Es triste ver que muchas personas de generaciones más jóvenes no
parecen mostrar respeto hacia la gente mayor. No es que se les falte el
respeto de forma insultante, pero al ignorar sus opiniones o no tomarlos
en serio se les quita valor en nuestra sociedad. No siempre ha
sido así. De hecho, muchas culturas asiáticas y africanas tienden a
reverenciar a los ancianos debido a la profundidad de su experiencia de
vida y sabiduría. Esto contrasta con algunas culturas occidentales,
donde lo de la vejez se ve como algo malo. El joven de esta historia
que se ha viralizado en las redes sociales está a punto de aprender una
lección sobre el respeto a sus mayores.
Esta es la historia:
Un viejo doctor estaba muy aburrido luego de haberse jubilado así que
decidió abrir un nuevo centro clínico. Puso un letrero afuera que decía:
“Doctor Martínez. Obtén tu tratamiento por 500 dólares y si no te curas
recibirás 1000 dólares a cambio”. Justo en el barrio estaba el Doctor
Lozano, un joven médico que creía que este “vejete” poco podía saber de
medicina así que decidió ir a ganarse los 1000 dólares de recompensa y
fue a visitarlo.
Entonces esto sucedió:
Doctor Lozano: “Doctor Martínez, he perdido todo el gusto de mi boca. ¿Me podría ayudar?”.
Doctor Martínez: “Enfermera, por favor traiga la medicina de la caja 22 y le da tres gotitas en la boca del señor”.
Doctor Lozano: “¡Puaj! ¡Pero si esto es gasolina!”.
Doctor Martínez: “¡Felicitaciones! Usted ha recuperado el gusto. Son 500 dólares”.
El doctor Lozano se retiró muy enojado por el truco de su anciano colega
y decidió volver un par de días después para recuperar su dinero.
Doctor Lozano: “He perdido mi memoria. No recuerdo nada”.
Doctor Martínez: “Enfermera, por favor traiga la medicina de la caja 22 y le da tres gotitas en la boca del paciente”.
Doctor Lozano: “¡Bah! ¡No lo haga! Eso es gasolina”.
Doctor Martínez: “¡Felicitaciones! Veo que ha recuperado su memoria. Son 500 dólares por favor”.
Nuevamente el doctor Lozano se fue muy enfadado de la consulta de
Martínez habiendo perdido mil dólares. Pero era tan terco que decidió
volver una semana después para recuperar todo su dinero.
Doctor Lozano: “Mi vista se ha tornado muy débil. ¡Con suerte puedo ver un poco!”
Doctor Martínez: “Lo siento, pero para eso no tengo ninguna medicina.
Así que aquí tiene sus 1000 dólares de vuelta (le entrega en vez un
billete de 10 dólares).
Doctor Lozano: “¡Pero esto son sólo 10 dólares!”
Doctor Martínez: “¡Felicitaciones! Ha recuperado su vista. Son 500 dólares”.
Moraleja de la historia: no porque seas joven significa que podrás engañar a un viejo.
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