La columna vertebral: nuestro sostén




 La infancia y adolescencia, la adultez y la madurez predisponen a diferentes afecciones en la columna, y dan cuenta de un estado vertebral que se condice con la edad. Los cuidados en cada etapa demandan la incorporación de ciertos hábitos preventivos y una mayor conciencia del rol de la columna vertebral en la vida cotidiana. Lo ideal es actuar antes de que el dolor se manifieste y afecte las actividades habituales.

La oficina es uno de los espacios en los que las personas pasan gran parte del día ¡y de la vida! y en el que más se daña la columna vertebral. Con el afán de realizar varias tareas en simultáneo casi nadie se sienta de manera adecuada, y lo habitual es permanecer horas en la misma posición sin levantarse ni siquiera a buscar un vaso de agua.
La "columna de oficina" es uno de los grandes padecimientos de las personas en la etapa más productiva de su vida.
Y lo peor de todo esto es que, muchas veces, ni siquiera es registrado cómo afecta la columna, hasta que se siente algún tipo de dolor. Las "columnas de oficina" son un mal de los tiempos que corren, y uno de los grandes padecimientos de las personas en la etapa más productiva de su vida.
Se establecen diferentes fases de deterioro que puede sufrir la columna, con el correr del tiempo. "Sucede que dentro de nuestra columna tenemos un canal vertebral, que contiene nuestra médula espinal, la cual está acompañada de nervios que salen de la columna por pequeños espacios entre las vértebras. Cuando una vértebra se desalinea, si las vértebras se mueven, pueden disminuir el espacio de salida e irritar las raíces nerviosas, generando dolor.-

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