Sara Lazar, durante su conferencia de neurociencia para TEDxCambridge señaló que el Yoga y Meditación logran reducir los niveles de stress y los síntomas asociados con depresión, ansiedad, el dolor e insomnio.
Adicionalmente estas prácticas mejoran la habilidad de las personas para prestar atención e incrementan la calidad de vida de los practicantes.
Lazar señala que estos beneficios se logran gracias a la
neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para modificarse a sí mismo
para adaptarse a las actividades que realizamos. La investigadora
resalta que la meditación puede “-literalmente- cambiar nuestro
cerebro”.
Los experimentos realizados por Lazar demuestran que la práctica
diaria de la meditación puede alterar físicamente la estructura del
cerebro y podría incluso reducir el deterioro del cerebro asociado con
el envejecimiento.
En uno de sus estudios Lazar comparó las imágenes cerebrales de
personas que practicaban meditación con otro grupo de un entorno social
similar pero que no practicaba meditación y encontraron que había un
aumento en la cantidad de materia gris de las personas que meditaban,
sobre todo en el área de la corteza prefrontal del cerebro, una zona
asociada con la memoria y la toma de decisiones. Los resultados
demostraron que las personas de 50 años que meditaban tenían una corteza
prefrontal con un grosor similar al de los jóvenes de 25 años, mientras
que las personas que no meditaban mostraban signos de deterioro en la
misma zona. Por tanto estas pruebas “demuestran que la meditación ayuda a
reducir o previene el deterioro cerebral que ocurre con la edad”.
En un segundo estudio se tomó a personas que nunca habían meditado
antes y se les ofreció entrenamiento para meditar a diario por 30
minutos durante ocho semanas. Se identificaron cambios en tres zonas
distintas al comparar las imágenes cerebrales de las personas que
meditaron y el grupo de control. Se encontró que la meditación generaba cambios en la amígdala, una zona que es responsable
de las reacciones del individuo a su medio ambiente; en el caso de los
meditadores, se identificó mayor desarrollo de materia gris en esta
zona, logrando una menor sensación de stress.
El hipocampo es otra de las zonas del cerebro que
mostraba diferencias entre los sujetos del experimento, aquellas
personas que formaron parte del grupo de meditadores logró un desarrollo mayor en esta zona que aquellos que no meditaron; de acuerdo a Lazar el hipocampo ayuda en los procesos de regulación de las emociones, el aprendizaje y la memoria. Un dato intersante que se descubrió que las personas que padecían de desorden de stress post traumático y las personas con depresión tenían menor cantidad de materia gris en esta zona.
Los investigadores identificaron también cambios en la zona de la
articulación témporo-parietal, que es un área del cerebro relacionada a
la toma de perspectiva, el desarrollo de la empatía y la compasión.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario