Es importante recordar que las etapas son guías generales y que los síntomas varían mucho. Cada individuo es único, pero aquí se describe lo que le ocurre a la mayoría. Las personas que padecen del Alzheimer viven un promedio de ocho años después de que sus síntomas hayan empezado a ser notados por otras personas, pero la expectativa de vida varía de solamente tres hasta unos 20 años, dependiendo de la edad y otras condiciones de salud del individuo.
Primera etapa: Ausencia de daño cognitivo
(Función normal)
La persona no experimenta problemas de la memoria y no hay síntomas evidentes a los profesionales médicos durante las entrevistas médicas.
Segunda etapa: Disminución cognitiva muy leve
(Pueden ser los cambios normales provocados por el envejecimiento o pueden ser las primeras señales del Alzheimer)
El individuo nota ciertas fallas de memoria como olvidar palabras conocidas o el lugar donde se colocan objetos de uso diario. Sin embargo, estos problemas no son evidentes durante los exámenes médicos, ni tampoco resultan aparentes para los amigos, familiares o compañeros de trabajo.
Tercera etapa: Disminución cognitiva leve
(La etapa temprana del Alzheimer puede ser diagnosticada en algunos individuos que presentan estos síntomas, pero no en todos)
Los amigos, familiares o compañeros de trabajo comienzan a notar deficiencias. Los problemas de memoria o concentración pueden medirse por medio de una entrevista médica detallada.
Algunas dificultades comunes en la Tercera Etapa son:
- Dificultad notable de encontrar la palabra o el nombre adecuado
- Capacidad reducida para recordar nombres al ser presentado a nuevas personas
- Mayor dificultad notable de desempeñar tareas sociales o laborales
- Poca retención de lo que uno lee
- Pérdida o extravío de un objeto
- Menos capacidad para planificar y organizar
Cuarta etapa: Disminución cognitiva moderada
(Etapa leve o temprana de la enfermedad de Alzheimer)
A este punto, una entrevista médica cuidadosa debería poder detectar deficiencias claras en las siguientes áreas:
- Falta de memoria de acontecimientos recientes
- Mayor dificultad en realizar tareas complejas, tales como, planificar una comida para invitados, pagar las cuentas o administrar las finanzas
- Olvido de la historia personal
- Estar de humor variable o apartado, sobre todo en situaciones que representan un desafío social o mental
Quinta etapa: Disminución cognitiva moderadamente severa
(Etapa moderada o media de la enfermedad de Alzheimer)
Lagunas de memoria y déficit en la función cognitiva son notables y las personas empiezan a necesitar asistencia con las actividades cotidianas.
En esta etapa, los individuos que padecen del Alzheimer pueden:
- Ser incapaces de recordar su domicilio actual, su número telefónico o el nombre de la escuela o colegio a que asistieron
- Confundirse del lugar en que están o el día de la semana
- Necesitar ayuda para seleccionar una vestimenta adecuada para la época del año o para la ocasión
- Por lo general, todavía recordar detalles significativos sobre sí mismos y sus familiares
- Por lo general, todavía no requerir ayuda para alimentarse o utilizar el baño
Sexta Etapa: Disminución cognitiva severa
(Etapa moderadamente severa o media de la enfermedad de Alzheimer)
Los problemas de la memoria siguen agravándose, pueden producirse cambios considerables en la personalidad y los individuos afectados por la enfermedad necesitan considerable ayuda en las actividades de la vida cotidiana.
En esta etapa, el individuo puede:
- Perder conciencia de las experiencias y hechos recientes y de su entorno
- Recordar su historia personal con imperfecciones, aunque por lo general recuerda su propio nombre
- Olvidar ocasionalmente el nombre de su pareja o de la principal persona que lo cuida, pero por lo general puede distinguir las caras conocidas de las desconocidas
- Requerir ayuda para vestirse en forma apropiada y cuando está sin supervisión, cometer errores tales como ponerse el pijama sobre la ropa o los zapatos en el pie equivocado
- Sufrir una alteración del ciclo normal del sueño – durmiendo durante el día y volviéndose inquieto durante la noche
- Requerir ayuda para manejar asuntos vinculados con el uso del baño (por ejemplo: tirando la cadena, limpiándose o deshaciéndose del papel higiénico de forma correcta)
- Experimentar episodios de incontinencia urinaria o fecal en aumento
- Experimentar cambios significativos de la personalidad y con el comportamiento, incluyendo recelos y creencias falsas (por ejemplo, creyendo que la persona que lo cuida es un impostor) o conductas repetitivas y compulsivas, tales como retorcer las manos o romper papeles
- Tener una tendencia a deambular y extraviarse
Séptima etapa: Disminución cognitiva muy severa
Etapa severa o tardía de la enfermedad de Alzheimer
En la última etapa de esta enfermedad los individuos pierden la capacidad de responder a su entorno, de hablar y, eventualmente de controlar sus movimientos. Es posible que todavía pronuncien palabras o frases.
En esta etapa, los individuos necesitan ayuda con la mayoría de su cuidado personal diario, incluyendo comer y hacer sus necesidades. Pueden perder la capacidad de sonreír, sentarse sin apoyo y sostenerse la cabeza. Los reflejos se vuelven anormales y los músculos rígidos. También se ve afectada la capacidad de tragar.
Sobre el sistema de las siete etapas
Las siete etapas se basan en un sistema desarrollado por Barry Reisberg, M.D., director del Centro de Investigación de Demencia y Envejecimiento Silberstein de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York.-
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