Memoria: A no asustarse…, que es preferible reír que llorar…!!


Naturalmente vamos envejeciendo. A partir de los 45 años es cuando empezamos a darnos cuenta que las cosas se empiezan a complicar ya que comienzan los cambios progresivos del  envejecimiento. Es así, no hay escapatoria, a todos nos llega, pero tampoco es para asustarse, esos cambios son paulatinos y no son de un día para el otro.

En lo referente a nuestra memoria comenzamos a experimentar pequeños olvidos, aunque posiblemente siempre los tuvimos ahora nos damos más cuenta que nunca. Nos para alguien en la calle y no reconocemos esa cara que, sin embargo, reconocemos, pero no encontramos la información en el cerebro y mientras conversamos con el fulano, intentando que no se dé cuenta, continuamos hurgando en los cajones de la memoria y el dato no aparece. Nos despedimos y quizás, varios días después o al instante de la despedida aparece claramente de dónde conocemos a tal persona. ¡Qué momento!


La creencia general achaca a que esto sucede por falta de sueño, estrés o cansancio, pero en realidad son los primeros pasos aventurados en el envejecimiento, su nombre suena peor de lo que es: “deterioro cognitivo”.

Este deterioro cognitivo comienza a manifestarse a partir de los 45 años. Si creías que era a los 60, lamento tener que informarte que estudios científicos recientes han bajado la edad en que esto empieza a hacerse notorio. Va afectando progresivamente la memoria, el razonamiento, la comprensión.


Ante esta situación, natural por cierto, “es preferible reír que llorar”, o sea ocuparse más que preocuparse.


En primer término hay que ocuparse por saber qué y cómo operan las funciones cognitivas, que son las actividades cerebrales que se realizan en la vida de relación y adaptación al medio ambiente las cuales nos permiten planificar el futuro, llevar adelante proyectos y evaluar las consecuencias.


La memoria es el parámetro más confiable de la capacidad cognitiva. Si empezamos a utilizar con más detenimiento la atención, mantendremos un buen nivel de capacidad de memoria que alumbrará a intentar superar ese deterioro cognitivo.


El deterioro cognitivo, no es una enfermedad. La pérdida de memoria tampoco es una enfermedad y no forma parte del proceso natural de envejecimiento. La memoria cuanto más se utiliza, estimula y entrena Mejor funciona. No es un problema de edad.


La ciencia nos dice que existe una capacidad de reserva, la cual se puede activar mientras envejecemos para compensar o prevenir el deterioro cognitivo. A edades muy avanzadas los ancianos de culturas primitivas eran los consejeros de sus pueblos. La memoria en la experiencia juega un papel muy importante. Uno hace por lo que sabe y experimentó.
 
No te dejes estar, menos televisión y más lectura, recreación al aire libre, jugar al ajedrez, dominó, armar rompecabezas, solucionar crucigramas, sudokus, cantar, estar en grupo, reír….

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