Ejercicio físico regular, una polipíldora natural.
EJERCICIO FÍSICO REGULAR: Hasta hace pocos años, se pensaba que solo el ejercicio enérgico brindaba beneficios para la salud, pero en los últimos años, numerosos estudios han documentado y demostrado que la caminata activa ofrece los mismos buenos efectos que ejercicios más intensos como trotar o correr. La caminata activa comprende aquella en la cual la persona realiza entre 100 y 120 pasos por minuto. Las últimas recomendaciones indican que hay que realizar esta caminata durante MINIMO 30 pero deseable 45 a 60 minutos por lo menos 5 veces a la semana. Caminar es gratis, seguro y efectivo, no se necesitan habilidades especiales, tiene bajo riesgo de lesiones y ofrece grandes beneficios para la salud de nuestro corazón, nuestras arterias y nuestro endotelio. La realización de actividad física ha tomado tal dimensión que se la conoce como la Polipíldora natural. El ejercicio físico regular ayuda a reducir el exceso de peso con todo lo que ello implica en la reducción del riesgo cardiovascular. Ayuda a controlar la presión arterial, (junto a una dieta pobre en sal). Produce una disminución del colesterol malo y es de las pocas cosas que consigue aumentar el HDL o colesterol bueno. El ejercicio físico también mejora la forma en que nuestro organismo metaboliza el azucar al aumentar la sensibilidad del receptor a la insulina, con lo que ayuda a prevenir y a controlar tanto la diabetes, como la resistencia a la insulina y el hiperinsulinismo. La actividad física tiene por lo tanto efectos antiarterioescleróticos, estabilizadores de la presión arterial, sobre el control de la obesidad y el sobrepeso y antiinflamatorios. Estos poderosos efectos benéficos de la simple actividad física no deberían significar una simple lectura sino que deberían contriubir a generar una muy firme convicción sobre la importancia de la actividad física. La actividad física genera la síntesis de sustancias antiinflamatorias, así como también la síntesis de sustancias protectoras y reparadoras del organismo. El ejercicio tiene también efectos antitrombóticos, disminuyendo la adherencia plaquetaria, disminuyen el fibrinógeno y disminuyendo la viscosidad sanguinea. El ejercicio tiene también efectos antiisquémicos, disminuyendo la demanda de oxígeno miocardico y aumentando el flujo coronario. La caminata puede no gustar al inicio pero luego de practicarse durante dos o tres semanas, la persona comienza a sentir un placer por la liberación de endorfinas que son muy beneficiosas para el organismo, esto se acompaña de una reducción del estrés, una disminución de la ansiedad, y un aumento de la confianza en la persona, todo lo cual redunda también en beneficio cardiovascular. Por todo lo expuesto la actividad física debe ser considerada como la "polipíldora natural". El problema está en que la mayoría de la población subestima los efectos protectores de la actividad física y por otra parte hiperjerarquiza la importancia de los medicamentos. Quienes tienen esta tendencia a pensarlo así, deben saber que "ejercicio es medicamento", y así debería ser tomado, como se toman todos los medicamentos, es decir diariamente y al igual que los medicamentos cardiovasculoprotectores no deben suspenderse cuando la persona se siente bien. Todos los médicos deberíamos prescribir en un receta médica: "Ejercicio físico regular, 50 a 60 minutos diarios durante 5 veces a la semana" Esta medida es muy importante y ayuda a que el paciente capte la importancia del ejercicio, ya que existe un tendencia marcada en sobreestimar los efectos de los medicamentos y de subestimar la importancia del ejercicio como pilar de la mayoría de los tratamientos cardiovasculares y más aún de la prevención de las enfermedades cardiovasculometabólicas. Por último la importancia del ejercicio es tal que en la escala de personas que enferman, quienes menos lo hacen son las personas "delgadas y activas". Luego lo hacen las personas "gorditas y activas". Luego lo hacen las personas "delgadas y sedentarias" y por último quienes más enferman son las personas "gorditas y sedentarias". De ahí surge la frase de que: "más vale ser gordito y activo, que flaco y sedentario".
Dr. Jorge de Paula
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