Saltar prejuicios para romper escenarios negativos de la vejez y poner en valor esa etapa de la vida

El Segundo Congreso Nacional de Gerontología Comunitaria, que se desarrolla en Jujuy, "viene a romper los escenarios negativos de la vejez, a desestructurar, a poner en valor esta etapa de la vida, tan cargada aún de prejuicios", dijo la directora nacional de Políticas para Adultos Mayores, Mónica Roqué.

Desde el jueves y hasta el sábado se realiza en la capital jujeña este espacio interdisciplinario que reúne a 3.000 participantes, entre médicos, psicólogos, terapistas ocupacionales, cuidadores domiciliarios, adultos mayores, que presentan 300 trabajos sobre acciones territoriales e investigaciones de campo en una veintena de mesas y conferencias.

"Argentina es líder en América Latina porque creamos la gerontología comunitaria donde todas las disciplinas tienen el mismo valor; es un espacio que nos junta a todos, que cruza y democratiza saberes. No tenemos que ir fragmentados a distintos congresos para mostrar lo que hacemos", explica Roqué.

La médica amplía: "Es comunitario porque se trabaja en el territorio y en el territorio estamos todos y nos interrelacionamos con los otros, que es lo que hace que tenga impacto. Nuestros trabajos no quedan en un paper sino que los llevamos a la comunidad".

En este sentido, explica que no se trata sólo de trabajar con personas mayores sino con el entorno. "Si pensamos en la mujeres mayores hoy tenemos que ir más atrás, porque esa mujer llega con una trayectoria. Y eso es la vejez: somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos a lo largo de toda la vida. No es que de repente y como de un repollo tenemos 60 o 70 años".

Roqué recuerda que "la gerontología no tenía espacios donde debatir, pero hubo una decisión política para llevar este paradigma a la agenda pública para reconocer a las personas mayores como sujetos de derechos, para dejar de hablar de `abuelitos´y visibilizarlos como capital social".

Y son capital social, enumera Roqué, porque generan nuevos conocimientos, porque están activos en la sociedad, porque hacen trabajo voluntario, porque hacen tareas de cuidado con los nietos o con familiares.

"El problema es que muchos no se reconocen como personas mayores. Porque tiene mala prensa, porque se supone ´decrepitud´, y mucho más las mujeres que estamos más devaluadas. Entonces la vejez la depositamos en el otro", reflexiona.

En esta dirección piensa que si "nos reconociéramos como personas mayores sabiendo lo valiosos que somos, podríamos darle esa impronta a la vejez. Porque la vejez tiene que ser una buena palabra, porque es maravilloso decir que sos más feliz en esta etapa de tu vida, como dice la encuesta de calidad de vida del INDEC o que sos un sujeto activo y no ese abuelito vulnerable que se puede perder. Hay que terminar con el prejuicio edaísta".

Estos congresos, organizados por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y en este caso el gobierno jujeño, "dan herramientas a todos los que trabajamos para defender este modelo de derechos, este nuevo paradigma, que está en la agenda política, pero que aún no está en la agenda mediática".

Es que para Roqué "a medida que vamos envejeciendo nos vamos haciendo invisibles. Los medios de comunicación tienen un imaginario social equivocado y se equivocan en no mostrar este capital social o en mostrarlos como ancianos, porque entonces los mayores activos no se sienten reconocidos, están en el no lugar".

Roqué junto con Ricardo Iacub, docente de la cátedra de Vejez y Tercera Edad de la Facultad de Psicología de la UBA, presiden este congreso que abrió la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, cuando ayer anunció la capacitación de 20.000 nuevos cuidadores domiciliarios que se sumarán a los 30.000 que ya fueron formados para poder atender a un segmento de la población mayor y evitar su institucionalización, otro de los ejes centrales de este nuevo paradigma, que promueve el empoderamiento y la autonomía.

"Es imprescindible que hagamos todos los canales, que trabajemos en esto, porque cada vez se necesitan más cuidadores domiciliarios y además gente preparada con una mirada innovadora, con una mirada de respeto, de buen trato hacia el adulto mayor", convocó la ministra.

La magia de reencontrar el amor. Sexualidad del adulto mayor.

Actualmente se empieza a hablar de la sexualidad en la vejez, especialmente a nivel profesional, con mayor naturalidad y soltura. El envejecimiento determina cambios en los ancianos y la imagen corporal sufre transformaciones difíciles de asimilar, esto determina que en muchas ocasiones la sexualidad sea rechazada o negada. Ello es clave si consideramos que a través de la sexualidad se puede ayudar a combatir los problemas de soledad tan prevalentes en la ancianidad. La comprensión y ayuda a los ancianos en este aspecto es una tarea que debe integrar tanto como otros aspectos, el ámbito de una profesionalidad centrada en una salud más humanizada y con base en una realidad objetiva. ( Geriátrika, 1989; 5(10): 556-558.

La realidad es que la gente de edad avanzada tiene actividad sexual. Diferentes estudios llevados a cabo en épocas distintas, y con diversas metodología, lo confirman(Kinsey, Pfeiffer, Master y Johnson, etc.). De cualquier modo, aún reconocemos algunas falencias en la metodología, pensamos que nos ofrecen suficientes datos como para hacernos una idea de lo que la sexualidad es y puede ser durante la tercera edad.

La sexualidad es importante para el bienestar y calidad de vida de las personas mayores y como tal, debe ser entendida y tratada por los profesionales de la salud.

Y es interesante que postulan la mayoría de ellos que, si bien es cierto que al avanzar en edad la actividad sexual disminuye, esta disminución no estaría relacionada con el deseo sexual, el cual disminuye muy poco o bien puede conservarse sin cambios e incluso llegar a aumentar en algunos casos.

En esos estudios uno de los inconvenientes que posiblemente distorsionan la información obtenida es que se han hecho casi siempre desde la perspectiva de un modo joven de pensar, interesándose fundamentalmente por la actividad coital, olvidando que la comunicación, y el placer sexual, no siempre y necesariamente están ligados al coito. Además, las personas mayores ocultan sus deseos y manifestaciones sexuales a jóvenes y adultos, porque estos habitualmente niegan su sexualidad y critican a las personas de la tercera edad que se interesan por ella.

Durante mucho tiempo, la expresión sexual ha estado ligada a la función reproductiva. Junto a ello el extendido prejuicio en contra de los ancianos en el supuesto acrítico de que la vida, el amor y el romance son patrimonios de los jóvenes, condiciona su bagaje de experiencias humanas plenas. Es decir, la sociedad, los que le rodean, exigen que adecue sus conductas al rol o imagen social que se tiene de él, sin importar lo que el individuo quiere ser como persona, y así la tercera edad sufre los tabúes sociales como un pero que se agrega a la carga de los años.

La tendencia a negar la sexualidad de la vejez tiene un aspecto humano que trasciende su impacto negativo sobre la vida sexual y la imagen de la persona de edad avanzada. También complica las relaciones interpersonales dentro del matrimonio, crea conflictos entre los hijos y los padres que planean volver a casarse, dificulta el diagnóstico correcto y las oportunidades terapéuticas de los problemas médicos y psicológicos. La autoimagen relacionada con el concepto de lo corporal sufre una alteración que es difícil asimilar y provoca una disminución de la autoestima. Esta imagen corporal es un producto de todas las relaciones objetables vividas desde el nacimiento.

El individuo deposita en su cuerpo sus vicisitudes de relación, pues el cuerpo es el sitio del encuentro con el cuerpo del otro. Siendo la sexualidad rechazada o negada lo que en el nivel latente crea conflictos. ( Espina Barrio, J.A. Sexualidad en la tercera edad, pp. 58-59)

Está descrito, por otra parte de que en el proceso de adjudicación y asunción de roles, los mismos viejos se hacen cargo de esos mitos y más de una vez se inhiben de hablar de su sexualidad, ya que ellos mismos a lo largo de su vida imaginaban a sus padres y abuelos como asexuados. El entorno asigna poco espacio al interés sexual de los ancianos. La reprobación social, cuyas raíces llegan —por cierto— hasta la remota infancia de cada uno de nosotros, pone el estigma de la vergüenza a la sexualidad como experiencia de posibilidad. ( Pszemiarower, N.P. Sexualidad en la tercera edad, pp. 68-69)

Se da entonces una situación en que el sujeto se encuentra en la encrucijada frente a la energía sexual; la sociedad con las consignas de decencia, vergüenza, castidad, por un lado y otras veces su propio cuerpo por la relación narcisista consigo mismo. En disgusto del propio cuerpo que se niega a hacerlo existir para el otro, lo que impide su descarga defendiéndose de los impulsos sexuales hasta el punto de reprimirlo en el inconsciente.

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Los juegos para pc resultan eficientes para tratar la depresión en los adultos mayores.

Un estudio dio a conocer que los juegos cognitivos para pc, resultarían muy positivos y satisfactorios en el tratamiento de adultos mayores que presentan marcados síntomas de depresión y que no reaccionan bien al tratamiento con fármacos.  Es de destacar que sería un avance muy importante ya que se estima que el 40% de las personas mayores que presentan depresión acarrean a su vez deterioros en sus funciones ejecutivas, aquellas relacionadas con la planificación y organización de la conducta.
Es así que las investigaciones llevadas a cabo por profesionales estadounidenses y chinos posibilitaron el desarrollo de juegos para la pc a fin de entrenar a los pacientes en la mejoría de estas disfunciones que impiden que la alopatía antidepresiva funcione en estas personas.  Se experimentó con una docena de adultos mayores de entre 60 y 89 años, los cuales no mostraban mejoría notable con los fármacos que recibían. Los científicos obtuvieron muy buenos resultados en el 91% de los casos, en un tiempo de cuatro semanas. Comprobaron que la utilización de los juegos mejoraba los síntomas en la misma medida que lo los fármacos en un tiempo de doce semanas.
Los juegos fueron diseñados en acuerdo al nivel de habilidad de cada individuo y su puso especial cuidado en que fueran adecuados, atractivos y retadores. Cuando las capacidades del individuo vertían mejoría, se corregía el nivel de dificultad con el objeto de motivarlo a permanecer en el rango indicado para inducir la neurogénesis. El resultado final mostró que los pacientes mejoraran sus déficit ejecutivos y también se redujeran los síntomas de depresión, es más, un 70% experimentó una remisión completa de la depresión.-
Recreadultos. 

Fuente: Nat Commun 2014; 5: 4578 – Morimoto SS, Wexler BE, Liu J, Hu W, SeirupJ, Alexxopoulos GS.