Hipertensión resistente: Una revisión completa de la evidencia sobre el diagnóstico, la evaluación y el tratamiento de la hipertensión resistente. Diferencias con la seudo hipertensión resistente.


Traducción y resumen objetivo: Dra. Marta Papponetti

La carga de morbilidad atribuible a la hipertensión es muy importante, representa o contribuye al 62% de todos los accidentes cerebrovasculares y al 49% de todos los casos de enfermedad cardíaca, dando lugar a un estimado de 7,1 millones de muertes por año lo que es equivalente al 13% del total de muertes en todo el mundo. Aunque la mayoría de los casos de hipertensión puede ser exitosamente tratada mediante modificaciones del estilo de vida, fármacos, o ambos, dentro de esta población se halla una cohorte en el extremo del espectro del riesgo cardiovascular constituida por individuos con hipertensión resistente (HR) al tratamiento.

¿Qué es la hipertensión resistente?
Las guías internacionales han definido a la HR como un aumento de la presión arterial >140/90 mm Hg a pesar del tratamiento con al menos 3 agentes antihipertensivos (uno de los cuales suele ser un diurético), con dosis óptimas o con las dosis mejor toleradas. La guía reciente del National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) ha sido la más acotada para definir formalmente la HR al indicar que, comúnmente, los 3 agentes antihipertensivos deben ser un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o un bloqueante de los receptores de angiotensina (BRA) más un bloqueante de los canales de calcio más un diurético tiazídico.
La guía NICE también indica que el diagnóstico de HR debe hacerse solamente después de haber confirmado el control inadecuado de la presión arterial a pesar del tratamiento, utilizando el monitoreo ambulatorio de presión arterial (presión arterial media durante el día >135/85 mm Hg) y excluyendo así la denominada hipertensión de ”guardapolvo blanco”. La presión objetivo óptima más aceptada para los pacientes tratados por HR es <140 aunque="" bajo="" como="" con="" cr="" diab="" el="" en="" enfermedad="" general="" hg="" hipertensos="" los="" m="" mm="" n="" nica.="" o="" objetivo="" p="" pacientes="" para="" puede="" renal="" s="" ser="" tambi="" ticos="">

¿Quiénes sufren hipertensión resistente?
Los datos de estudios de población prospectivos y sección transversal del control de la hipertensión realizados en España y EE. UU. indican que la prevalencia de la HR es del 7,6% y el 8,9%, respectivamente. En una encuesta reciente, la Health Survey for England, el 20% de los hipertensos tenía mal controlada la presión arterial a pesar de la administración de al menos 3 fármacos; estos porcentajes significan que existe una población con HR que ronda los 0,5–1 millones de individuos, solamente en Inglaterra. Un análisis post hoc de varios estudios clínicos de hipertensión (ALLHAT, ASCOT, ACCOMPLISH, LIFE, INVEST, CONVINCE5-10) muestra que la prevalencia de HR alcanza al 35%.
Sin embargo, estas poblaciones altamente seleccionadas tienden a ser de mayor edad y estar constituidas por pacientes con mayor riesgo individual y mayor comorbilidad cardiovascular que la población hipertensa general. El conjunto de datos de los primeros trabajos clínicos con los hallazgos surgidos de estudios de observación actuales indica una prevalencia de HR del 10-20%.
En un estudio estadounidense de 205.750 pacientes hipertensos se comprobó una incidencia de HR del 1,9%, después de un seguimiento de 18 meses (pacientes tratados con 3 antihipertensivos). Entre los pacientes que tomaron 3-4 medicamentos durante al menos 1 mes (n = 24.499), la prevalencia fue del 16.2%. Los resultados fueron ajustados posteriormente excluyendo a los individuos con seudo HR e incluyendo a una gran población étnicamente diversa.
El análisis también reveló que los pacientes con HR habían experimentado casi 50% más efectos cardiovasculares adversos durante una media de seguimiento de 3,8 años, comparados con los pacientes con presión arterial controlada mediante ≤3 fármacos antihipertensivos. Este mayor riesgo provino en gran parte del desarrollo de enfermedad renal crónica. Sin embargo, el pronóstico a largo plazo preciso de los pacientes con HR todavía no ha sido establecido. Ciertas características de los pacientes se asocian con mayor posibilidad de desarrollar HR al tratamiento. Muchas de estas características se asocian con eventos cardiovasculares adversos y ponen de relieve la necesidad de un tratamiento efectivo.

Características típicas de los pacientes con hipertensión resistente
• Edad avanzada, especialmente >75 años
• Presión arterial basal elevada y cronicidad de la hipertensión no controlada
• Daño en órganos blanco (hipertrofia ventricular izquierda, enfermedad renal crónica)
• Diabetes
• Obesidad
• Enfermedad vascular aterosclerótica
• Rigidez aórtica
• Sexo (mujeres)
• Origen étnico (raza negra)
• Exceso de sodio en la dieta

 ¿Cómo se diagnostica la hipertensión resistente?
Hipertensión aparente o seudo resistente
Antes de hacer el diagnóstico de HR se debe excluir la hipertensión aparente o seudo resistente. Se trata del control inadecuado de la presión arterial en un paciente que está recibiendo un tratamiento apropiado y que no tiene realmente HR. En su mayor parte, la seudo HR surge de: a) una mala técnica de medición de la presión arterial en el consultorio, b) el efecto del “guardapolvo blanco”, c) el mal cumplimiento por parte del paciente del tratamiento prescrito o, d) un régimen antihipertensivo subóptimo. 

Factores asociados con la hipertensión seudo resistente
Antes de hacer el diagnóstico de HR verdadera, estos factores deben ser considerados, buscados y eliminados.
Factores relacionados con el paciente
• Efecto del guardapolvo blanco
• Arterias ateroscleróticas o muy calcificadas que son poco compresibles a la palpación, dando lugar a un conjunto de artificios relacionados (especialmente en los pacientes de edad avanzada)

• Escasa adherencia del paciente al tratamiento:
     -Efectos secundarios de la medicación antihipertensiva
      -Regímenes con dosis complicadas
      -Educación inadecuada del paciente
      -Fallas de memoria o problemas psiquiátricos o cognitivos (sobre todo en los pacientes de edad avanzada)
       -Mala relación médico-paciente
       -Costos elevados de los medicamentos (en algunos sistemas de salud)
Factores relacionados con el médico
• Técnica de medición de la presión arterial en el  consultorio deficiente
• Inercia clínica
• Dosis de fármacos antihipertensivos insuficientes
• Elección inadecuada de las combinaciones de antihipertensivos
• Falta de comunicación y de deseo de invertir en la educación del paciente

 Los médicos también deben reconocer y aceptar que la “inercia clínica” representa un papel importante en el manejo subóptimo de la hipertensión, particularmente cuando el paciente requiere varios fármacos. Ese término puede comprender un mal conocimiento de las guías clínicas, la aceptación equivocada de una presión arterial elevada o una subestimación del riesgo de enfermedad cardiovascular, todo lo cual puede llevar a un tratamiento subóptimo. Antes de hacer el diagnóstico definitivo de HR es muy importante identificar los factores intervinientes del paciente y del médico y eliminarlos.

¿Cuál es el mejor método para evaluar la presión arterial?
En un análisis retrospectivo de historias clínicas de un registro español, el 40% de los pacientes tenía diagnóstico de HR basado en las mediciones de la presión arterial en el consultorio, pero una evaluación posterior mediante presurometría ambulatoria comprobó que esos pacientes experimentaban el efecto del “guardapolvo blanco”. Esto enfatiza la importancia de dicho efecto y también del uso del monitoreo ambulatorio de presión arterial para confirmar la HR, como lo recomienda la guía NICE.

¿Qué factores del estilo de vida contribuyen a la hipertensión resistente?
Una vez diagnosticada la HR verdadera, el próximo paso es evaluar si el paciente tiene factores que contribuyen potencialmente modificables.

Factores que contribuyen a la hipertensión resistente
 
Estilo de vida
• Obesidad
• Consumo excesivo de alcohol
• Exceso de sodio en la dieta
• Consumo de cocaína y anfetaminas
Relacionados con medicamentos
• Anti-inflamatorios no esteroides

• Anticonceptivos hormonales─los más frecuentemente asociados con hipertensión arterial son los anticonceptivos orales combinados; la terapia hormonal en la menopausia tiene efectos mínimos sobre la presión arterial

• Hormonas esteroides suprarrenales

• Agentes simpaticomiméticos (descongestivos nasales, pastillas para adelgazar)

• Eritropoyetina, ciclosporina y tracolimus

• Regaliz (suprime el metabolismo del cortisol)

• Suplementos herbarios (Ephedra, naranja amarga, etc)
Sobrecarga de volumen
• Insuficiencia renal progresiva
• Ingesta elevada de sal
• Tratamiento diurético inadecuado
Causas secundarias de HR y sus características
• Hiperaldosteronismo primario─ hipopotasemia, fatiga, niveles bajos de renina a pesar del tratamiento farmacológico que se esperaría eleve los niveles de renina (es decir, un IECA o BRA además de un bloqueante de los canales de calcio y un diurético), generalmente los niveles de aldosterona se elevan pero no de modo extremo

• Estenosis de la arteria renal ─ soplos carotideos, abdominales o femorales, antecedente de edema pulmonar, mujeres jóvenes (displasia fibromuscular), antecedente de enfermedad aterosclerótica

• Enfermedad renal parenquimatosa ─ albuminuria o hematuria microscópica, alteraciones bioquímicas, nicturia, edema

• Apnea obstructiva del sueño, obesidad, cuello corto, somnolencia diurna, ronquidos, despertares nocturnos frecuentes, testigos de la apnea

• Feocromocitoma ─ palpitaciones episódicas, cefaleas, sudoración

• Enfermedades tiroideas ─palpitaciones episódicas. Signos oculares, pérdida o ganancia de peso, calor o intolerancia al frío, insuficiencia cardíaca, taquicardia, bradicardia, ansiedad o fatiga. En general, el hipertiroidismo aumenta la presión arterial sistólica, mientras que el hipotiroidismo aumenta la presión arterial diastólica

• Síndrome de Cushing ─ obesidad centrípeta, facies de luna llena, estrías abdominales, deposición de grasa interescapular

• Coartación de aorta─retardo radio-radial o radio-femoral, disminución de los pulsos femorales, muescas costales en la radiografía de tórax

• Tumores intracraneanos ─cefalea a la mañana temprano, antecedentes familiares

La obesidad es un cuadro común en los pacientes con HR, en parte debido a la asociación con la retención de sodio, la mayor actividad del sistema nervioso simpático y la activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA). En Alemania, el estudio HYDRA de 45.125 pacientes obesos (índice de masa corporal [IMC] >40) de atención primaria mostró que estos pacientes tenían 5,3 más probabilidad de requerir tratamiento antihipertensivo con 3 fármacos y 3,2 veces mayor probabilidad de requerir 4  agentes antihipertensivos para alcanzar el control de la presión arterial, comparados con individuos con un IMC normal (<25 p="">
La relación entre la prevalencia de la hipetensión, el consumo de alcohol y la presión arterial es lineal. En general, el consumo moderado de alcohol no aumenta la presión arterial pero el consumo excesivo (>21 unidades/semana para los hombres, >14 unidades/semana para las mujeres; 1 unidad = 8 g o 10 ml d alcohol o 474 ml de cerveza, o un vaso de vino o un trago de bebida destilada), además del estado de ebriedad, se asocia con hipertensión, aumento del riesgo de accidente cerebrovascular y mal pronóstico general.
Se debe interrogar al paciente sobre el uso potencial de drogas exógenas prescritas o recreativas y, si es posible, suspender, minimizar o sustituir los agentes agresores. Los efectos de esos agentes pueden ser muy variables e impredecibles, ya que la mayoría de los pacientes puede acusar efectos mínimos y otros experimentar elevaciones importantes de la presión arterial. Si hay dudas en cuanto a cuál de los agentes es el que debe ser modificado, es muy útil la opinión especializada.
Un factor de HR es el consumo excesivo de sal. Los pacientes con HR tienden a consumir más sal que la población general, excediendo los 10 g/día, lo que aumenta la presión arterial y entorpece la acción de todos los agentes antihipertensivos en general. El efecto es mayor en los individuos que son particularmente sensibles a la sal, los individuos de raza negra y aquellos con enfermedad renal crónica. Por lo tanto, es importante revisar la ingesta de sal del individuo y brindar consejo dietético, recomendando consumir <6 a.="" d="" g="" p="">

¿Cuáles son las causas secundarias de hipertensión resistente?
La prevalencia de la hipertensión secundaria es mayor en las personas con HR comparadas con la población hipertensa general. Los estudios indican que el 5–10% de los pacientes con HR tienen una causa subyacente secundaria—siendo las más comunes el hiperaldosteronismo y la enfermedad renal, la estenosis de la arteria renal y la apnea obstructiva del sueño. Para los médicos no especializados es importante poder reconocer los signos y síntomas sugerentes de un proceso patológico subyacente, con el fin de solicitar los exámenes complementarios apropiados, y la probable derivación al especialista.

¿Cuál es el órgano más dañado en la hipertensión resistente?
Los daños orgánicos principales son la hipertrofia ventricular izquierda, la retinopatía hipertensiva y la enfermedad renal (albuminuria persistentemente elevada, hematuria o deterioro renal). El electrocardiograma, el ecocardiograma, el fondo de ojo, los análisis bioquímicos y las imágenes ayudarán al diagnóstico.

¿Qué es la adherencia al tratamiento supervisado?
Algo que hay que tener en cuenta en los pacientes con HR es su adherencia al tratamiento, lo que es muy importante en vista de que la hipertensión es muy asintomática y es tratada con múltiples fármacos. Cada vez se son más utilizadas las clínicas de “supervisión directa del tratamiento” que funcionan en los centros especializados, donde los pacientes toman los medicamentos en forma supervisada para luego monitorear su presión arterial mediante el registro ambulatorio o domiciliario, durante 6-24 horas, con el fin de confirmar si hay respuesta al tratamiento supervisado. En las clínicas especializadas también se miden los metabolitos farmacológicos para confirmar y evaluar la adherencia al tratamiento.

Evaluación bioquímica de los pacientes con sospecha de hipertensión resistente
Antes de derivar al paciente al especialista se deben llevar a cabo pruebas bioquímicas preliminares, ya que pueden ayudar a: detectar una causa potencial secundaria de HR, según los antecedentes del paciente y el examen físico; indicar la presencia de disfunción renal; y vigilar la respuesta y los efectos colaterales de los agentes antihipertensivos.

• Urea y electrolitos

• Estimación del índice de filtrado glomerular

• Glucemia

•Determinar los niveles de renina plasmática o de aldosterona

• Determinar la eliminación urinaria de metanefrinas o normetanefrinas (por el
feocromocitoma)

• Análisis de orina─microalbuminuria y macroalbuminuria, hematuria

¿Cuál es el tratamiento disponible para la hipertensión resistente?
Intervención no farmacológicaLa etiología de la HR verdadera es casi siempre multifactorial, por lo que es necesario emplear estrategias que abarquen la identificación y la modificación de los factores contribuyentes. Por lo tanto, se recomienda el descenso de peso, los ejercicios regulares, el consumo elevado de fibras, una dieta hipograsa e hiposódica y la moderación en el consumo de alcohol y cafeína; además, la cesación o la disminución del consumo de sustancias exógenas que interfieran con el tratamiento.
La indicación de estudios de detección para hallar las causas secundarias depende de las evaluaciones clínica y bioquímica iniciales, con exámenes y tratamientos apropiados y la derivación oportuna al especialista. Es importante alentar al paciente a cumplir el tratamiento ayudándolo con intervenciones educativas, motivadoras y también a hacerse cargo del manejo de su enfermedad (fomentar el examen médico frecuente por un equipo multidisciplinario, aconsejar el monitoreo domiciliario de la presión arterial para evaluar la respuesta terapéutica y establecer metas realistas).
Intervención farmacológicaLos pacientes con diagnóstico de HR recibirán o han recibido al menos 3 fármacos antihipertensivos y NICE recomienda que la combinación incluya fármacos con acciones potencialmente sinérgicas—es decir, un IECA o un BRA más un bloqueante de los canales de calcio más un diurético tiazídico. Otras guías muestran un amplio consenso con esta recomendación, pero no siempre ha sido explícitamente indicada en esta forma escalonada.
Un interrogante es ¿cuál sería el cuarto fármaco para agregar al tratamiento de la HR? Hasta el momento, no se han realizado estudios clínicos que comparen específicamente las diversas opciones terapéuticas disponibles. Por otra parte, es imposible que una clase de fármaco agregado a los 3 ya mencionados sea el ideal para cada caso de HR. Lo que es claro es que no se recomienda el bloqueo dual del SRAA, es decir, la combinación de un IECA con un BRA debido a la falta de evidencia en la HR, la falta de un “valor agregado” y del mayor riesgo de eventos adversos que mostraron los pacientes de alto riesgo que participaron en el estudio ONTARGET.
La mejor evidencia disponible, aunque débil, se basa en observaciones y avala el uso de dosis bajas de espironolactona (25 mg, 1 vez/día, aumentando a 50 mg, 1 vez/día), la que se prefiere como cuarto agente farmacológico cuando la potasemia es ≤4,5 mEq/L. La espironolactona bloquea la acción de la aldosterona en el receptor de mineralocorticoides, de modo que se produce la estimulación de la natriuresis y disminuye la sobrecarga de líquidos.
La espironolactona también puede superar el fenómeno de “rebote de la aldosterona” observado cuando hay un antagonismo crónico del SRAA, en el que la aldosterona escapa al bloqueo y los niveles retornan a sus valores basales. En los pacientes con HR, la espironolactona también induce la regresión de la hipertrofia ventricular izquierda, independientemente del estado de la aldosterona y reduce los volúmenes intracardíacos en los pacientes con hiperaldosteronismo.
El efecto adverso principal de la espironolactona es la tensión mamaria y la ginecomastia, ambas relacionadas con la dosis y la duración de tratamiento, pero antes de que ambas se desarrollen pueden transcurrir varios meses o años. Comúnmente, revierten luego de suspendido el fármaco. Si la respuesta de la presión arterial a la espironolactona fue satisfactoria pero el fármaco ha sido suspendido debido a la ginecomastia se puede sustituir por amilorida o eplerenona (no tan potentes como la espironolactona, por lo que pueden se necesarias dosis más elevadas que las usuales).
Cuando se usan diuréticos ahorradores de potasio existe el riesgo dehiperpotasemia, en especial en los pacientes con HR que ya están recibiendo IECA o BRA, y en los individuos con enfermedad renal crónica o diabetes. Se debe monitorear la potasemia dentro de las 2 semanas de iniciado el fármaco. El monitoreo posterior dependerá del resultado y si ha sido necesario ajustar la dosis.
Por otra parte, el tratamiento prolongado también puede provocar hiponatremia, especialmente en los ancianos y cuando al tratamiento diurético preexistente se agregan diuréticos ahorradores de potasio. Alternativamente, si la potasemia es >4,5 mEq/L, se debe considerar aumentar duplicar la dosis del diurético tiazídico ya indicado. Si a pesar de este aumento la presión arterial continúa mal controlada, la opción es agregar un bloqueante α o β, pero esta recomendación es empírica debido a la falta de evidencia de estudios clínicos bien diseñados.
Otras opciones son los agonistas α de acción central (metildopa y clonidina) o los vasodilatadores directos (hidralazina y minoxidil). Todavía no ha quedado establecida definitivamente la importancia de otros agentes como los antagonistas de los receptores de endotelina. Cualquiera sea la combinación terapéutica final, es posible que un paciente con HR esté recibiendo al menos 4 fármacos antihipertensivos por día, mientras que algunas guías han recomendado usar combinaciones terapéuticas fijas para reducir el número de comprimidos, lo que mejoraría la adherencia al tratamiento.

Dispositivos terapéuticos
Cada vez hay mayor interés en los dispositivos terapéuticos para el tratamiento de la HR, los que tienen como objetivo mejorar el control de la presión arterial sin recurrir a más medicación. Recientemente se han evaluado dos técnicas: la denervación simpática de la arteria renal mediante radiofrecuencia transluminal percutánea y la activación del barorreflejo carotídeo.
La primera es la que ha generado mayor interés, y ya hay varios dispositivos en desarrollo, habiéndose comprobado descensos de la presión de 30/15 mm Hg, mantenidos durante un seguimiento de 2 años. Sin embargo, se destaca que, aunque la denervación de la arteria renal mejoró el control de la presión arterial, los pacientes continuaron tomando antihipertensivos, aunque algunos en menor dosis. Un punto clave es que la denervación de renal no “cura” la HR.
Hasta el presente, no se han presentado problemas de seguridad con la denervación renal; en particular, no hay evidencia de estenosis o trombosis de la arteria renal en los 2 años de seguimiento. Existe consenso en que el procedimiento de denervación renal solo debe ser realizado en centros especializados. Aún faltan más investigaciones para evaluar la efectividad y la seguridad de este tratamiento.

¿Cuándo deben derivarse los pacientes al especialista?
• Cuando la anamnesis, el examen físico y las pruebas de detección iniciales sugieren una causa secundaria de HR

• Personas < 40 años de edad, especialmente cuando sus características no coinciden con los criterios típicos de la HR

• Dificultad en la interpretación de las mediciones de presión arterial realizadas en el consultorio y los registros ambulatorios o domiciliarios

• Dificultad para diferenciar la seudo HR  de la HR verdadera

• Dificultad para controlar la presión arterial a pesar de haber evaluado la adherencia al tratamiento, la modificación de los factores del estilo de vida, y el aumento apropiado del tratamiento combinado durante un período de 6 meses

• Dificultad en la búsqueda de un régimen de medicamentos bien tolerado

• Pacientes con evidencia de daño de órgano blanco o manifestaciones clínicas de la enfermedad cardiovascular

• Para considerar el tratamiento con dispositivos para controlar la presión arterial cuando todas las intervenciones farmacológicas se han agotado

¿Cuál es el tratamiento futuro para la hipertensión resistente?
El PATHWAY (Prevención And Treatment of resistant Hypertension With Algorithm guided therapY) está destinado a guiar el tratamiento de la HR. Junto con otros estudios, este trabajo responde algunos interrogantes todavía sin respuesta.

Preguntas sin respuesta
• ¿Existe una clase de medicamento que suele ser el más eficaz en la hipertensión resistente?

• ¿Qué características de los pacientes, permite definir el fármaco que probablemente sea el más eficaz?

• ¿Cuáles son los componentes ideales de la combinación de medicamentos en de los regímenes para la HR?  Se requiere un estudio prospectivo, aleatorizado y controlado de diferentes combinaciones de medicamentos

• ¿Es útil la determinación de rutina de la renina plasmática para estratificar el tratamiento farmacológico de la HR? ¿Sería su costo eficaz? ¿Es útil tener en cuenta el perfil de renina en el manejo de la HR?

• ¿Es útil clínicamente la  cronoterapia (cuando un agente antihipertensivo se toma por la noche en lugar de tomarlos todos juntos en la mañana)?

• ¿Cuál es el papel futuro de las terapias con dispositivo en el manejo de la HR? ¿Su efecto se suma al de los fármacos antihipertensivos?

• ¿Cuáles son las estrategias más eficaces para favorecer la adhesión a los regímenes medicamentosos y factores del estilo de vida?

• ¿Existen sistemas basados en estrategias basadas en equipos que puedan organizar el sistema de salud para identificar, controlar y tratar la HR?

Abuelos, cada vez más responsables de sus nietos



Se están trasladando más responsabilidades ligadas a la crianza de los hijos de los padres a los abuelos.

NUEVA YORK (Reuters) - Las diferencias generacionales y la economía están trasladando más responsabilidades ligadas a la crianza de los hijos de los padres a los abuelos, según indica un nuevo sondeo realizado en Estados Unidos.
Más de un tercio de los abuelos de más 50 años contribuye financieramente a la crianza de sus nietos, y el 11 por ciento tiene a un nieto viviendo con ellos, según la encuesta elaborada por AARP, el grupo de presión de 36 millones de ciudadanos mayores de Estados Unidos.
Un 40 por ciento de aquellos que respondieron al sondeo telefónico, cuya edad promedio era de 69 años, informó haber gastado más de 500 dólares en sus nietos en el último año, más allá de los regalos tradicionales.
Los costos educativos supusieron el 53 por ciento de ese dinero; los gastos diarios, el 37 por ciento; y los costos médicos y dentales, el 23 por ciento. El 16 por ciento de los abuelos aportó dinero para el cuidado diario de sus nietos.
"Son la red de seguridad para las familias estadounidenses, ayudando a pagar gastos prácticos y necesidades", dijo Amy Goyer, experta en cuestiones multigeneracionales y de familia del AARP.
"Vemos que muchos proporcionan servicios de cuidado diario, y que cada vez más tienen a un nieto viviendo con ellos", declaró, refiriéndose al 16 por ciento que cuida de sus nietos mientras los padres están en el trabajo o en la escuela.
En total, casi el 90 por ciento de los 1.904 abuelos consultados dijo que jugaba un papel muy o algo importante en la vida de sus nietos, y alrededor del 70 por ciento vive a no más de 80 kilómetros del más cercano.
El sondeo, elaborado por Woelfel Research Inc., también mostró que los abuelos están cada vez más implicados en las cuestiones que afectan a la vida de la generación más joven y en sus modos preferidos de comunicarse.
Más de un tercio se conecta con sus nietos vía correo electrónico, Skype o mensajes de texto, mientras que la mitad dijo que habla habitualmente de cuestiones que van desde valores hasta la espiritualidad, las drogas y el abuso de alcohol.
Casi el 40 por ciento dijo haber hablado sobre citas o sexo con al menos un nieto. Alrededor del 60 por ciento manifestó conversar con sus nietos al menos una vez a la semana.
La mayoría de los abuelos dijo tener al menos cinco nietos, y un 25 por ciento informó tener nietos de razas o etnias diferentes.

Resiliencia en el Adulto Mayor



¿Qué es la resiliencia y cómo favorece a las personas mayores?

Representa la adaptación positiva de la persona a pesar de la adversidad y ante situaciones de amenaza. En la etapa de la vejez cobra especial importancia por ser un periodo en el que se suelen presentar diversos eventos críticos y altamente estresantes y, cabe notar que, a pesar de ello, algunas personas mayores se adaptan a tales condiciones sin mostrar un decremento en el bienestar o en la satisfacción con la vida.

La tercera edad es un período caracterizado por la activación de la Resiliencia.

En la tercera edad suelen afrontarse eventos críticos como son los problemas de salud, la pérdida de seres queridos y, en muchos casos un decremento en la situación económica. Sin embargo, hay estudios que indican que, a pesar de haber sufrido tales dificultades, y muchas veces circunstancias extremas, peligrosas o traumáticas (guerras y austeridad); muchas personas mayores se encuentran en buena condición de salud, (aunque pueden tener padecimientos propios de la edad) e, incluso, dan muestras de vitalidad, de buen humor, entusiasmo en realizar actividades que les mantenga ocupados y que aporten beneficios para ellos y para otras personas y, además poseen gran interés en seguir contribuyendo y participando con su familia y amigos.

Lo anterior indica que los mayores han tenido que ajustarse y sobrevivir a innumerables situaciones de adversidad a través de procesos de adaptación, mediante los cuáles, logran mantener un adecuado nivel de funcionamiento en diferentes dominios y, felizmente, alta o adecuada satisfacción con la vida y bienestar, es decir, han mostrado resiliencia ante las adversidades (Brandtstädter y Greve, 1994).

La resiliencia, por lo tanto, debe reunir dos condiciones y características:

1)  La exposición a un daño significativo o una adversidad severa.
2) La adaptación positiva a pesar de un “riesgo significativo” en el proceso de desarrollo. Los eventos adversos que ocurren en la vejez, ponen en funcionamiento múltiples autosistemas de adaptación (Greve y Staudinger, 2006). Por ejemplo, puede presentarse un declive en ciertas habilidades del área cognitiva, sin embargo, esto no determinará el funcionamiento cognitivo ya que, gracias al gran bagaje de conocimientos y habilidades adquiridos a través de los años puede compensarlo. Este tipo de procesos, según Baltes et al. (1998), indica que la resiliencia ocurre diariamente en la vejez, es decir, es un fenómeno normativo.

La pregunta es, ¿Qué mecanismos pueden llevar a la resiliencia?

Las investigaciones han constatado que determinados recursos tienen la capacidad de amortiguar los efectos de los eventos estresantes, ya sean estos consecuencias de eventos normativos o bien, eventos no normativos. La idea básica es que si un dominio o área se ve amenazada, muchas otras áreas de protección se activarán para protegerla o subsanarla.

Los recursos asociados a la resiliencia (también llamados factores protectores o recursos) son de naturaleza múltiple y cambian en los diferentes periodos de la vida, además cabe recordar que se encuentran a nivel individual, familiar y social o de comunidad (Heckhausen, 2001, Luthar et al., 2000).
Con respecto a la vejez, los indicadores de resiliencia pueden ser el mantener un buen funcionamiento en los dominios que son de mayor interés para los individuos. Usualmente se enfocan a mantener una buena salud, movilidad y funcionamiento físico, al aspecto cognitivo y de personalidad y a mantener las redes sociales y de apoyo (Heckhausen, 2001).

Recursos que potencian la resiliencia

Es conveniente señalar que algunos investigadores insisten en que la resiliencia no es considerada una característica o atributo de la personalidad, sino un conjunto de recursos y fortalezas que son capaces de potenciarla y proveerla cuando la situación lo requiera (Greve y Staudinger, 2006). Entre los recursos señalados constantemente en la literatura se encuentran la identidad positiva, el control personal, la auto eficacia, la autoestima, las emociones positivas, el optimismo, el afrontamiento y el apoyo social.

-Identidad Positiva

Se ha encontrado que cuando los mayores se reconocen a sí mismos con una identidad positiva y ricamente construida, cuando se evalúan positivamente y establecen en el presente diferentes niveles de funcionamiento, pueden ser más exitosos y menos vulnerables ante las crisis (Brandtstädter y Greve, 1994; Coleman y Antonucci, 1982). Además esta variable está relacionada con la autoestima y el bienestar (Greve y Staudinger, 2006)

-Control personal

El sentimiento de control, es decir, la creencia de que a través de nuestras propias conductas se ejerce control sobre nuestras vidas y sobre el entorno que nos rodea, activará diferentes estados emocionales que favorecen la salud. Adicionalmente, el control interno juega un papel funcional en la adaptación exitosa ante las situaciones difíciles e, incluso, puede mediar la relación de otros recursos como la autoestima y la auto eficacia, que a su vez activan el sistema de adaptación ante las crisis, los retos y la conducta individual (Brandtstädter y Greve, 1994, Heckhausen, 2001).

El control personal (ya sea interno, control primario o secundario) ocupa un lugar central para lograr la adaptación y la resiliencia. Los esfuerzos para regular el curso de la vida y el ambiente, es contingente con las conductas que llevarán a cabo las personas para establecer y modificar sus metas personales, optimizar sus motivaciones y recursos emocionales, así como realizar lo necesario para alcanzarlas (control secundario) y, finalmente, mantener un control sobre su propio ambiente (control primario).

-Sentido de Auto eficacia

La auto-eficacia es la creencia acerca de las propias capacidades para organizar y manejar las situaciones futuras (Bandura, 1999). Esta variable es un recurso capaz de mediar la percepción de control del individuo y sus sentimientos ante las pérdidas. Además le ayuda a mantener el optimismo ante la situación, activa el funcionamiento de algunos dominios incrementando la probabilidad de mantener y optimizar su funcionamiento en áreas como la inteligencia, la memoria o la salud (Bandura, 1999).

-Autoestima

La autoestima, es decir, la valoración que tenemos de nosotros mismos, está relacionado con altos niveles de bienestar a pesar de los eventos adversos. Es un recurso (variable moderadora) para el afrontamiento a las amenazas y al estrés (Cicchetti y Rogosch 1997). (Brandtstädter, 1999; Grave y Staudinger, 2006; Mc Cubbin, 2001; Ong, Bergeman, Wallace y Bisconti, 2006), Además poseer una adecuada autoestima es una precondición positiva para movilizar o simplemente aceptar el apoyo social (y así ser una variable mediadora para el manejo de problemas).

-Emociones Positivas

Las emociones positivas son estados de ánimo “que nos hacen sentir bien”; entre las más citadas están la gratitud, el amor, y el perdón, y pueden proporcionar a las personas experiencias subjetivas placenteras y sensaciones de paz. (Fredrikson, Tugade, Waugh y Larkin, 2003). Se ha encontrado que las emociones positivas tienen gran importancia en los procesos de adaptación que buscan alcanzar un equilibrio, ya que facilitan las estrategias de afrontamiento adaptativas, la obtención de recursos sociales y favorecen el bienestar. Del mismo modo, son capaces de moderar las reacciones y la recuperación ante el estrés. Adicionalmente, una gran cantidad de emociones positivas pueden potenciar altos niveles de resiliencia (Fredrickson et al., 2003; Ong et al., 2006). Estudios encaminados a explorar las emociones en personas mayores han encontrado consistentemente que experimentan más emociones positivas que negativas (Mather y Cartensten, 2005). Este hecho, sumado a los datos anteriores, explican que los mayores dispongan más de estos recursos no sólo para amortizar, también para favorecer la adaptación después o durante experiencias negativas y dañinas.

-Optimismo

El optimismo, definido comúnmente como la tendencia a esperar que el futuro depare resultados favorables (Seligman, 2003), es una fortaleza importante que ayuda a afrontar las adversidades y tiene beneficios en la salud y el bienestar. Además media la relación de otros recursos personales y los eventos estresantes (Ong et al., 2006), promoviendo la adaptación ante el intento de alcanzar metas (Taylor y Gollwitzer)

-Afrontamiento

Aunque el afrontamiento es una variable relacionada estrechamente con la resiliencia, no es sinónimo de ella; aunque Greve y Staudinger (2006) apuntaron que puede observarse un sobrelapamiento entre ambas.

El afrontamiento es definido como un proceso por el cuál los individuos manejan los retos o las amenazas (Lazarus y Folkman, 1984). Las personas mayores recurren más al afrontamiento centrado en las emociones que al centrado en los problemas, además se ha informado que, en su mayoría logran manejar las crisis exitosamente (incluyendo los aspectos negativos de la edad). Así, el amplio repertorio de estrategias de afrontamiento que han acumulado durante su vida, les servirán fundamentalmente para adaptarse a los diferentes problemas y a las situaciones estresantes (Brandtstädter y Greve, 1994, Diehl).

Se ha encontrado que las personas mayores adaptan sus estrategias ante los problemas y las pérdidas que son difíciles o imposibles de afrontar activamente. Por ejemplo, los sistema de valoración personal son modificados, las preferencias son adaptadas, y se recurre a la reinterpretación de los problemas cambiando la perspectiva (Brandtstädter y Renner, 1990). Incluso, dada la falta de control sobre algunos problemas, suele existir una aceptación de las consecuencias y de sus efectos. Estos procesos contribuyen a resolver las discrepancias y a reducir los efectos adversos en el bienestar. Lo anterior indica que el afrontamiento es un proceso de acomodación en el que la imagen del individuo y la imagen de sus metas, son alterados para eliminar los aspectos negativos de las discrepancias (Brandtstädter y Greve, 1994).

-Otros recursos psicológicos

Kinsel (2005) realizó un estudio cualitativo en el que encontró otros recursos psicológicos usados por personas mayores “resilientes”:
La curiosidad hacia el mundo y el otorgar alto valor a la educación fue considerada como variable de fundamental importancia. Los mayores trataban de seguir aprendiendo y no sentían temor ante la necesidad de buscar información cuando no conocían ciertas cosas. También informaron que era muy gratificante involucrarse en actividades de aprendizaje.

Otra cualidad fue el ser poco ortodoxos o convencionales, sin importar discrepar con las normas sociales del momento, lo cuál implicaba adoptar una “actitud activa”.

Finalmente, el terreno espiritual fue considerado como un pilar de apoyo para las personas mayores y un recurso poderoso ante la necesidad de adaptarse y hacer frente a nuevas situaciones. Al hablar del terreno espiritual, las personas se referían a la creencia de la existencia de un poder superior en el cuál podían apoyarse.

-Redes sociales y apoyo social

Las redes sociales y de apoyo brindan no sólo la ayuda instrumental para resolver problemas, también intervienen otros recursos como es la auto-estima y el sentimiento de auto eficacia.

Al parecer, su importancia no radica en el apoyo en sí mismo, sino en la percepción que la persona que lo recibe tiene de dicho apoyo, siendo, al parecer, la calidad de las relaciones lo que más contribuye a la resiliencia.

Al parecer, existe una asociación positiva entre el apoyo social y la auto eficacia. A su vez, el apoyo social contribuye al bienestar percibido de los mayores (Heckhausen)

-La plasticidad

Baltes et al. (1998) y sus colaboradores puntualizaron que el ser humano se caracteriza por la plasticidad, es decir, por la capacidad de minimizar los efectos de lesiones a través de cambios estructurales y funcionales en otras áreas. Este concepto forma parte central y es prerrequisito para el desarrollo humano y para la resiliencia, y logrará activarse a través de la articulación de diferentes procesos como la selección, la compensación y la optimización.

Estos tres procesos, que ya presenté en el artículo sobre Psicología Positiva y Tercera Edad en el número anterior de la revista Saber Alternativo, están estrechamente relacionados con la “capacidad de reserva”, que activa el potencial del individuo para adaptarse al cambio y a la dialéctica de ganancias y de pérdidas que se experimentan en la vejez. En estos procesos, el individuo juega un rol activo en su desarrollo y recurre, cuando las circunstancias lo requieren, a dominios o competencias que antes no empleaba y que le ayudan a compensar sus pérdidas.

Un ejemplo de lo anterior es que para adaptarse a los cambios físicos y sociales en la vejez, es necesario seguir una serie de estrategias entre las que se encuentra la coordinación de las ganancias y de las pérdidas, que accionarán factores de protección para lograr una adaptación exitosa. Será necesario seleccionar aquellos dominios que se pueden o quieren preservar, para optimizar una función y así poder compensar lo perdido. Estas adaptaciones ayudarán al individuo a ajustarse a los nuevos requerimientos y condiciones, acercándose a la “vejez con éxito”.

Si los procesos de selección, compensación y optimización operan de manera conjunta, constituirán un componente fundamental de las fortalezas humanas (Baltes y Freund 2003), que en articulación con los recursos como la auto eficacia, la autoestima, etc. potenciarán la resiliencia.

En otras palabras, cuando las personas mayores se enfrentan a nuevas situaciones como son las enfermedades crónicas, el abandono por parte de los hijos, la separación del esposo o de la esposa, la viudez, o la jubilación, entre muchas otras, se ven obligados a replantearse nuevas pautas de vida que les llevará a la adopción de estrategias encaminadas a superar las crisis.

La selección de nuevos esquemas de conductas para compensar y optimizar de acuerdo a sus objetivos personales, denotará una persona integrada, que resuelve de manera consciente o inconscientemente tales crisis, que por lo tanto asienta un acercamiento a las fortalezas y a la resiliencia (Staudinger et al., 1995).

Finalmente, todos estos recursos que potencian la resiliencia son estudiados, fomentados y aplicados por la Psicología Positiva. Estas aportaciones, entre todas las que está mostrando, han conseguido que esta nueva rama de la Psicología esté despertando un enorme interés dentro de la comunidad científica y en el resto de la sociedad.

Rubén Rivera Feteira

Prevenir el Alzheimer


Durante muchos años,  han dicho que hay poco que se pueda hacer para prevenir la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia.Una nueva investigación revela que el estilo de vida juega un papel importante en la protección del cerebro a medida que envejece.
Con  un estilo de vida saludable para el cerebro, puedes incluso ser capaz de prevenir los síntomas de la enfermedad de Alzheimer por completo y frenar o incluso revertir, el deterioro del envejecimiento.
Es posible prevenir o retrasar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias a través de una combinación de hábitos saludables; nunca es demasiado tarde para comenzar a aumentar sus reservas del cerebro. La salud de su cerebro, como la salud de su cuerpo, depende de muchos factores.
Mientras que algunos factores, tales como los genes, están fuera de su control, muchos factores de estilo de vida sí están a tu alcance como son: ejercicio regular, dieta saludable, estimulación mental, calidad del sueño, manejo del estrés y vida social activa. Cuanto más se fortalece  cada uno de los seis pilares en tu vida diaria, más sano y más resistente va a ser tu cerebro.
Para poder identificar esta enfermedad es importante distinguir entre demencia senil y enfermedad de Alzheimer. La demencia senil es el deterioro gradual de las funciones mentales, tales como la concentración, la memoria y el juicio, que afecta a la capacidad de una persona para realizar las actividades diarias normales.
Se presenta en personas mayores de 65 años de edad, o  con una enfermedad que afecta al funcionamiento cerebral, pero no es una consecuencia normal del proceso de envejecimiento.
Por su parte,  la enfermedad de Alzheimer es una enfermedad física que provoca cambios radicales en el cerebro. Como los tejidos cerebrales sanos degeneran,  las personas que sufren de Alzheimer sufren una disminución constante en la memoria y la capacidad de usar su cerebro para realizar las tareas.
Cosas de salud.es

7 películas sobre la Memoria


De 1984 París, Texas del istriónico director Wim Wenders donde un hombre con amnesia aparece en el desierto habiendo cruzado la frontera con México y lleva días caminando hasta que al llegar al primer núcleo urbano de desmorona. Genial ejercicio del director mucho más intimista y con un reparto de poco renombre que hacen un trabajo magnífico.
Una durísima película relacionada con la memoria es Memento, del año 2000, donde un científico sufre un golpe en la cabeza mientras intenta evitar el asesinato de su mujer. Ese golpe le destruye la memoria a corto plazo, lo último que recuerda es el asesinato y mediante un sistema de cámaras y tatuajes en su cuerpo, intentará cumplir la venganza contra el asesino.
Peter Appleton se ve obligado a huir del Hollywood de los años 50 ante la caza de brujas del senador McCarthy pero mientras huye, tiene un accidente de coche que lo deja amnésico. Los habitantes de un pueblecito cercano al lugar del accidente, lo rescataran y confundirán con el hijo militar de dueño del Majestic, el cine del pequeño pueblo que cada vez va a peor, Appleton hará lo que pueda por recuperarlo. Este es el argumento de The Majestic, donde un maravilloso Jim Carrey interpreta al protagonista principal acompañado de un Martin Landau entrañable.
Juan José Campanella nos trae una de las películas más bellas del cine hispanoEl hijo de la novia, en ella, Rafael (Ricardo Darín) es un hombre que vive por y su para restaurante, no ve a su hija casi y tampoco visita a su madre, enferma de Alzheimer, pero diferentes acontecimientos lo llevaran a replantearse su vida, intentando cumplir el sueño de su desmemoriada madre de casarse por la iglesia. Un reparto magnífico para una bellísima película.
El romance entre Iris Murdoch y John Bayley fue la excusa para plantear una película de gran acogida entre la crítica que no tuvo tanto éxito de público, pero que es una de las mejores películas de la década. Con Kate Winslet interpretando a la joven Iris y la magnífica Judi Dench a la Iris mayor y ya afectada por el Alzheimer, esta biografía de Bayley es una de las mejores películas y que tratan el tema con más claridad.
En 2004, nos encontramos dos historias de amor muy diferentes, la primera, una de las historias de amor más bellas jamás contadas en el cine, El diario de Noa, basada en el best-seller El cuaderno de Noa, donde un hombre recuerda su relación con una mujer que padece Alzheimer y le lee para recordarle lo felices (e infelices) que fueron juntos. Por otro lado, Adam Sandler intenta conquistar a Drew Barrymore en 50 primeras citas, donde Barrymore interpreta a una chica que cada noche pierde la memoria y necesita que cada mañana le recuerden quien es y lo que le pasa. Sin duda, películas que hablan de la memoria y de la falta de la misma, aunque, quedarán para siempre en las nuestras.

Alimentos que no hay que mezclar


El acto de comer e ingerir alimentos permite aportar al organismo los nutrientes que necesitamos para vivir. Es importante llevar una dieta sana y equilibrada para tener un buen estado de salud y evitar posibles enfermedades. Sin embargo, a la hora de comer debemos tener en cuenta que no es lo mismo ingerir un alimento de forma aislada que hacerlo acompañado de otro/s.

De hecho, algunos alimentos combinados de forma adecuada, pueden potenciar sus cualidades y ayudar a combatir distintos problemas de salud. Del mismo modo, algunas combinaciones de alimentos pueden ser nocivas para nuestra salud y, por tanto, se deberían tomar en comidas diferentes, con una diferencia de entre tres y cuatro horas respecto a la anterior.
Veamos algunos tipos de alimentos que son incompatibles:
- Espinacas y Queso
La espinaca es una verdura muy rica en oxalatos, sustancias que reducen la absorción del calcio por parte del organismo. De ahí que no se debe mezclar con queso y otros lácteos. Además, el calcio del queso y el hierro de la espinaca permite una correcta absorción de ambos minerales.
- Evitar los líquidos en las comidas
Tomar agua u otros líquidos en la comida ralentiza la digestión. De ahí que sea recomendable beber antes de las comidas, o varias horas después.
- No añadir azúcar a alimentos dulces
Esta combinación es una auténtica bomba de relojería para nuestro organismo, todo un cargamento de calorías muy perjudicial para nuestro organismo y para mantener a raya el peso.
- No mezclar cereales y alimentos ricos en magnesio con refrescos
Los refrescos tienen fosfatos que limitan la absorción de magnesio, de ahí que sea importante limitar su consumo y no combinarlos con estos alimentos.
 - Evitar comer al mismo tiempo hidratos de carbono o féculas y alimentos ácidos
Los hidratos de carbono y las féculas comienzan su digestión en la boca y requieren un proceso de masticación y un medio alcalino. Los ácidos ralentizan esta digestión, de ahí que no debamos añadir tomate a la pasta, el arroz y los bocadillos.
- No debemos mezclar frutas dulces y ácidas, como en las macedonias.
Tomar distintos tipos de fruta al mismo tiempo puede provocar reacciones químicas perjudiciales para el organismo, ya que son incompatibles en muchos casos.
- Eliminar las salsas en las comidas
Las salsas suelen ser ricas en grasas, que ralentizan la digestión, ya que impiden que las enzimas de los jugos gástricos puedan realizar su función.

Las ventajas de ser maduro

Los mayores pueden ver múltiples puntos de vista con mayor facilidad, están más interesados en buscar un acuerdo para resolver los conflictos personales y los de tipo social, saben reconocer los límites de su propio conocimiento y están más dispuestos a admitir que hay cosas que desconocen.

EFE. 24 Noviembre 2011 MÉXICO, DF.- Las últimas investigaciones científicas confirman que, como los buenos vinos, muchas personas van ganando calidad humana con el paso de los años, sobre todo a partir de la sexta década de su vida.

Estudios recientes de universidades estadounidenses, basados en encuestas, cuestionarios, juegos, tareas y pruebas psicológicas, demuestran que algunos adultos mayores están más capacitados que los jóvenes para verle el lado positivo a las situaciones adversas.

Los mayores pueden ver múltiples puntos de vista con mayor facilidad, están más interesados en buscar un acuerdo para resolver los conflictos personales y los de tipo social, saben reconocer los límites de su propio conocimiento y están más dispuestos a admitir que hay cosas que desconocen.

Todos estos atributos hacen que, a partir de la sexta década de existencia, la gente sea más sabia que los más jóvenes, de acuerdo a un trabajo de la Universidad de Michigan, dirigida por el profesor de Psicología Richard Nisbett y en la que participaron 247 personas divididas en tres grupos de edad: de 25 a 40, de 41 a 59, y a partir de los 60 años. “La gente siempre ha opinado que las personas más viejas son más sabias, y ahora tenemos algunas pruebas de que es verdad. Independientemente de la clase social y del nivel de inteligencia, los adultos mayores son más sabios para los conflictos de grupos e individuales”, señaló el profesor Nisbett.

Por otra parte, la creencia popular de que las personas mayores toman decisiones menos arriesgadas, también ha sido puesta en entredicho por un nuevo estudio en el que han participado 54 adultos, de 66 a 76 años, y 58 personas más jóvenes, de entre 18 y 35 años.

“Lo que hace que la gente sea más adversa al riesgo no es la edad”, según Scott A. Huettel, profesor de Psicología y Neurociencias coautor del estudio de la Universidad de Duke.

Los mayores son muy decididos

Su investigación ha comprobado que, en algunos casos, los adultos mayores toman decisiones sobre ganar dinero tan buenas, e incluso mejores, que los más jóvenes, y muestran una mayor capacidad para tolerar el riesgo financiero. De acuerdo a los investigadores, los declives relacionados con la edad, en la memoria y la capacidad de procesar información con rapidez, pueden influir sobre la capacidad de la gente mayor para tomar decisiones, pero cuando tienen los mismos niveles de memoria y velocidad de procesamiento de los más jóvenes es probable que tomen los mismos tipos de decisiones,
Un tercer trabajo, de un equipo de psicólogos de la Universidad de California, avala la teoría de que la inteligencia emocional y las habilidades cognitivas pueden agudizarse a partir de los 60 años de edad.

La investigación, en la que se estudió a 144 adultos sanos —algunos de los cuales rondaban los 20 años, otros entre 40 y 50 años, y un tercer grupo de 60 y 70 años— ha mostrado cómo las estrategias y respuestas emocionales de los seres humanos se transforman. “La gente mayor es más capaz que las personas jóvenes de verle el lado positivo a las situaciones adversas y de empatizar, es decir ponerse en el lugar del otro y entenderlo”, según el profesor de Psicología Robert Levenson, que ha dirigido la investigación.-

Ejercicio físico: prevención de la demencia

Un amplio estudio de revisión bibliográfica recientemente publicado en la revista Mayo Clinic Proceedings (Mayo Clin Proc) da un fuerte espaldarazo a la evidencia actual de que el ejercicio físico reduce el riesgo de demencia.

Según este estudio, cualquier actividad física aeróbica que eleve la frecuencia cardíaca e incremente la demanda corporal de oxígeno puede reducir el riesgo de demencia, e incluso retrasar el declive cuando la demencia ya ha comenzado.

Los autores han realizado un metaanálisis de toda la evidencia publicada en estudios sobre la neuroprotección cognitiva del ejercicio físico, documentándose una significativa reducción del riesgo de demencia mediante el ejercicio físico durante la madurez, con efecto protector también sobre el riesgo de deterioro cognitivo en general.

Entre los pacientes que ya sufren deterioro cognitivo leve o demencia, varios estudios han documentado el hallazgo de mejores puntuaciones cognitivas tras un periodo de 6 a 12 meses de ejercicio físico, en comparación con controles sedentarios.

El metaanálisis de los estudios sobre el ejercicio físico en adultos sanos también mostró su asociación con puntuaciones cognitivas significativamente mejoradas. En un amplio estudio con personas mayores, un año de ejercicio físico aeróbico resultó estar asociado a volúmenes significativamente mayores del hipocampo, y a una mejor memoria espacial. Otros estudios realizados también en mayores documentaban que el ejercicio atenuaba la pérdida del volumen de materia gris cerebral asociada a la edad.

Otros estudios examinados en este metaanálisis encontraron asimismo volúmenes mayores en el hipocampo o en la sustancia gris cerebral en sujetos mayores físicamente en forma, en comparación con los sedentarios. El estudio de las redes cognitivas mediante imagen de resonancia magnética funcional evidencia también una conectividad mejorada tras 6 a 12 meses de ejercicio.

Los estudios en animales indican que el ejercicio facilita la neuroplasticidad a través de varios mecanismos biológicos, con mejores resultados en el adiestramiento. La inducción de factores neurotróficos cerebrales mediante el ejercicio ha sido confirmada en múltiples estudios animales, con evidencia indirecta de este mismo proceso en los humanos.

Más allá de un efecto neuroprotector del cerebro, el ejercicio físico puede atenuar también del declive cognitivo, a través de la mitigación del riesgo cerebrovascular, incluyendo la contribución de la enfermedad de pequeño vaso hacia la demencia. El ejercicio no debería ser pasado por alto como una estrategia terapéutica importante.

Referencia bibliográfica: J. Eric Ahlskog, Yonas E. Geda, Neill R. Graff-Radford and Ronald C. Petersen. Physical Exercise as a Preventive or Disease-Modifying Treatment of Dementia and Brain Aging. Mayo Clin Proc 2011;86:876-884.

Nuevo Centro de Jubilados GAY

el primero en Argentina para personas mayores.
Tienen más de 60 años, experiencias de vida y ganas de compartirlas con sus pares, historias de lucha y de silencios por su condición sexual, y ganas de disfrutar de la vejez sin tener que ocultar su identidad de gay, lesbiana o transexual. El primer centro de jubilados y pensionados para homosexuales del país comenzó a funcionar en la organización no gubernamental (ONG) “Puerta Abierta a la Diversidad”, en el barrio de Almagro, con el objetivo de brindar un espacio cultural, de recreación, contención y pertenencia.
“Más que una propuesta era una necesidad. Hace diez años trabajamos en la ONG con gays y lesbianas, y los adultos mayores nos manifestaban que no tenían un lugar donde reunirse sin ocultar su sexualidad, porque cuando iban a un centro de jubilados tenían que disimular porque se sentían discriminados”, destacó la psicóloga Graciela Balestra, una de las fundadoras de Puerta Abierta, junto a su pareja, la psicóloga Silvina Tealdi.
Así fue que tras escuchar las historias de los adultos mayores homosexuales, que tenían como patrón común la soledad, iniciaron los trámites y formaron una Comisión Directiva. Y tras el anuncio en los medios de comunicación de la inminente apertura del centro comenzaron a recibir cientos de llamados y correos electrónicos.
El centro fue inaugurado el sábado 27 de setiembre y el viernes pasado tuvieron la primera reunión de socios, donde comenzaron a ponerse de acuerdo sobre los días y horarios, los talleres, los servicios, y demás actividades a organizar, como viajes de turismo y miniturismo.

La discriminación “Ellos nos hablaban de la soledad, que no sabían qué hacer los fines de semana, y tampoco sabían dónde conocer a otros gays de su edad porque en los boliches son todos jóvenes, y no contaban con espacios para mayores homosexuales. Además en los centros de jubilados no podían expresarse como son y se sentían discriminados”, indicó a este diario Balestra.
Al respecto comentó que “una señora nos contaba que no se animaba a contar en el centro de jubilados al que iba que era lesbiana y al preguntarle ‘por qué, si ser homosexual no es un delito’, ella contestó que allí había un señor que el resto pensaba que era gay y se burlaban mucho de él, lo despreciaban, y por eso ni loca ella iba a decirlo”.
En tanto, aclaró que Puerta Abierta no solo es un centro de jubilados para mayores homosexuales, sino también para heterosexuales, “donde cada uno puede mostrarse abiertamente como es”. Los interesados en formar parte del centro deben comunicarse al (15) 6711-4263, enviar un correo electrónico a puertaabierta2007@yahoo.com.ar o visitar la página de Internet www.puertaabierta.com.ar

“Eran todos invisibles” En declaraciones a este diario, la presidenta del centro, Norma Castillo, de 67 años, señaló que hacía tiempo que se “preguntaba dónde está el resto (de los homosexuales mayores), porque eran todos invisibles no había nadie”; pero tras el anuncio de la inauguración “recibimos una avalancha de llamados y empezaron a aparecer”.
“Con mi pareja -con quien se unió civilmente hace unos meses tras 30 años de convivencia- tuvimos una vida social muy activa, como personas comunes y corrientes, y queríamos continuar en la vejez con esa vida social. La tercera edad gay necesita contención, actividades, que no nos desplacen ni ignoren, y cuando uno tiene fuerza para hacer algo, hay que hacerlo, reunirse y compartir”, manifestó.
En este marco comentó que “muchos gays que van a centros de jubilados no quieren decir su condición por miedo al rechazo”. Asimismo resaltó que “cuando uno entra a un centro y está solo, por ejemplo, un hombre, enseguida le quieren buscar novia, aunque él no quiera, y ¿cómo hace para decir que es gay?; lo mismo pasa con las mujeres, le quieren buscar un novio y ¿cómo hace para decir que es lesbiana?”.
Al respecto, Castillo destacó que en Puerta Abierta “se recibe a todo el mundo, homo o heterosexuales, pero consabiendo que es un centro gay y uno puede expresarse libremente y estar bien, sin tener que reprimirse ni resignarse a esconderse ni vivir callado”.
Natalia Muñiz

Sordera de la edad: presbiacusia

La sordera relacionada con la edad o presbiacusia, es la causa más común de pérdida auditiva en nuestra sociedad industrializada y es actualmente la enfermedad neurodegenerativa más común relacionada con la edad. Los estudios epidemiológicos demuestran que afecta aproximadamente al 23% de la población entre los 65 y 75 años, al 40% de la población mayor a 75 años y a más del 80% de los pacientes mayores de 85 años. Lo anterior es el reconocimiento institucional, sin embargo la realidad es que podemos observar pacientes con presbiacusia de 23 años de edad. El reconocimiento legal de esto último está muy lejano, dado que equivale a que las autoridades sociopolíticas reconozcan la mala planeación de las ciudades y en consecuencia el pago de las pensiones correspondientes.

Presbiacusia deriva del griego: Presbyte que significa viejo y acusia oír. El aumento de la expectativa de vida que hemos tenido en el ultimo siglo ha condicionado a un incremento de las enfermedades degenerativas relacionadas con el proceso de envejecimiento donde la pérdida auditiva es la cuarta condición crónica más común que afecta a los individuos mayores de 65 años de edad, solamente excedida por la artritis, la hipertensión y las cardiopatías. Actualmente no existe un solo factor de riesgo como causa de esta hipoacusia, intervienen causas multifactoriales entre los que podemos destacar las alteraciones metabólicas, fisiológicas, tóxicas, ambientales, dietéticas y la carga genética individual.

El proceso degenerativo ocasionado por el envejecimiento en el oído interno implica una disminución gradual de la resistencia y de la fragilidad celular, la cual se ve agravada por: a) Alteraciones exógenas como el tabaquismo, alcoholismo y el trauma acústico. b) Alteraciones endógenas, manifestadas por cambios bioquímicos vinculados principalmente con los radicales libres, el metabolismo oxidativo de las células y mutaciones mitocondriales adquiridas que contribuyen a un proceso degenerativo donde prácticamente ningún órgano de la economía se salva de presentar alguna alteración. Los cambios degenerativos del oído interno originados por la presbiacusia están caracterizados por una perdida auditiva bilateral (hipoacusia neurosensorial) particularmente a las frecuencias altas y un deterioro en la discriminación de la palabra (captación de la inteligilibidad de la palabra).

El diagnóstico se establece a través de una historia clínica y una exploración física exhaustivas con el fin de identificar algún diagnóstico diferencial. Por lo que en el interrogatorio se debe dirigir sobre los signos y síntomas que pudieran acompañarlo o estar asociados a la hipoacusia que exhiben. Estos síntomas unilaterales son acúfeno, plenitud ótica, disfunción tubárica, mareo, pérdida de la conciencia o alteraciones de otro par craneal. Es importante interrogar sobre posibles causas de hipoacusia como trabajos en ambientes ruidosos, infecciones óticas, cirugías de oído, trauma acústico y el uso de sustancias ototóxicas. La exploración física busca descartar la existencia de lesiones del pabellón auricular, tapones de cerumen, estenosis del conducto auditivo externo, perforaciones timpánicas, tímpanoesclerosis masiva y otitis media con efusión.

La presentación clínica típica de esta enfermedad es un paciente adulto de 65 años de edad, que en la mayoría de los casos refiere una pérdida auditiva que se desarrolla lenta y gradualmente, pasando incluso inadvertida por la mayoría de las personas hasta que su progresión interfiere con la comunicación diaria y la interacción social. Prácticamente los pacientes no refieren ningún antecedente de problema auditivo previo, pero hacen referencia a su patología, como la capacidad de oír pero de no entender las palabras. Es frecuente que se refieran a ella de las siguientes formas:

a) Refieren dificultad para identificar sonidos agudos como la voz de los niños y las mujeres, sin embargo, mejora su percepción con sonidos graves como la voz masculina.

b) Necesita aumentar el volumen del radio o la televisión, lo que puede ser molesto para otras personas.

c) Es frecuente que confundan palabras en una conversación y que perciban que la gente les habla entre dientes o murmurando. Esta queja se agrava aun más si están en reuniones o ambientes ruidosos.

d) Tienden a concentrarse para escuchar y es frecuente que traten de leer los labios.

e) Evitan contestar el teléfono e incluso algunos sonidos les son molestos.

f) Refieren un acúfeno permanente que se acentúa más por la noche.

Como hemos observado, las alteraciones de la función auditiva están ligadas con factores psicológicos que pueden incrementar el aislamiento social y la depresión con la que cursan algunos pacientes de la tercera edad. Es importante señalar que a pesar del origen de la presbiacusia, este tipo de pérdida auditiva se puede apreciar desde los 40 años de edad (reconocimiento institucional) como una disminución leve de la audición que afecta principalmente a las frecuencias agudas. En conclusión, no se considera que la presbiacusia se trate de un proceso fisiológico, debido a que existen factores de riesgo que condicionan su desarrollo y no todos los individuos la presentan.

Schuknecht en 1974 describió cuatro tipos de presbiacusia según los hallazgos patológicos encontrados en huesos temporales de pacientes que refirieron este tipo de hipoacusia:

1.- Neural

Es una hipoacusia donde el rasgo clínico más importante es una disminución en la discriminación del habla, secundaria a una pérdida de neuronas cocleares, principalmente aquellas que inervan la vuelta basal de la cóclea, donde se encuestan las frecuencias agudas. El neuroepitelio se encuentra preservado o escasamente dañado. La audiometría presenta una discriminación del habla más severa que la perdida auditiva en la audiometría de tonos puros (regresión fonémica), representada por una disminución auditiva progresiva en las frecuencias agudas.

2.- Sensorial

También conocida como coclear, se refiere a una atrofia del órgano de Corti, con las principales alteraciones en la vuelta basal de la cóclea y en ocasiones con un deterioro del nervio auditivo. La característica más importante en estos pacientes es la algiacusia (malestar por sonidos de intensidad elevada). Se manifiesta en el audiograma como una pérdida abrupta de las frecuencias altas.

3.- Metabólica o estrial

Se observa: a) Una atrófia de la estría vascularis del oído interno, b) Una alteración en la composición iónica de la endolinfa y c) Una generación del potencial endococlear. El audiograma frecuentemente reporta un deterioro del umbral auditivo muy similar en todas las frecuencias y la discriminación del habla tiende a ser excelente en relación con la perdida auditiva, demostrando muy pocas alteraciones.

4.- Mecánica

Es una hipoacusia, donde el daño estructural se observa por la pérdida de las cualidades elásticas de la membrana basilar y el ligamento espiral en el oído interno. Ocasionando una escasa degeneración sensorial o neural.

Dr. Eduardo López Lizárraga y Dr. Mario Jesús Jr. Villegas González

Envejecimiento saludable


Envejecer es una parte natural de la vida. Cómo se sentirá a medida que envejezca depende de muchos factores, que incluyen los problemas de salud comunes en su familia y las elecciones que haga. Si cuida bien de su cuerpo y aprende maneras positivas de manejar el estrés ahora, puede desacelerar o incluso prevenir problemas que por lo general vienen con la vejez.

Nunca es demasiado temprano ni demasiado tarde para cambiar los malos hábitos y para empezar con los buenos hábitos. Sin importar cuándo empiece, un estilo de vida saludable puede marcar la diferencia en cuanto a cómo se siente y qué puede hacer.

¿Qué determina cuán saludable estará a medida que envejece?

Los cambios que atravesará a medida que envejezca dependen de una serie de factores. Uno son sus antecedentes familiares (genética). Si sus familiares tienen enfermedades o problemas de salud continuos (crónicos), como presión arterial alta o diabetes, es posible que usted tenga mayores probabilidades de tener esos problemas. Pero sólo porque su riesgo sea más alto no significa que definitivamente tendrá los mismos problemas. De hecho, las elecciones de estilo de vida que haga pueden ayudar a reducir sus probabilidades de contraer enfermedades comunes en su familia. Y aunque tenga una enfermedad familiar, elegir hacer actividad física, comer alimentos saludables y aprender cómo manejar el estrés pueden evitar que la enfermedad destruya su capacidad para disfrutar sus años dorados.

¿Qué tipos de cambios debería esperar a medida que envejece?

Los cambios a medida que envejece por lo general son graduales. Ciertos cambios físicos son comunes. Su metabolismo (la rapidez con la que su cuerpo puede quemar calorías) se enlentece con el tiempo, lo que significa que su cuerpo necesita menos energía de los alimentos que antes. Cuánto y cuán bien duerme probablemente cambiará también. La mayoría de las personas empiezan a necesitar anteojos para leer alrededor de los 40 años, y muchas personas tienen pérdida de audición más adelante. A partir de los 50 años el envejecimiento óseo aumenta. También a partir de los 50 años aproximadamente es posible que note cambios en la función sexual —es normal tener una respuesta sexual más lenta.

La mayoría de los órganos vitales gradualmente se vuelven menos eficientes con la edad. Los riñones tienen menos capacidad de retener suficiente agua en el cuerpo. Y el corazón puede comenzar a mostrar señales de desgaste y desgarro. Por lo tanto, a medida que envejece es importante que haga actividad física, que beba abundante agua y que elija alimentos saludables. Hacer estas cosas ayudará a su cuerpo a funcionar bien por un período más prolongado.

¿Qué debe hacer para sentirse mejor que nunca a medida que envejece?

Una de las medidas más importantes que puede tomar por la salud a cualquier edad es hacer actividad física. La actividad física mantiene el cuerpo fuerte y le ayuda con la manera en que se siente. Las personas que permanecen activas tienen menos probabilidades de deprimirse. La actividad física puede ser cualquier actividad, desde caminar hasta trabajar en el jardín o hacer ejercicio en el gimnasio. Lo importante es hacer actividad casi todos los días. Independientemente de su edad o afección, existe un tipo de actividad física adecuada para usted. Pregúntele siempre a su médico si es seguro que empiece un programa de actividad física.

Su salud mental y emocional también es importante. Proteja o mejore su salud emocional manteniendo el contacto con amigos, con familiares y con la comunidad. Las personas que se sienten conectadas con otras tienen más probabilidades de prosperar que aquellas que no lo hacen. Además, intente mantener el menor nivel de estrés posible. Además de hacer actividad física regular, usted puede tomar el control de cómo le afecta el estrés tomándose 20 minutos al día sólo para relajarse.

Para proteger o mejorar su memoria y su agudeza mental, mantenga su cerebro activo y desafiado. Aprenda o haga algo nuevo y diferente. Por ejemplo, atienda un taller educacional o aprenda un juego de cartas nuevo. La depresión puede ser un problema grave para los adultos mayores. Si cree que podría estar deprimido, busque ayuda —los medicamentos antidepresivos y la asesoría psicológica pueden ayudar a tratar la depresión.

Otros hábitos saludables pueden ayudarle a mantenerse de la mejor manera posible:
Siga una dieta saludable y balanceada. Evite los alimentos salados y las comidas que tienen mucha grasa, como las comidas fritas.
Recuerde que las infecciones de transmisión sexual pueden afectar a cualquier persona a cualquier edad; por lo tanto, es primordial tener relaciones sexuales seguras.
Si fuma, trate de dejar de hacerlo.
Siempre use el cinturón de seguridad en el automóvil.
No abuse del alcohol.