Lo que no sabes sobre el sueño



El sueño es ese remanso de paz periódico al que muchos acudimos cada noche. En ocasiones, incluso, fantaseamos con la idea de dormir más de ocho horas, y de diez… Despertar al cabo de 200 años, como hacía Woody Allen en El dormilón, y dejar atrás todos los problemas y vicisitudes que nos asfixian.
Porque el sueño puede obrar al igual que lo haría una máquina del tiempo, e incluso como una máquina de realidad virtual que nos permite tener vidas paralelas. Pero también constituye un desafío al conocimiento científico, como la máquina del tiempo o los universos paralelos. Tanto es así que no sólo ignoramos todavía para qué sirve exactamente dormir o soñar (aunque tengamos algunas pistas), sino que algunas personas continúan arrastrando una serie de tópicos y malentendidos sobre ellos.
En aras de aclarar algunos conceptos y deslumbrar a quienes creían que en los ronquidos no subyacía ninguna clase de misterio trascendental, sirva, a continuación, esta lista de curiosidades que probablemente desencajarán alguna mandíbula.

1. Sueñas en color porque tuviste TV en color

A veces soñamos en color, otras veces en blanco y negro. También podemos soñar con colores muy vivos o, por el contrario, muy apagados. Soñar de una forma o de la otra tiene su parte de azar, pero en ello también influyen nuestras experiencias en la infancia. Incluso si solíamos ver la televisión en color o en blanco y negro.
Es lo que sugiere un estudio de la Universidad de Dundee, dirigido por Eva Muzryn, en el que preguntaron a personas de entre 50 y 60 años por el porcentaje de sueños que tenían en color. El 25% de todos los que de pequeños vieron únicamente televisión monocolor soñaba en blanco y negro, frente al 7% de quienes dispusieron de televisión en color.

2. Sueñas con imágenes porque eres vidente

Al igual que sueñas en colores porque has visto televisión en color, también sueñas con imágenes sencillamente porque tienes la capacidad de ver. Por esa razón, quienes pierden la visión antes de los 7 años tienen sueños excentos de imágenes casi por completo. Los ciegos de nacimiento, según esto, tienen sueños exclusivamente conformados por sensaciones de sonido, sabor, olor y tacto.

3. Cuando sueñas no ves nada (aunque muevas los ojos)

Cualquiera con un mínimo de curiosidad científica se habrá quedado atónito examinando a una persona mientras duerme. Lo más llamativo, aparte de los ronquidos estentóreos, seguramente sea que los ojos pueden pasarse un buen rato danzando, como si el durmiente hubiera sido poseído. Cuando esto sucede, el durmiente entra en una fase del sueño llamada REM (Rapid Eyes Movement) y es cuando decimos que está soñando.
Sin embargo, si llevamos un poco más allá nuestro examen y levantamos los párpados al durmiente, aunque observemos que sus ojos parecen mirar hacia diversos lugares, como si trataran de seguir el vuelo errático de una mosca, en realidad no ve absolutamente nada. Está ciego.
Para comprobarlo, David Foulkes, de la Universidad de Chicago, inmovilizó los párpados con cinta adhesiva a un grupo de voluntarios que descansaron en un laboratorio del sueño. Mientras dormían, Foulkes pasó por delante de sus ojos abiertos y en continuo movimiento diversos objetos, como una taza de café y una tarjeta con el mensaje «No molestar». Al ser despertados, los voluntarios fueron incapaces de recordar ninguno de esos objetos y estos tampoco habían sido incorporados al sueño.

4. Erecciones nocturnas

Durante esta fase del sueño REM son frecuentes, también, las erecciones del pene o del clítoris, con independencia de si el contenido del ensueño es erótico o no. De hecho, para asegurarnos de que ello es así, incluso se ha llegado a medir la extensión de la erección masculina mientras las personas dormían, comparándola con el contenido del sueño.
No hubo ninguna correlación: incluso si se soñaba algo que constituyera la antítesis de lo erótico, las erecciones podían llegar a ser igual de potentes.

5. Te despiertas más de lo que recuerdas

Durante la noche tenemos continuos microdespertares que, a la mañana siguiente, somos incapaces de recordar. Tal y como explica Richard Wiseman en su libro Escuela nocturna: «En una noche típica, en torno al 50% del tiempo se pasa en sueño ligero, el 20% en el sueño profundo, el 25% en el REM y el 5% en breves despertares».

6. El alcohol permite dormir mejor

El número de mitos generados alrededor del alcohol es tan elevado probablemente porque nos encanta justificar el consumo de un tóxico a sabiendas de que estamos haciendo algo mal. Por eso, se repite que una copa de vino es incluso beneficiosa (no lo es), que sirve para combatir el frío (no, precisamente produce más frío) o, finalmente, que sirve para que te entre el sueñecito y dormir mejor.
Es posible que el alcohol permita que nos durmamos antes, pero también lo haremos mucho peor, con una calidad de sueño poco reparadora. El alcohol imposibilita el sueño profundo, que tengamos menos sueños y, además, incrementa la probabilidad de roncar.
Y ahora, a dormir.-
Sergio Parra

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