedad para todas las edades»


01 de octubre, 2009 . El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, instó hoy a implementar políticas que mejoren las condiciones de vida de las personas mayores, permitiéndoles que utilicen sus capacidades y ejerzan su independencia, además de brindarles el apoyo y los cuidados pertinentes para su edad.

En su mensaje con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, Ban recordó que hace diez años se lanzó una iniciativa para construir una “sociedad para todas las edades” en la que destaca una serie de principios para el bienestar y dignidad de los ancianos de todo el mundo.

Agregó que los programas nacionales de desarrollo deben incluir a las personas de la tercera edad como agentes y beneficiarios.

El titular de la ONU también llamó a ponerle fin a la discriminación, los abusos, la falta de atención y la violencia contra las personas mayores.

“Urjo a los Estados a establecer la protección legal necesaria y exhorto a los líderes mundiales a ayudar a los países a crear las instituciones que permitan alcanzar este objetivo”, concluyó Ban Ki-moon.-

"Si hemos de ofrecer una auténtica esperanza a los desesperados, si queremos hacer verdadera realidad la recuperación económica, tenemos que hacerlo pensando en todas las naciones y en todas las personas. Juntos, estamos aquí para arriesgar, para asumir nuestra carga de responsabilidad, para estar a la altura de un momento excepcional, para hacer historia". Ban Ki-moon - 23-9-2009

¿Qué puede hacer nuestro cerebro con nosotros?

Vilayanur S. "Rama" Ramachandran explora los límites de las neurociencias y la filosofía. Un "cazador de mitos" muy arraigados que la ciencia desnuda aunque en ocasiones nos empeñamos en sostener.



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V.S. Ramachandran nació en Tamil Nadu, India hijo de un diplomático Indio, y pasó gran parte de su juventud en el extranjero, en Asia e India.

Es un neurólogo conocido por su trabajo en los campos de la neurología de la conducta y de la psicofísica. Actualmente es director del Center for Brain and Cognition, profesor en el departamento de psicología y neurociencias en la Universidad de California, San Diego, y profesor adjunto de biología en el Instituto Salk de Estudios Biológicos.

Ramachandran obtuvo inicialmente su título de Medicina en el Stanley Medical College en Madras, India, y posteriormente obtuvo su doctorado en el Trinity College en la Universidad de Cambridge. Los primeros trabajos de Ramachandran fueron sobre la percepción de la visión, pero es más conocido por sus experimentos en neurología de la conducta, los cuales, a pesar de su aparente simplicidad, han causado un profundo impacto en la forma en la que pensamos sobre el cerebro.

Ramachandran ha sido elegido como miembro del All Souls College, Oxford, y del Royal Institution, Londres (que también le ha entregado la medall Henry Dale). En el 2003 protagonizó las Reith Lectures en la BBC, y en el 2007, el presidente de la India le otorgó el título de Padma Bhushan. Richard Dawkins le ha llamado “El Marco Polo de la Neurociencia”, y Eric Kandell le bautizado como "el Paul Broca moderno". La revista Newsweek le nombró miembro de "El Club del Siglo", como una de las "100 personas más prominentes a las que seguir" en el siglo 21.

Ramachandran ha seguido dos carreras paralelas; una, en el estudio de la percepción visual, usando métodos de psicofísica, que le permite crear inferencias sobre lo que una persona está viendo basándose en lo que describen, y otra, en neurología, en particular dirigida a explicar varios síndromes neurológicos. Se le atribuye a Ramachandran el uso de la retroalimentación visual para tratar el dolor del miembro fantasma (la caja con espejo), la rehabilitación de afectados por el impacto de Rayos, y del Síndrome del Dolor Regional Complejo. También es conocido por sus nuevos experimentos y especulaciones (junto con Edward Hubbard y David Brang) en el campo de la sinestesia y por haber suscitado un renovado interés por este fenómeno ignorado desde hace mucho tiempo. Sus trabajos más recientes se centran en la causa del autismo.

Ramachandran ha publicado unos 180 artículos en publicaciones científicas. Veinte han aparecido en la muy prestigiosa publicación científica Nature, y muchos otros han aparecido en revistas como |Sciente, Nature Neuroscience, Perception y Vision Research. El autor del famoso libro Fantasmas en el Cerebro que ha sido traducido a nueve lenguas y ha sentado la base de una serie en dos partes de Channel 4 TV de la BBC (Reino Unido) y un programa especial de una hora para la PBS (EEUU). Es el editor de la Enciclopeida del Cerebro Humano (2002), y es coautor de la columna bimestral "Illusions" en "Scientific American Mind.-

Día Mundial del Alzheimer - 19/Sept.

En la actualidad el Alzheimer afecta a más de 251 millones de personas en el mundo. Esta cifra debe duplicarse, por lo menos, ya que también tiene efectos en el entorno familiar del paciente. Los hijos tratan de hacer lo mejor para sus padres y a la vez intentan explicar las causas del estado de su abuelo o abuela a los propios. Es aquí donde se presenta uno de los principales desafíos de la enfermedad. Observar a una persona querida atravesar por las etapas de una enfermedad neurodegenerativa como el Alzheimer puede generar miedo, incertidumbre, ansiedad, tanto en los niños como en los adultos. Los primeros no logran entender por qué su familiar no puede recordar quién es uno y los segundos se ven ante una situación difícil de explicar. Ante las diferentes situaciones que surgen es fundamental estar preparado para responder de forma adecuada a las manifestaciones emocionales de los hijos, ofreciendo apoyo y ánimo cuando sea necesario. “La enfermedad de Alzheimer cambia tanto la vida de la persona diagnosticada con la enfermedad como también la de las personas cercanas a ella".

Con frecuencia, quienes están a cargo de la persona que padece la enfermedad se descuidan a sí mismas y por lo tanto pueden ser afectados en forma secundaria por la enfermedad. Las investigaciones han demostrado que las personas que se dedican a esta clase de atención con frecuencia tienen mayor riesgo de sufrir depresión y otras enfermedades. Es muy importante que la familia y los cuidadores estén informados acerca de la enfermedad, la evolución de la misma y de cuáles son las cosas que pueden hacer; ya que mientras mejor informados estén respecto a la enfermedad de Alzheimer, más preparados estarán para poder enfrentarla” comenta la Lic. Catalina Raimondi, neuropsicóloga.

Anticipar las preguntas de los chicos

Cuando su hijo pregunta, debe responder con respuestas simples y honestas.

La enfermedad de Alzheimer suele originar preguntas tales como éstas: ¿Mi abuela está loca?

Se debe explicar que el Alzheimer es una enfermedad. Al igual que los chicos se resfrían o tienen dolor de panza, los adultos pueden tener enfermedades que hacen que actúen de manera diferente y se olviden de las cosas.

¿Mi abuela ya no me quiere más?

Una persona puede sentirse rechazada u ofenderse si su familiar con Alzheimer NO lo reconoce. Debe hacerse recordar que la enfermedad provoca que el abuelo se olvide de ciertas cosas, y a la vez resaltar que uno es importante en la vida de él y que hay que acompañarlo.

¿Es mi culpa?

Si la persona con enfermedad de Alzheimer acusa a su hijo de algún hecho – tal como cambiar el lugar de sus anteojos o llaves – su hijo puede sentirse responsable. Explíquele que no tiene la culpa de ello y que usted sabe que no es el responsable.

¿Yo tendré Alzheimer?

Explíquele a su hijo que la enfermedad de Alzheimer no es contagiosa, que por estar cerca de su abuelo no contraerá la enfermedad.

¿Qué pasará después?

Si usted cuidará a su familiar en su casa, prepare a sus hijos para los cambios que gradualmente tendrán. Es importante remarcar que la enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa y por lo tanto la enfermedad avanza y empeora con el tiempo. No sólo la persona puede tener pérdida de memoria severa que afecta las actividades diarias, sino que progresivamente se van a ir sumando otros síntomas como confusión, desorientación en lugares conocidos, colocación de objetos fuera de lugar, y problemas con el habla y/o la escritura. Si su hijo tiene dificultades para hablar sobre la situación o se aleja de su abuela intente iniciar la conversación usted. Pregúntele si ha notado algunos cambios en su familiar y cuáles han sido. Las observaciones de su hijo pueden dirigir naturalmente a una explicación de sus sentimientos y preocupaciones. Recálquele que está bien sentirse nervioso, triste o enfadado y que juntos encontrarán las mejores formas de transitar las situaciones que se presenten.

Mantenerse en contacto

La mayoría de los chicos se resiste a estar en contacto con su familiar con enfermedad de Alzhiemer. Los padres pueden incluirlos en actividades familiares, tales como poner la mesa juntos y organizar un paseo juntos, entre otras. El compartir tiempo libre es importante también. Mirar un álbum de fotos, escuchar música, cocinar recetas simples juntos, son algunas actividades que pueden estimular la conexión entre los chicos y sus abuelos.Para incrementar el entendimiento de sus hijos sobre la enfermedad de Alzheimer puede ayudar el leer libros apropiados a su edad sobre la enfermedad.

Es objetivo del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) brindar la máxima calidad en la prevención, diagnóstico y tratamiento de los trastornos cognitivos y conductuales tanto en adultos como en niños.Como parte del Día Internacional de la Enfermedad de Alzheimer propuesto por Organización Internacional de Alzheimer (ADI), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional de Alzheimer (ADI), el equipo multidisciplinario de profesionales de INECO produjo la obra de teatro “¿Quién ha robado mi memoria?”, destinada a nietos y bisnietos de personas con esta enfermedad. Con el objetivo de explicar de manera práctica y creativa las manifestaciones de la enfermedad de sus abuelos, fue exhibida el año pasado en el Auditorio del instituto y muy pronto se presentará nuevamente.-

¡Miénteme!

“Al ignorar la comunicación no verbal se puede ser engañado muy fácilmente” Paul Ekman.En la serie de televisión “Lie to me” el protagonista es un experto en detección de mentiras a partir de la lectura de ciertos gestos faciales y actitudes corporales.

Lejos de la ficción, el guión se basa en los trabajos que el psicólogo norteamericano Paul Ekman realiza desde hace casi 50 años. PERFIL habló con él acerca de su tarea y de sus sensaciones a la hora de ver su trabajo reflejado en la pantalla. Cómo hacer para desenmascarar a los mentirosos.


Por Luciana Díaz

Protagonista. Ekman inspiró al personaje del Dr. Lightman que interpreta Tim Roth en la ficción. Cal Lightman es el especialista en descubrir mentiras más importante del mundo. Un científico capaz de detectar cuánto hay de cierto en lo que alguien dice con sólo examinar las expresiones de su rostro, el tono de su voz y los movimientos de su cuerpo, y que por la calidad de sus trabajos es contratado por organismos gubernamentales y la policía para ayudar a resolver los crímenes más difíciles. Si bien ese es el eje central de la serie de televisión Lie to me (ver recuadro), en este caso cualquier similitud con la realidad no es pura coincidencia.

Ocurre que el trabajo de Lightman se inspira en los descubrimientos de Paul Ekman, un reconocido psicólogo norteamericano –de carne y hueso–, que desde hace casi 50 años intenta desentrañar la expresión y la fisiología de las emociones (creó el primer sistema para “leer” lo que dice un rostro más allá de las palabras) y que también se interesó por ahondar en qué hay detrás del engaño. PERFIL habló con él sobre sus investigaciones y para saber qué hay de cierto en las capacidades que despliega el actor Tim Roth en la ficción.

“El 80% de lo que se muestra en la serie se basa en estudios científicos que yo he realizado”, reconoció Ekman, quien además asesoró durante un tiempo a los guionistas y productores. Sin embargo, no se termina de identificar con el personaje central de Lie to me. “El es mucho más seguro de lo que yo alguna vez fui y resuelve los problemas mucho más rápido: en los apenas 42 minutos que dura un programa”, se rió. Y agregó: “Además, es mucho más arrogante que yo y no le importa mentirle a la gente con tal de obtener la verdad. Yo no estaría dispuesto a eso. Conozco al actor y me cae muy bien, pero lo cierto es que interpreta a alguien con una personalidad muy diferente a la mía”.

Microexpresiones. Hoy, a los 75 años, Ekman está dedicado a pleno a su Paul Ekman Group, LLC (PEG), una pequeña compañía que desarrolla métodos de entrenamiento para mejorar las habilidades para interpretar el lenguaje no verbal, pero durante 32 años fue profesor de Psicología en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California, en San Francisco. En los 70, Ekman determinó que existen más de 3.000 expresiones faciales diferentes y que si bien algunas son fáciles de reconocer y controlar, otras son involuntarias y prácticamente indetectables para el ojo no entrenado. Son las llamadas microexpresiones, que involucran 43 músculos de la cara y la atraviesan durante un cuarto de segundo. Son ellas, para Ekman, las que revelan las verdaderas emociones de una persona. Son comunes en todas las culturas y no se pueden fingir.

—¿Por qué cree que la gente y la mayoría de los científicos no son conscientes de la importancia de la comunicación no verbal?, preguntó PERFIL.

—Porque no es algo fácil de medir. Los científicos tienen que buscar formas de medir, y nadie pudo determinar cómo hacerlo. Hubo un gran neurólogo francés llamado C.B. Duchenne, que en 1862 publicó un tratado sobre las expresiones faciales pero fue prácticamente ignorado por todos, a pesar de que él se hizo bastante famoso por haber descripto y nombrado algunas enfermedades. Yo me apoyé en lo que él hizo. Duchenne empezó los trabajos para evaluar los rostros y un siglo después yo los terminé.

—¿Cualquier persona es capaz de detectar cuando alguien miente o es una suerte de don?

—Creo que a mucha gente le gusta pensar que puede discernir, pero la verdad es que sin entrenamiento especializado la mayoría de la gente no lo logra.

Según señaló, el entrenamiento dura unos cuatro días, y no tiene una explicación para responder por qué hay gente que consigue desarrollar la habilidad pero otra no lo logra nunca.


Maestro. En este sentido, Ekman escribió varios libros –La naturaleza de la emoción, Lo que revela la cara, Decir mentiras, Emociones reveladas, y Dalai Lama-Emotional Awareness, entre otros– y dicta cursos en los que enseña las claves de su técnica. Incluso editó videos para ayudar a reconocer los sutiles mensajes del rostro, donde explica que las siete emociones básicas –ira, disgusto, tristeza, felicidad, temor, desprecio y sorpresa– producen cambios en el rostro, la voz y el comportamiento interno del cuerpo. Y aporta las claves para interpretarlos. También ofrece un curso on line, llamado FACE.

Por su aporte al conocimiento acerca de cómo las expresiones y los gestos que despliega una persona son un reflejo directo de que ocurre en lo profundo del cerebro, la revista Time le eligió como una de las 100 personas más influyentes de 2009.

“Ekman logró convertir en ciencia la habilidad de leer las reacciones que surcan los rostros. A través de sus libros, sumado a su rol de asesor en la serie Lie to me, hizo llegar al público en general sus conocimiento acerca de cómo nos comunicamos en ausencia de palabras”, explicó la revista.

—¿Se puede describir el circuito cerebral involucrado en la lectura de las microexpresiones?

—La verdad es que no lo conocemos. Justo me acaban de proponer colaborar en el estudio de qué parte del cerebro está detrás cuando uno las lee. Me hizo una pregunta en la cual la investigación recién se está planteando.

—¿Cuál es la principal consecuencia de no tomar en cuenta la comunicación no verbal?

—Y... que se puede ser engañado con mayor facilidad. Se puede mentir muy fácilmente con las palabras. Uno le puede asegurar a la esposa que tuvo una sola pareja sexual antes que ella... quiero decir, se puede contar cualquier cosa con palabras. Lo único que le puede demostrar que la estoy engañando es mi voz, mi cuerpo, mis expresiones... al ignorar esto estamos ignorando una importante fuente de credibilidad.

Una ficción real

En enero de este año se estrenó en los Estados Unidos Lie to me, la serie de televisión que se basa en los trabajos realizados desde hace 50 años por Paul Ekman. En la Argentina, el debut fue el 20 de julio y se la puede ver los lunes a las 22 por Fox (canal 29 de Cablevisión y Multicanal; 32 de Telecentro), pero mañana hay una maratón especial con los capítulos 5, 6 y 7 que arranca a las 14.

PERFIL consultó a Ekman sobre sus sensaciones al ver su tarea reflejada en la pantalla.

“Por lo general, la serie me entretiene, pero la realidad es que no soy imparcial. No la disfruto como un espectador neutro de la misma manera en que puedo mirar The Wire, un programa que también estoy siguiendo. Es que en ese caso no tengo ninguna responsabilidad y entonces no me involucro tanto. Cuando veo Lie to me también estoy trabajando; de hecho la miro con una computadora al lado y cada semana escribo una columna (http://fox.com/blogs/lietome) donde aclaro cosas que no quedaron claras o pueden confundir”, dijo Ekman.

.—¿Alguna vez ayudó a resolver crímenes, como el personaje de la serie?

—Ocasionalmente trabajo con la policía para evaluar a un sospechoso o un testigo.

Desde que comenzó la serie, contó Ekman, su trabajo aumentó. Y le surgieron nuevas posibilidades de enseñar su técnica en otros países “aunque no en América del sur”, se lamentó.