El poder curativo de la Música

Sus infinitas combinaciones de sonidos rítmicos y armónicos tienen un efecto instantáneo y poderoso sobre el ánimo. Lo mejor es que para aprovechar el poder curativo de la música, los remedios que necesitas probablemente ya estén en tu colección de música.

Hace mil años, en Oriente, ya existían culturas como la Sufi que trabajaban la cura a través del sonido. Más cerca en el espacio y en el tiempo, a fines del siglo XVIII, el poeta romántico alemán Friedrich Novalis sintió que la esencia del hombre era musical. Que ante un estímulo sonoro agradable había que respuesta muscular instintiva, como si el cuerpo, más allá de la conciencia, tuviera que reconocer ese llamado primordial. Dos siglos más tarde estos mismos principios inspiraron una nueva práctica asistencial donde la música es el vehículo que pone en contacto al paciente con el terapeuta: la musicoterapia.

El entorno sonoro en el que cada individuo se mueve a diario tiene una influencia decisiva en la forma en la que teje sus vínculos afectivos y se relaciona con el mundo.

De hecho, la formación del aparato psíquico está relacionada, en sus momentos más arcaicos, con sonidos o ritmos tales como la cadencia de la respiración materna.

La Musicoterapia, entonces, se ha recortado como una veta específica para el trabajo de ciertas disfunciones que tienen que ver con la obturación del campo de la palabra, y en el cual se trabaja a partir de estímulos provocados por determinadas percepciones sonoras. Así, la música se transforma en una herramienta de trabajo esencial para la cura.

Diseña tu propia “receta” ¿Estas listo para tratarte con canciones? Sigue esta guía, usando tu música preferida.

CONTRA LA DEPRESIÓN

La investigación: A 20 hombres y mujeres, entre los 61 y 68 años de edad, que escucharon piezas conocidas mientras practicaban diversas técnicas de reducción de estrés -sin la ayuda de un terapeuta musical- les mejoró el ánimo y les disminuyó la depresión; según un estudio de ocho semanas de la Escuela de Medicina de la Universidad Stanford. Mientras tanto, un grupo de control que no se benefició de la música ni de los ejercicios, no mejoró. Si usted se siente deprimido, busque tratamiento médico. Pero si está sencillamente triste, pruebe este enfoque musical:
La mejor música: temas alegres, enérgicas y rítmicas. Dependiendo de su gusto, podría ser una rítmica pieza como “La Macarena” , o “Beso a beso”, de la Mona Jiménez.
Cómo hacerlo: Mientras suena la música, realiza ejercicios rápidos, dependiendo de tu estado físico. Deja que la música te mueva. Mantén los movimientos suaves y fluidos. Respira al compás de la música. Con cada nueva frase musical, encuentra una forma diferente de moverte. Vuelve suavemente al reposo cuando termine la música.

CONTRA EL INSOMNIO

La investigación: Según un estudio de la Universidad de Louisville, la música clásica ayudó a que 24 de 25 personas con problemas de insomnio, se durmieran más rápidamente durante períodos más largos o volvieran quedarse dormidas con más facilidad luego de de spertar en medio de la noche.

La mejor música: Pieza suaves, melódicas y lentas. Los participantes en el estudio escucharon la “Música acuática” de G.F. Haendel, el Canon en Re, de Pachelbel y “Las cuatro estaciones” de Vivaldi.

Cómo hacerlo: Comienza a relajarte después de cenar. Omite el café de la noche, y evita las llamadas telefónicas después de las 21 horas. Escucha música más suave y calmada a medida que se acerque la hora de acostarte. Sigue escuchando en la cama. Descansa sin moverte, respirando profundamente.

CONTRA EL ESTRÉS

La investigación: Muchos estudios han encontrado que las melodías suaves pueden calmar la ansiedad y aquietar el ritmo cardíaco y la presión arterial, inclusive bajo condiciones de mucho estrés. “El estrés cotidiano también responde a la música”, dice la Dra. Hanser de la Escuela de Música Berklee.

La mejor música: “Busque algo que capte su atención, para que las preocupaciones del día -sobre lo que ha sucedido más temprano y sus planes sobre lo que podría suceder en el futuro se desvanezcan”, dice la Dra. Hanser. Usted quiere liberar su mente y dispararse. La música debe captar su atención y al mismo tiempo relajar su cuerpo. Por ello, todo vale. La música lenta -una balada cantada por Julio Iglesias, un bolero de Luis Miguel o un instrumental lento (el violín es una magnífica opción)- podrían ser perfectas. Pero si una pieza lenta le da tiempo a tu mente para preocuparse, cambia de táctica y considera algo movido.

Cómo hacerlo: Siéntate o acuéstate cómodamente donde no te molesten. Después de escuchar unos minutos, añade un ejercicio de relajamiento. Comenzando por los pies, tensa suavemente y luego afloja los músculos. “Puede sentirse fresca después de tan sol o diez minutos”, dice la Dra. Hanser. “Más tarde, tal vez podrá pensar con más claridad y emprender el resto de sus días con una actitud más positiva y relajada”.

CONTRA EL DOLOR

La investigación: Los malestares físicos se pueden aliviar con melodías fluidas y ritmos que la distraigan, dicen los terapeutas de música y los investigadores. Un estudio de la Universidad de Yale, encontró que las personas que escuchan su música preferida mientras están despiertas durante una cirugía, necesitaban menos cantidad de sedantes y analgésicos que quienes no la escuchaban. La música puede traer un alivio temporal a los dolores de corta duración así como a molestias más duraderas como la artritis y osteoporosis. La música no eliminará la necesidad de analgésicos totalmente, pero podría ayudar a que su acción sea más efectiva.

La mejor música: Las canciones suaves y calmantes. “Usted desea romper el ciclo de dolor mandado a su cuerpo claves para relajar, y ocupando y distrayendo su mente”, dice Martha Burke, directora del Centro de Investigación de Terapia Musical en Durham, EE.UU . “Una música suave, o con un ritmo lento y continuo pude ayudar a promover el relajamiento, lo cual puede alterar su percepción del dolor”. Así, tal vez respondas a melodías tipo canciones de cuna. O, si te sientes agitada, una salsa o una cumbia. También puedes probar con la de moda de Ricky Martin. Después de unos 5 a 10 minutos, cambia a algo más relajador. Esto puede llegar a calmar tu ritmo cardíaco y tu respiración, sedándote aún más. El objetivo es reducir la tensión producida por el dolor.

Cómo hacerlo: Siéntate o acuéstate en la posición que te resulte mas cómoda mientras escuchas la música. Toma por lo menos 15 minutos para concentrarte totalmente en ella. Esto es más que una música de fondo que escuchas para lavar los platos o leer el diario. La clave está en que le dediques toda tu atención.-

Prevención en ACV

El accidente cerebrovascular es un trastorno agudo de la circulación cerebral que produce déficit neurológico brusco (por ejemplo: hemiplejía). Pueden ser producidos por la obstrucción de una arteria cerebral, en cuyo caso de denominaran "accidentes cerebrovasculares isquémicos", o por la ruptura de una arteria con el consecuente sangrado dentro del cerebro, en cuyo caso de denominaran "accidentes cerebrovasculares hemorrágicos".
Los accidentes cerebrovasculares son la tercera causa de muerte en países desarrollados. Pueden producir la muerte en corto plazo, o evolucionar y dejar “secuelas” (cicatrices neurológicas), que posteriormente se pueden rehabilitar.
El 5% de los individuos mayores de 65 años puede sufrir un accidente cerebrovascular en algún momento de su vida. El 75% de los accidentes cerebrovasculares se producen en los individuos mayores de 65 años, de modo que es la etapa de la vida que tiene mayor predisposición, y donde hay que ejercer estrategias preventivas con mayor énfasis (control de los factores de riesgo: colesterol, diabetes, hipertensión, obesidad).
Un 20% de los individuos que sufren un accidente cerebrovascular, pueden fallecer dentro del primer mes de ocurrido. Un 40% puede hacerlo dentro del primer año.
De modo que, no quedan dudas de que es una patología que merece acciones de prevención primaria y secundaria, haciendo mayor hincapié en los mayores de 65 años, pero comenzando desde la juventud, ya que la alteración vascular (placa de aterosclerosis) se va formando lentamente a lo largo de los años. Hay que hacer prevención desde sus comienzos.
La ocurrencia de accidentes cerebrovasculares ha disminuido un 50% desde el 1975 al 1979, debido al mejor control de la tensión arterial y del colesterol y diabetes: de modo que, ya esta demostrado que un buen control de los factores de riesgo tendrá un beneficio concreto en mi vida futura. Las estrategias preventivas han evitado la mitad de los accidentes cerebrovasculares que se producían anteriormente.


¿Que es un accidente cerebrovascular?
El accidente cerebrovascular es un déficit neurológico que se instala en forma brusca y se produce por una alteración en las arterias que alimentan el cerebro o sistema nervioso central. Estas alteraciones pueden ser isquemia (falta de irrigación por obstrucción en las arterias) o sangrado (por ruptura de una arteria). Hay varios tipos de accidente cerebrovascular, que explicamos a continuación.
Si la alteración es la obstrucción arterial, se interrumpe el flujo de sangre a cierta zona del cerebro, produciéndose la falta de oxigenación a una cierta zona del cerebro y el trastorno (déficit) neurológico consecuente. La obstrucción arterial puede ser debida a embolia, trombosis o estenosis critica por placas de ateroma. Los émbolos son pequeños coágulos que se desprenden del corazón o de las mismas arterias, y que pueden taponar una arteria de menor calibre. Los trombos son coágulos que se producen en el interior de las arterias y que al crecer, pueden ocluir la luz de la misma. Las placas de ateroma son depósitos de colesterol en la pared interior de las arterias, que por fenómenos de inflamación van creciendo hasta obstruir totalmente la luz de las arterias. Este tipo de accidente se denomina accidente cerebrovascular isquémico (isquemia es la falta de irrigación) y el 80% de los accidentes cerebrovasculares son debidos a esta causa.
Si la alteración es un sangrado intracerebral por ruptura de una de sus arteriolas (que están lesionadas por hipertensión o arteriosclerosis) o de un aneurisma, el accidente se denomina accidente cerebrovascular hemorrágico, y el 12% de los accidentes cerebrovasculares son debidos a hemorragia intracerebral. Este tipo de accidentes es en general mas grave y puede producir coma brusco.
Un último tipo de accidente es la hemorragia subaracnoidea. En este caso, el sangrado se produce en las meninges, y produce importante cefalea (dolor de cabeza), con nauseas, vómitos, y un cuadro parecido al de la meningitis.


¿Que sintomatología produce (como lo reconozco)?
El accidente cerebrovascular puede tener sintomatología variada. Algunos de los síntomas pueden ser rápidamente reconocidos por cualquier individuo. Los síntomas son diferentes según la región del cerebro que se encuentra afectada.
La alteración más característica es la parálisis. La parálisis puede ser completa o parcial (paresia). Cuando es completa, el individuo se encuentra imposibilitado de mover el miembro afectado: el miembro, ya sea un brazo o una pierna, no responde al intentar movilizarlo. Cuando es parcial, si bien se puede movilizar, lo hace con poca fuerza y con gran dificultad, sin coordinación adecuada: “tengo dificultad de mover mi brazo o pierna”, nos dice el paciente.
Otra de las alteraciones que puede producir es la del habla. El paciente no puede hablar correctamente. Una posibilidad es la dificultad para articular la palabra: esta alteración se denomina “disartria”. El paciente puede intentar hablar, pero los músculos de su aparato fonatorio no responden adecuadamente: las palabras se le “traban”. La otra posibilidad de alteración del habla es la “afasia”. En este caso, el paciente intenta decir una palabra pero su cerebro no puede traducirla y el paciente no la puede expresar, pero la tiene clara en su mente. Esto se denomina “afasia de expresión” (solo esta alterada la capacidad de expresión del termino). La otra posibilidad es la "afasia de comprensión": el cerebro perdio la posibilidad de comprender el termino que quiere expresar, y por lo tanto, no puede cursar la orden de expresarla.
La “desorientación” en tiempo y espacio, es otra alteración que se produce frecuentemente. El paciente bruscamente no sabe donde se encuentra, ni en que fecha se encuentra. Se desorienta en forma brusca, y si se halla solo, puede llegar a extraviarse. Si se encuentra con familiares o conocidos, ellos automáticamente notan que algo esta sucediendo, pero no pueden comprender lo que ocurre.
La perdida de la visión transitoria se llama “amaurosis fugaz”. El individuo pierde la visión en forma transitoria y luego recupera. Como veremos, este síntoma puede ser expresión de enfermedad de la arteria carótida, entre otras. La “diplopía” es la visión doble y puede ser otro síntoma característico.
El “vértigo” es la sensación de que las cosas dan vuelta alrededor del paciente en forma vertiginosa, provocando sensación de nauseas y vómitos, pero no llegando a perder el conocimiento. También puede ser un síntoma de accidente cerebrovascular, ya sea transitorio o permanente. El vértigo se asocia en general a trastornos de la movilidad, de modo que el vértigo.
Cuando el sangrado es en las meninges (hemorragia subaracnoidea) se produce una importante cefalea (dolor de cabeza), con nauseas y vómitos y contractura muscular generalizada. El paciente no tolera la luz (fotofobia).
En cualquiera de estos síntomas, el cerebro no puede funcionar correctamente, por la alteración vascular que lo afecta, y esto hace que se produzca el síntoma característico del “déficit” (déficit es disminución de la función).


El accidente cerebrovascular isquémico transitorio: un llamado de atención para la prevención
El accidente cerebrovascular isquémico transitorio es un déficit que se instala en forma brusca, pero su duración es en general menor de 5 minutos y nunca superior a 24 horas. Esto quiere decir que, dentro de ese plazo, las alteraciones se corrigen en forma espontánea y sin tratamiento médico, y no queda “secuela” (cicatriz). Posteriormente, no queda alteración alguna.
El déficit neurológico se revierte por varias razones. Una probabilidad es que la circulación colateral sustituya a la arteria obstruida para irrigar la zona afectada. Otra posibilidad es que el episodio se haya producido por aumento de la viscosidad de la sangre, lo cual endentece el flujo de sangre y posteriormente vuelve a su viscosidad normal, normalizándose el flujo. Otra posibilidad es que la arteria haya sufrido un espasmo (contracción), interrumpiéndose el flujo de sangre, y posteriormente, al revertir el espasmo, el flujo se restablece. De todos modos, en todos los casos, es esperable que estos mecanismos se produzcan sobre una lesión previa de la arteria, la cual persiste al recuperarse el paciente, y puede ser la causa de un accidente isquémico permanente posterior.
Este tipo de accidente cerebrovascular debe ser conocido por la población, ya que, si bien en ese episodio el paciente se recupera en forma total y sin secuelas, hay una posibilidad que, dentro del plazo de hasta cinco años, el paciente sufra un accidente cerebrovascular “permanente”. El 25 al 40% de los pacientes que sufrieron un accidente transitorio padecerán un accidente cerebrovascular permanente dentro de los cinco años posteriores, y de ellos, el 8% se producirá dentro del primer mes del evento. De modo que es una alteración que hace llamar la atención o “avisa” sobre una alteración futura más importante y comprometedora. Hay que concurrir al médico para comenzar el estudio y seguimiento adecuados. El paciente puede pensar que fue algo transitorio, y que nunca le traerá más problemas, pero esto no es exactamente así: tiene alta probabilidad de tener un accidente mas grave en el futuro.
Haciendo el estudio y seguimiento del accidente isquémico transitorio, estamos ejerciendo prevención secundaria: detección precoz de la alteración y acciones que intenten evitar la progresión de la misma.


El accidente cerebrovascular isquémico reversible: un accidente transitorio pero más prolongado
Es un concepto similar al anterior, pero la alteración persiste más allá de las 24 horas y hasta las tres semanas. Dentro del las tres semanas, el paciente recupera en forma total y sin secuelas.
De modo que se trata de un accidente cerebrovascular “instalado”. Ya no esta avisando sobre una alteración futura, sino que es la misma alteración: solo que el déficit se restituye en tres semanas en forma completa y sin secuelas.


Accidente cerebrovascular isquémico permanente
En este caso las alteraciones duran más de tres semanas, y en general quedan secuelas posteriores que son objeto de rehabilitación. La idea de la rehabilitación es lograr la máxima recuperación posible, a través de la realización de ejercicios que estimulan la función cerebral y muscular. En general, la rehabilitación es prolongada y dificultosa, lográndose avances en forma muy lenta, ya que se busca estimular el “remodelado” de las zonas del cerebro afectadas. De modo que, si bien es lenta, el paciente debe mantener su actitud de trabajo ya que progresivamente mejora cada día. El paciente en general se desanima frecuentemente, pero no debiera hacerlo: debe mantener actitud y esperanza en la curación y mejoría progresiva.
Uno de los ejemplos mas conocidos por la población en general, es la hemiplejía. La hemiplejía es la parálisis de una mitad del cuerpo (derecha o izquierda), y toma los músculos de la cara, del brazo y de la pierna. Esto se produce por la obstrucción de una arteria cerebral, lo que produce a su vez isquemia en un territorio cerebral determinado que es el responsable de que el cuerpo no se pueda movilizar. Este episodio puede ser transitorio y revertir en el termino de 24 horas: se denominara accidente isquémico transitorio. Pero también puede ser permanente, y quedar como secuela posterior. En este caso, el paciente deberá realizar rehabilitación para mejorar la movilidad del cuerpo.


Como estudiamos los accidentes cerebrovasculares
Explicaremos en forma breve los estudios disponibles actualmente, solo a manera informativa, ya que su indicación precisa depende de la evaluación medica y es distinta según el caso.
La tomografía axial computada de cerebro y la resonancia magnética nuclear son los estudios que se solicitan en un paciente que sufre un accidente cerebrovascular. Si el accidente es hemorrágico, se ve el sangrado en forma inmediata. Si el accidente es isquémico, la imagen de la isquemia se ve aproximadamente a las 48 horas de producido el accidente.
El ecodopler de las arterias carótidas es un estudio que visualiza la arteria carótida (que se encuentra en el cuello, a los lados), y puede mostrar la estrechez de su luz por una placa de ateroma o trombosis. Se realiza con una especie de micrófono que se coloca sobre el cuello y es un método no invasivo.
La angiografía cerebral se realiza con una sustancia que tiñe las arterias cerebrales y muestra donde esta la lesión arterial. Puede ser realizada en forma convencional o mediante una técnica que se denomina sustracción digital. Con la angiografía intentamos ver la arteria que esta comprometida y cual es el grado de obstrucción para definir un tratamiento. Seria como una fotografía de las arterias cerebrales.
Las arterias también pueden visualizarse con la resonancia magnética y este estudio se denomina “angioresonancia nuclear magnética”. Solo esta indicado en algunos casos específicos que son resorte del especialista.
Todos los estudios que se realizan en un paciente que sufre un accidente cerebrovascular tienen como objetivo intentar definir donde esta la obstrucción arterial y ver si esta indicado algún tipo de tratamiento, por ejemplo, el tratamiento quirúrgico de la lesión.


El tratamiento de la enfermedad cerebrovascular
El primer tratamiento que debemos considerar es, como siempre, el tratamiento preventivo. Ya conocemos las alteraciones que se pueden producir, y la pregunta es como podemos prevenirlas o evitar su avance.
El adecuado control de los factores de riesgo (hipertensión arterial, diabetes, colesterol, tabaquismo, sedentarismo) es, hoy en día, la principal estrategia. Por ejemplo, esta demostrado que un paciente que realiza caminatas disminuye el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular en un 40%. De la misma manera, el adecuado control de los factores de riesgo disminuye la posibilidad de padecerlo en forma importante, y esto se ha visto en los últimos años. Prevenir es importante, y para ello, debo cambiar el concepto que tengo sobre la enfermedad: debo intentar llegar, en lo posible, antes que el síntoma.
Otro ejemplo es: supongamos que un paciente no tiene ningún síntoma ni ha tenido problemas cerebrovasculares en su vida. Sabemos que a partir de los 60 años comienza a aumentar el riesgo de padecerlos. Pero este paciente tiene colesterol elevado y es hipertenso. Además, es sedentario, y no realiza actividad física. Sabemos positivamente que, el hecho de reducir su colesterol con dieta (y medicación si es necesario), controlar su tensión arterial con medicación y dieta y realizar actividad física programada disminuye el riesgo de que padezca accidente cerebrovascular entre otras alteraciones. Pero el paciente, como no tiene ningún síntoma, le resta importancia y piensa que nunca tendrá problemas. Es aquí donde hay que cambiar el concepto que tenemos sobre la enfermedad: hoy en día podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que el colesterol elevado y la hipertensión arterial, aunque no producen síntomas, deben ser considerados como si fueran un síntoma temprano y deben ser controlados en forma preventiva, porque hay muy alta probabilidad de que ese paciente sufra enfermedad cerebrovascular, o infarto del miocardio a partir de los 50 años, y mas especialmente a partir de los 65 años. El que pretenda tener una buena calidad de vida, debe comprender estos conceptos y tratar de asimilarlos en su vida diaria.
La terapia de reemplazo hormonal en la mujer en la etapa de la postmenopausia, reduce también el riesgo de enfermedad vascular en un 40%. Ya vimos en el capitulo de menopausia, las consideraciones que hay que tener al respecto.
La antiagregación plaquetaria es importante: es una forma de mantener la sangre mas licuada y evitar que coagule dentro de la arteria. Al impedir que las plaquetas actúen sobre la arteria, evitamos que se produzca un nuevo trombo o coagulo y que la lesión avance. A este principio se debe que su médico le diga “debe tomar una aspirina diaria”. Para expresarlo en una forma que sea comprensible, podríamos decir que se mantienen la “sangre licuada”. Además de la aspirina, otras medicaciones que se utilizan para inhibir la agregación plaquetaria son la ticlopidina, el clopidogrel y el dipiridamol. De todos modos, la droga que habitualmente se utiliza es la aspirina y la ticlopidina se considera como de segunda elección.
La anticoagulación estaría indicada en pacientes que, estando antiagregados con aspirina, repiten un episodio de accidente cerebrovascular isquémico. Sin embargo, la decisión de anticoagular al paciente debe ser analizada concienzudamente por el cuerpo médico, según los antecedentes del paciente.
La cirugía de la arteria carótida seria de utilidad en los pacientes que han sufrido un accidente isquémico transitorio del territorio carotídeo o un accidente cerebrovascular reversible y que tienen estenosis carotídea severa (70-99%), ya que disminuye la ocurrencia de nuevos eventos cerebrovasculares y la mortalidad a los 3 años. No es beneficiosa para pacientes con estenosis leve (<30%).>

¿Cual seria entonces la estrategia preventiva?
Podemos ejercer prevención del accidente cerebrovascular? Por supuesto que si. En la población general, que no ha tenido episodios de accidente cerebrovascular, y que no tiene síntomas de enfermedad cerebrovascular, lo mas importante es ejercer el adecuado control de los factores de riesgo que ya describimos. Al mantener adecuado control de la tensión arterial, colesterol, diabetes y mantener actividad física programada, disminuye el riesgo no solo de padecer enfermedad cerebrovascular, sino además, de padecer infarto de miocardio.
¿Cómo definimos la población de riesgo? La población que tiene mayor riesgo de padecer alguno de estos problemas, son: mayores de 65 años, portadores de hipertensión arterial, enfermedad cardiaca (coronaria, insuficiencia cardiaca, corazón grande, fibrilación auricular), enfermedad arterial en cualquier territorio del organismo (miembros inferiores, arteria aorta, arterias coronarias), hipercolesterolemia, diabetes mellitus, antecedentes familiares de enfermedad cerebrovascular, tabaquismo, aumento de la viscosidad de la sangre.
En dicha población de riesgo, esta indicada la búsqueda de soplo carotídeo asintomático, especialmente en los individuos mayores de 60 años, con la intención de definir si justificaría, en caso de detectar una obstrucción severa de la arteria carotídea, la intervención quirúrgica. Este punto es muy controvertido, y solo lo enunciamos como posibilidad, a los fines de la información general.
¿Qué haríamos frente a un soplo carotídeo asintomático? Se trata del paciente que no tiene ningún síntoma y, al auscultar el cuello, el médico encuentra un soplo carotídeo: comienza el interrogante: ¿el paciente tiene una obstrucción de la carótida?, ¿conviene o es útil tomar alguna conducta o tratamiento? En este caso, una eventual cirugía podría traer complicaciones en un paciente que quizás no hubiera tenido nunca ningún problema. En pacientes que no presentan riesgo aumentado, lo mas indicado es instruir al paciente sobre la sintomatología del accidente isquémico transitorio, y comenzar la terapia antiagregante si apareciera algún síntoma de alarma. En pacientes que tienen riesgo aumentado por estar incluidos dentro de la población de riesgo, lo indicado es comenzar con la medicación antiagregante plaquetaria y solicitar estudios para definir si verdaderamente tiene obstrucción carotídea y cual es el grado de obstrucción que tiene, para analizar el beneficio que le produciría una cirugía de la carótida.
La fibrilación auricular (un tipo especial de arritmia cardiaca), aumenta claramente el riesgo de padecer accidente cerebrovascular isquémico, porque el corazón puede desprender coágulos que se forman dentro de las aurículas. De modo que es una clara indicación de anticoagulación, pero también tiene sus riesgos, de modo que se decide en virtud del análisis de cada paciente.
¿Qué haríamos frente a un paciente que presento un accidente isquémico transitorio y recupero en forma total y sin secuela? Ya dijimos que este paciente tiene una probabilidad del 40% de padecer un accidente cerebrovascular en los próximos cinco años. En este caso, lo ideal es evitar esto controlando en forma estricta los factores de riesgo, iniciando la medicación antiagregante plaquetaria, y solicitando estudios para intentar determinar el compromiso vascular. Si se detecta una estenosis de la arteria carótida, hay que analizar la posibilidad de una cirugía de la misma, ya que estos pacientes se benefician con ella.-

Estudio asegura que la vejez comienza a los 27 años

Un reciente estudio médico dice que el envejecimiento comienza a los 27 años de edad, según lo aseguró el profesor Timothy Salthouse, profesor del Departamento de Geriatría de la Universidad de Virginia y autor de dicho estudio, quien en entrevista con La W explicó en profundidad los detalles de esta investigación.

El profesor aclaró que no se trata propiamente de envejecimiento, sino que a esa edad se alcanza un pico intelectual. “Entre los 20 y los 30 es cuando la persona tiende a adquirir conocimientos. Después de esa edad, más o menos a partir de los 27, este tiende a no aumentar más y comienza a decrecer”, asegura Salthouse.

Así mismo, afirma que los uno de los síntomas es cuando “la rapidez con que puede hacer las cosas y asociar información se reduce”. También cuando comienza a fallar la memoria a corto plazo y se olvidan los datos “inútiles”.

El estudio aún no logra determinar qué tanto influyen los vicios en la pérdida de la memoria o el deporte y sanos hábitos en la prolongación de la misma. Finalmente, explica la diferencia entre pérdida normal de memoria y Alzheimer. “Olvidarse de donde puso las llaves es normal, pero si las tiene en la mano y no sabe para que son o pregunta dónde están, si es grave”, aclaró el profesor Salthouse.-

¿Cómo llegar a los cien años?

La proporción de personas de más de 60 años está en franco crecimiento.

Es sabido que, según las proyecciones, la proporción de personas de más de 60 años que componen la humanidad no está en disminución, sino en franco crecimiento. En 2050 ese grupo podría llegar a incluir nada menos que a casi la tercera parte de la población mundial, 2000 millones de individuos.

Pero permítanme un alarde de optimismo: al paso que vamos, pronto podremos "eliminar" la ancianidad. Los "viejos" ya no quieren ser "viejos".

Los "adultos mayores", como ahora estilamos llamarlos (al menos los que tienen el privilegio de poder elegir su estilo de vida), cada día se resignan menos a estar lejos de la "acción". México acaba de inaugurar una universidad para "ancianos" donde se imparten materias como matemática, economía, finanzas, informática, idiomas, derecho, danza, gimnasia, literatura, historia universal, historia del arte, filosofía y otras.

Ayer, nos enteramos con inevitable incredulidad del rescate de María D´Antuono, que, a los 98 años, había transcurrido 30 horas bajo los escombros luego del sismo registrado en Italia... tejiendo. El lunes, Gertrude Baines, una norteamericana nacida en Georgia y en estos momentos la persona de más edad del mundo, cumplió 115 años. Y no está sola. Los gerontólogos ya crearon un sustantivo para los que se atreven a una hazaña semejante: supercentenarios.

Sin embargo, si hubiera que mencionar un solo nombre que reúna en sí mismo todo lo que se puede hacer de una vida si se ejerce una vitalidad envidiable, ése sería el de Rita Levi-Montalcini.

Levi-Montalcini, descubridora del factor de crecimiento nervioso, se convertirá dentro de quince días en la primera premiada con el Nobel que llega a los 100 y todavía mantiene una actividad que asombra.

Todas las mañanas, impecablemente vestida y arreglada, se dirige al Instituto Europeo de Investigación del Cerebro que lleva su nombre, en las afueras de Roma. Por la tarde, se ocupa de la fundación que creó hace quince años para impulsar la educación de las mujeres africanas. Y como senadora vitalicia, cargo que le otorgó en 2001 el presidente Ciampi, lucha por causas sociales y por la defensa de la ciencia italiana. Los científicos jóvenes la consideran "una inspiración", del mismo modo en que lo son, en la Argentina, Christianne Dosne de Pasqualini, a los 89, y Gregorio Klimovsky, a los 86, y que lo fue el recordado Manuel Sadosky, hasta los 91.

Compromiso con los más vulnerables, pasión por lo que se hace y voluntad de trascendencia... Qué gran receta para llegar a los cien años... Nora Bär

Creativos a los 90

Muchos escritores, artistas e investigadores producen la mayor parte de su obra en la tercera edad.

Oscar Niemeyer presentó el pasado enero un diseño para la Plaza de la Soberanía, en Brasilia. El arquitecto brasileño ha terminado su proyecto, uno de los más ambiciosos de su carrera, a los 101 años. Si fuese un trabajador de Telefónica, llevaría 53 retirado. Rita Levi-Montalcini, (foto) premio Nobel de Medicina, acude cada día a su laboratorio y sigue siendo una investigadora de primer nivel. El mes próximo alcanzará los 100 años. En más de un banco español, habría sido enviada a casa hace medio siglo. Manoel de Oliveira prepara su próxima película, 'El extraño caso de Angélica', con la ilusión de un principiante. El director portugués cumplió 100 años en diciembre. Sus nietos estarían a punto de jubilarse en muchas empresas de este país. La edad del retiro sigue bajando, a despecho de una realidad incuestionable: que en tareas intelectuales y creativas, la vida útil de las personas se alarga cada vez más, sobre todo si gozan de buena salud. Se alarga tanto que el volumen de octogenarios y nonagenarios que mantienen una importante actividad creativa es muy llamativo. El libro de oro del arte y la ciencia se está llenando de nombres que hicieron y siguen haciendo aportaciones esenciales en sus campos a edades muy avanzadas. Una gloria.
Elliot Carter, uno de los compositores estadounidenses más importantes desde la Segunda Guerra Mundial, cumplió 100 años el pasado 11 de diciembre. En 2008 compuso siete obras. El año anterior, nueve. Un repaso al catálogo de su producción desvela que el número de trabajos concluidos en los últimos tres lustros es superior al de todo el resto de su carrera. Algo parecido le sucede al arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, que continúa en activo, afrontando proyectos de todo tipo: lo mismo un gran centro cultural en Avilés que una plaza en Brasilia. Niemeyer trabaja con un equipo y se puede pensar que él diseña las líneas generales, da las instrucciones, pero son otros quienes cargan con la mayor parte del trabajo. Quizá sea así.
Pero hay otros muchos casos en los que personas muy mayores desarrollan una actividad intensa en solitario. A los 92 años, José Luis Sampedro sigue escribiendo. En su casa de una pequeña localidad de la costa del Sol tiene un 'despacho', como él llama a dos mesas juntas sobre las que hay una pila de libros, donde escribe cada día.
«Irse haciendo»
«¿Por qué sigo trabajando? Porque es un placer», explica. «Uno tiene el derecho y el deber de desarrollar su vida y ejercerla. Lo maravilloso de la vida es irse haciendo, y yo, escribiendo, me hago». Hay un profundo sentido ético en todo cuanto Sampedro hace, y es también eso lo que justifica su actividad. «Hay que hacer algo mientras se pueda. Soy un aprendiz de mí mismo. La vida es un viaje hacia uno mismo», dice. También hay un inequívoco componente ético en la vida y la trayectoria profesional de la premio Nobel de Medicina Rita Levi-Montalcini, que cumplirá un siglo el 22 de abril. La investigadora italiana ha dicho más de una vez que no teme «las arrugas de la cara, pero sí las del cerebro».
Ella acude cada día a su laboratorio, de lunes a domingo. En una ocasión le preguntaron cómo es que iba a trabajar en día festivo. «Los embriones no saben que es fiesta», se limitó a contestar. Además, como senadora vitalicia, no es extraño verla en la cámara alta de su país, asistiendo a interminables y tediosas sesiones y prestando mucha más atención que la mayoría al transcurso de los debates.
Genes, cuidado y suerte
José Vicente Lafuente, catedrático universitario del Departamento de Neurociencias, oyó comentar una vez a Levi-Montalcini que «la jubilación es una de las cosas que más mata a la gente». «Lo dice una persona que como otros en su situación son verdaderos supervivientes», explica Lafuente. «Mantenerse activo física y mentalmente es muy importante para llegar a mayor en buen estado, pero también hay que disponer de una carga génica adecuada, haberse cuidado en todos los aspectos y haber tenido una cierta dosis de suerte». Uno de los elementos fundamentales es la alimentación, y no cabe duda de que ésta es mejor que hace un siglo, lo que ayuda a que personas de muy avanzada edad tengan una importante actividad intelectual.
Es el caso de Francisco Ayala, que acaba de cumplir 103 años. Su actividad literaria es ahora reducida, pero hasta muy cerca de los 100 estuvo trabajando con intensidad. El compositor Gian Carlo Menotti murió en 2007, a los 95. Estuvo componiendo hasta poco antes de su fallecimiento, y presentó algunas obras pasados los 90. Las premios Nobel de Literatura Doris Lessing y Nadine Gordimer sigue en activo. La primera, de 89 años, escribe con regularidad. La segunda, de 85, además da conferencias y no renuncia a viajar por motivos profesionales.
Son trabajos puramente intelectuales. Pero también crece el número de nonagenarios o casi nonagenarios cuya actividad tiene un componente físico no desdeñable. Picasso, que murió a los 91, trabajó hasta poco antes de su fallecimiento. El actor Manuel Alexandre, que también tiene 91, sigue en activo y acaba de rodar una serie de TV. Y Kirk Douglas, último superviviente de una generación irrepetible de actores cinematográficos, se ha subido a un escenario, con 92 y tras haber sufrido una enfermedad que ha reducido su movilidad y su capacidad de hablar.
En el ámbito de la música, los pianistas están entre quienes hacen más esfuerzo físico. Se les exige precisión pero también la fuerza suficiente para que el sonido de su instrumento se escuche por encima de la orquesta, cuando se trata de un concierto. Artur Rubinstein se retiró a los 89 y sólo una progresiva ceguera fue capaz de alejarlo de los escenarios. El chileno Claudio Arrau falleció a los 88, cuando se encontraba de gira por Centroeuropa.
Al lado de la mayor parte de ellos, los escritores José Saramago y Ramiro Pinilla son jóvenes. El portugués, premio Nobel de Literatura, tiene 86. Publicó hace unos meses 'El viaje del elefante' tras superar una grave enfermedad y ya está escribiendo otro libro. Pinilla acaba de lanzar 'Solo un muerto más' y tiene ya avanzado otro volumen con el mismo protagonista. «Cuando tenía 20 años me gustaba la soledad y pensaba que la ancianidad sería una buena edad para mí», dice el escritor vizcaíno. «Representaba una etapa de la vida a la que quería llegar para disponer de más tiempo. Hasta que me jubilé no tenía apenas posibilidad de escribir y pensaba que no podía fallar en llegar a esta etapa. Es como si a lo largo de mi vida hubiera ido preparando mi organismo para llegar hasta aquí y poder hacer lo que ahora hago».
Ni Pinilla ni Saramago, como Niemeyer, Levi-Montalcini y todos los demás parecen afectados por el desinterés ante lo que les rodea que era para Ernestina de Champourcin el camino que conduce a la muerte. La catedrática de Sociología María Teresa Bazo, que lleva años investigando en materias relacionadas con la tercera edad, se lo oyó decir a aquella poetisa de la Generación del 27 y cree que lo que sucede es que «no todo el mundo asimila los cambios. Puede que las personas que han vivido muchos cambios en su juventud estén más preparadas para seguir adaptándose a ellos en su vejez, y por tanto tengan más estímulos para mantenerse activas». Leni Riefenstahl y Bertrand Russell pueden ser ejemplos de esa adaptabilidad: la fotógrafa y directora rodó su última película poco antes de cumplir un siglo; el escritor y filósofo publicó sus memorias a los 95.
Otras influencias
Manoel de Oliveira, que cumplió los 100 el pasado 11 de diciembre, también ha vivido muchos cambios. Rodó su primer corto en 1931, cuando el cine sonoro era una portentosa novedad, y desde entonces ha pasado por la etapa del blanco y negro, la del color y vive en pleno 'boom' del cine digital. Estos días prepara 'El extraño caso de Angélica', instalado ya en el Guinness de los récords como el director más longevo de la historia, pero no tiene ninguna intención de parar. A su lado, gentes como el arquitecto Antonio Lamela, coautor de la espectacular terminal T-4 de Barajas, de 82 años, o el director de orquesta Lorin Maazel, que a los 79 viaja continuamente por todo el mundo, es responsable de varias orquestas y practica deportes acuáticos, tenis y golf en cuanto tiene oportunidad, no llaman la atención.
En bastantes de los casos citados se da una circunstancia común: esos ancianos incansables cuyos cerebros no paran de crear están acompañados de personas sensiblemente más jóvenes. «No es una apreciación científica, pero sospecho que vivir junto a alguien mucho más joven es un estímulo para mantener la ilusión y la actividad», comenta Lafuente. Quizá por eso, superada la que denomina 'década mala', la de los setenta, son muchas las personas que si tienen actividad física e intelectual pueden plantarse en los noventa.
Y seguir trabajando, porque, como recuerda el catedrático, la capacidad de aprender se reduce mucho a partir de los 30 años, pero la productividad se mantiene muy alta si el estado de salud es bueno. Por eso, sostiene María Teresa Bazo, una «sociedad envejecida no tiene por qué conducir a un declive creativo. Hay cada vez más gente mayor que sigue innovando». Los casos citados son una demostración fehaciente de que la creatividad no tiene fecha de caducidad. Lo que tampoco significa que sea obligatorio mantener una actividad productiva. Bazo cree no puede obligarse a nadie a seguir en activo y recuerda lo que el filósofo José Luis López-Aranguren le dijo cuando tenía unos 80 años: «Me comentó que en ese momento él ya estaba viviendo de lo hecho». Otros muchos han decidido seguir, tratar de explotar al máximo las potencialidades propias, como dice Sampedro. Son cada vez más, sobre todo en el campo intelectual. Hay vida y creatividad después de los noventa.- César Coca

El estigma de ser gay en la vejez



Un informe de BBC Mundo que refleja el doble estigma: vejez y homosexualidad en Estados Unidos.

Para muchos ancianos homosexuales, ocultar su sexualidad es la única solución para evitar ser discriminados.
En EE.UU., muchos denuncian que los prejuicios de los cuidadores y las reglas de algunas residencias de mayores hacen que cada vez más ancianos homosexuales busquen apoyo en asociaciones de voluntarios.
Un informe de la situación de personas homosexuales mayores en Nueva York en este video preparado por el colaborador de BBC Mundo, Ramon Goñi.




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