Contribuir a que los medios de comunicación difundan informaciones más fundamentadas sobre el proceso de envejecimiento poblacional en nuestros países, es también una responsabilidad de quienes participamos en el ámbito de la gerontología. Nuestra labor no se puede limitar a la búsqueda de un mejoramiento de la situación de los adultos mayores. Necesitamos asumir también un rol más activo en la labor orientadora y educativa que nos corresponde para contribuir a los cambios que nuestras sociedades necesitan para hacer del envejecimiento un factor del desarrollo de nuestros países.
En los últimos años, las informaciones relativas al envejecimiento demográfico han ido paulatinamente ganando espacio en los medios de comunicación. Sin embargo la calidad de sus mensajes dista mucho de estar a la altura de las informaciones que nuestras sociedades necesitan. La responsabilidad sin duda que no se puede atribuir exclusivamente a los medios de comunicación. Éstos reflejan el desconocimiento que en general existe al respecto en nuestras sociedades, así como el predominio de falsas creencias y visiones deficitarias sobre la vejez que son trasladadas a las percepciones que se tienen sobre el envejecimiento.
Es preciso que los medios de comunicación pongan a disposición informaciones sobre el envejecimiento basadas en fuentes sólidas, documentadas. Así el envejecimiento podrá comenzar a ser percibido como una conquista social y no como un fenómeno negativo al cual haya que temer, no obstante se deba hacer conciencia sobre los problemas que representan las actuales condiciones sociales, políticas, económicas y culturales ya que afectan directamente a la calidad de vida de las personas a lo largo de todo el ciclo vital.
De ahí que no debiéramos permanecer indiferentes cuando en medios de comunicación se difunden afirmaciones desatinadas que conciben el envejecimiento como una condición que sólo compete a las personas viejas; o que propagan visiones catastrofistas, incluso apocalípticas asociadas al creciente envejecimiento poblacional.
Necesitamos por lo tanto, ampliar nuestro campo de actuación y asumir que trabajar en la búsqueda de cambios de las condiciones que hoy día enfrentan nuestros países para hacer frente al envejecimiento poblacional, son tan importantes como nuestro trabajo directo a favor de las personas adultas mayores.-
Ximena Romero – Christel Wasiek - Red Latinoamericana de Gerontología
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